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EDITORIAL: los demócratas temen a un posible candidato de un tercer partido

Algunos demócratas están cada vez más nerviosos por las perspectivas del presidente Joe Biden en 2024. Las últimas encuestas muestran que va parejo o por detrás de Donald Trump, a pesar del aprieto legal de este último, en gran parte debido a las preocupaciones sobre la economía y el evidente declive del señor Biden.

“Un demócrata de la Cámara de Representantes, que habló bajo condición de anonimato para ofrecer una evaluación sincera de la candidatura de Biden”, informó The Washington Post la semana pasada, “dijo que ha escuchado preocupaciones entre sus compañeros, así como entre los principales donantes demócratas, sobre si el presidente puede sostener una campaña agotadora y otros cuatro años en el cargo”.

Algunos incondicionales demócratas de alto perfil tachan esta charla negativa de “alarmista”, informa el Post. Pero la alarma es evidente cuando casi la mitad de los demócratas inscritos no quieren que Biden vuelva a presentarse, según varios sondeos de opinión.

El pánico también es evidente si se tiene en cuenta que algunos grupos de intereses especiales de izquierda están trabajando febrilmente para desacreditar a cualquier posible aspirante de un tercer partido, en particular del No Labels, que ha amenazado con presentar un candidato si los dos grandes partidos ofrecen a los estadounidenses una revancha Trump-Biden.

En Arizona, por ejemplo, los demócratas -que profesan ser grandes defensores de la democracia frente a las amenazas percibidas del señor Trump- demandaron sin éxito para mantener a No Labels fuera de la boleta electoral del estado en 2024. Qué demócratas son.

Mientras tanto, el grupo de izquierdas Third Way insiste en que No Labels -que se describe a sí mismo como “trabajando para garantizar que los estadounidenses tengan la opción de votar por una candidatura presidencial que cuente con líderes fuertes, eficaces y honestos que se comprometan a trabajar estrechamente con ambos partidos para encontrar soluciones sensatas a los mayores problemas de Estados Unidos”- es culpable de todo tipo de conductas abominables. Entre sus muchas transgresiones, según un correo electrónico de la Tercera Vía de este mes, se incluye no jugar “según las reglas”, seleccionar a un candidato presidencial “determinado por personas con información privilegiada y donantes”, prepararse para “lanzar las elecciones presidenciales a la Cámara” y… esperen… “difundir desinformación”.

Al atreverse a lanzar un candidato al ruedo para dar a los votantes más opciones, Sin Etiquetas es “inherentemente antidemocrático”, según Tercera Vía, alcanzando un nivel de doble lenguaje orwelliano que podría ser imposible de mejorar.

De hecho, los demócratas temen que un candidato viable de un tercer partido aumente las posibilidades de Trump al restar votantes independientes que temen la avanzada edad de Biden y una posible presidencia de Kamala Harris. Dada la impopularidad de Biden, quizá deberían haber sopesado esta posibilidad antes de entusiasmarse con una carrera contra Trump.

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