El gobierno no es conocido por sus gastos prudentes. Por eso, una auditoría de los fondos de Nevada para el coronavirus es una obviedad, independientemente del escándalo de las pruebas del gobierno de Sisolak.
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Aquí hay un eslogan mejor para The New York Times: Donde las teorías de conspiración de ayer, se convierten en noticias de hoy.
La última vez que Las Vegas tuvo una gran burbuja inmobiliaria, las cosas no terminaron bien. Aquí está la esperanza de que termine de manera diferente esta vez.
La variante omicron ya está circulando en Estados Unidos. Eso no significa que sea hora de entrar en pánico.
Las diferentes estadísticas sobre el llamado “COVID-19 persistente” retratan la situación de personas que sufren síntomas más o menos comunes, durante largo tiempo, después de superar el virus.
Es el estado donde se legalizó el juego al aire libre y transformó de una polvorienta estación del ferrocarril en el desierto, a un centro turístico de fama internacional. Un estado donde, en muchos condados rurales, la prostitución es legal. Un estado totalmente estadounidense que se unió a la Unión durante una guerra y luchó para mantenerla intacta, ayudó a ganar la Segunda Guerra Mundial con pruebas atómicas y hoy alberga las mejores escuelas de combate para la Armada y la Fuerza Aérea.
La variante delta está aumentando en Nevada. Eso no significa que sea una buena idea que el gobernador Steve Sisolak vuelva a imponer restricciones.
No fue sorpresa cuando el alcalde de North Las Vegas, John Lee, anunció que se postulaba para gobernador como republicano.
La Asamblea Legislativa de Nevada está inmersa en su sesión anual, pero el progreso ha sido lento en una serie de temas importantes. Con sólo un mes restante, los legisladores deben aprovechar la oportunidad para propiciar el impulso de la economía, la protección contra pandemias futuras y la reforma del sistema de justicia penal. Si lo hacen, la comunidad hispana de Nevada estará entre los más beneficiados.
En papel, el gobernador de California, Gavin Newsom, parece mucho más seguro que su homólogo de Nevada, Steve Sisolak.