Una residencia de rock en el Strip de Las Vegas que habla nuestro idioma
Hay un par de cosas que no te esperas en tu primer concierto de Los Bukis: el inglés, y enloquecer por los movimientos de baile.
El espectáculo se anuncia acertadamente como la primera residencia totalmente en español de Las Vegas, pero la alegre coreografía del grupo es una sorpresa para los no iniciados. En conjunto, el espectáculo es uno de los grandes descubrimientos del Strip.
Llegué sin saber nada, solo me habían hablado de la fuerza y la magnanimidad de Los Bukis antes de ver su actuación en el Dolby Live el 12 de julio. Sabía poco de la banda. No importó.
Una breve historia: Los Bukis se formaron a mediados de la década de 1970, cofundados por Marco Antonio Solís, un nombre que me sonaba y una estrella en cualquier idioma. La banda de siete músicos disfrutó de éxito comercial a mediados de los 80, principalmente con “Me volví a acordar de ti”, que vendió 1.35 millones de copias y fue certificado diamante en México.
La canción principal y los sencillos “Tu cárcel” y “Este Adiós” sonaron en el Dolby Live (lo sé porque conseguí la lista oficial de canciones).
El rumor después de las actuaciones de Los Bukis en mayo fue que la banda es una fuerza en vivo, con energía y reunidos para la presentaciín en Las Vegas. Son sonoros, ajustados, una delicia para la vista con sus trajes a juego (rojo cereza la noche que asistí, turquesa cuando abrieron). Los chicos se mueven en tándem, a la perfección y con naturalidad, como si hubieran crecido bailando juntos.
El bajista Eusebio “Chivo” Cortez es un showman especialmente divertido, incluso cuando ocupa un puesto al lado de Solís. Cortez hizo un “moonwalk” mientras tocaba una intrincada línea de bajo, sin que nadie le prestara especial atención. Es natural.
El espectáculo también cuenta con un cuarteto de bailarines de salón maravillosamente disfrazados. Cuando llegan en sus cuatro números, el lugar salta.
Pero está claro que este es el grupo de Solís. Con diadema y pelo largo, el líder de 64 años genera un ambiente de superestrella y carisma en el centro del escenario. Está al mando, ya sea tocando la acústica de seis cuerdas o aporreando los timbales.
Solís ha ganado cinco Grammy Latinos, pero no canta nada de su material en solitario en el espectáculo, respetando la integridad de su banda original.
La producción se adaptó por completo a un público hispanohablante, seguidores de las raíces de la banda en México. No hubo ningún intento de bilingüismo, ni falta que hizo. A partir de aquí, el espectáculo fue como hacer un viaje rápido a otra cultura.
Los Bukis vuelven este viernes y sábado, y de nuevo del 13 al 21 de septiembre. No se planea una prórroga. Si vas, fíjate en el bajista. Este tipo habla mi idioma.
