EDITORIAL: Las víctimas civiles forman parte del plan de terror de Hamás
Los primeros reportes de noticias son el primer borrador de la historia, y el esfuerzo de Hamás por culpar a Israel por una explosión en un hospital de Gaza se está colapsando bajo escrutinio. También es vital comprender que existe un abismo entre intentar minimizar las víctimas civiles y fomentarlas como herramienta propagandística.
Cientos de personas murieron el martes en la ciudad de Gaza en un hospital abarrotado de gente que buscaba refugio. Los servicios de inteligencia de Estados Unidos afirman que la explosión procedió de un cohete lanzado por el grupo palestino Yihad Islámica que estalló prematuramente.
“Entre las pruebas que se han reunido hay un análisis de la explosión que sugiere que fue una explosión en tierra y no un ataque aéreo lo que golpeó el hospital”, dijo una fuente a CNN. “No había un cráter singular que sugiriera que hubo una bomba, pero había grandes daños por fuego y escombros dispersos que son consistentes con una explosión que comenzó desde el nivel del suelo, según la fuente”.
Israel también hizo pública una grabación de audio en la que, según dijo, se captaba a operativos de Hamás hablando de la explosión.
La pérdida de vidas inocentes es una tragedia espantosa, independientemente de que sea inevitable durante la guerra. Sin embargo, mientras Israel toma medidas para reducir el número de víctimas civiles, sus enemigos hacen lo contrario. El ataque inicial contra Israel fue indiscriminado y brutal, calculado para matar a hombres, mujeres y niños inocentes. Hamás también ha tomado como rehenes a israelíes inocentes -y a estadounidenses- y ha amenazado con retransmitir ejecuciones. Esto es barbarie.
También forma parte de una estrategia que fomenta la muerte de civiles, y lleva haciéndose dos décadas.
“Cuando se usan como escudos humanos, los civiles dan cobertura a las actividades militares de Hamás, y las bajas resultantes sirven a los intereses propagandísticos del grupo”, escribió Jeffrey White para The Washington Institute en 2014. “En resumen, Hamás está actuando más como un grupo guerrillero que lucha contra una insurgencia que como un gobierno responsable de la seguridad de su ciudadanía.”
Como señala el Sr. White, hay medidas que los terroristas de Hamás podrían tomar -llevar uniformes, alejar las armas de las zonas pobladas, mantenerse alejados de los edificios civiles- si decidieran reducir el recuento de muertes de civiles. En lugar de ello, hacen hincapié en esas tácticas.
Hace una década, Hamás provocó a Israel lanzando cohetes contra el país sin tener en cuenta a los inocentes. Jeffrey Goldberg, de The Atlantic, llegó a la conclusión obvia. “Hamás está intentando que Israel mate al mayor número posible de palestinos”, escribió. “Los palestinos muertos representan una victoria propagandística crucial para los nihilistas de Hamás. Es perverso, pero cierto. También es la mejor explicación posible del comportamiento de Hamás, porque Hamás no tiene ningún otro objetivo estratégico plausible en este caso”.
Las palabras resuenan verdaderas hoy. Israel tiene derecho a defenderse y a defender a su pueblo. Hamás quiere matar inocentes y empujar a Israel al mar. Esto último es el problema.
