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Tormenta tropical Idalia pasa por Carolina del Norte tras azotar Florida, Georgia y Carolina del Sur

PERRY, Florida (AP) - La tormenta tropical Idalia descendió sobre las Carolinas en su camino hacia el océano Atlántico el jueves, dejando un rastro de inundaciones y destrucción en todo el sureste que se remonta a su llegada a tierra como un huracán en Florida.

Las labores de rescate y reparación continuaron en las zonas por las que pasó la tormenta el miércoles y no se supo de inmediato el número de víctimas de los feroces vientos y las inundaciones, pero las autoridades contabilizaron al menos un muerto.

La tormenta dejó hasta medio millón de clientes sin electricidad en Florida y otros estados en un momento dado, al derribar postes y líneas eléctricas. Sin embargo, fue mucho menos destructiva de lo que se temía, ya que solo asestó golpes de refilón a la bahía de Tampa y a otras zonas más pobladas al llegar a tierra con vientos de 125 mph (201 km/h) en las zonas rurales de Florida.

La tormenta, cada vez más débil, seguía soplando vientos de hasta 60 mph (96 km/h) al llegar a la costa de Carolina del Norte el jueves por la mañana. Los vientos con fuerza de tormenta tropical se extendían hacia el exterior hasta 185 millas (295 kilómetros). Se esperaba que Idalia se desplazara el jueves cerca de la costa de Carolina del Norte sin perder mucha fuerza y que se debilitara gradualmente a medida que se adentrara en el océano durante el fin de semana. Se esperaba que las marejadas afectaran la costa sureste, probablemente causando condiciones de oleaje y corrientes de resaca potencialmente mortales durante el fin de semana del Labor Day.

El gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, que declaró una emergencia en todo el estado a principios de esta semana a medida que se acercaba Idalia, había advertido a los habitantes de los condados costeros y del interior al este que se prepararan para fuertes lluvias e inundaciones localizadas y les instó a permanecer fuera de las carreteras cubiertas por el agua.

En Carolina del Sur, la tormenta se unió a las mareas vivas para hacer que el agua del mar fluyera sobre las dunas de arena y se derramara por las calles de la playa. En Charleston, la marejada de Idalia superó el dique que protege el centro de la ciudad, enviando el agua del mar hasta los tobillos a las calles y barrios donde las carreetas de caballos pasan junto a casas de millones de dólares y el famoso mercado al aire libre.

Los datos preliminares mostraron que la marea alta del miércoles por la noche alcanzó algo más de 9.2 pies (2.8 metros), más de 3 pies (0.9 metros) por encima de lo normal y la quinta lectura más alta en el puerto de Charleston desde que se empezaron a llevar registros en 1899.

Bandas de Idalia también trajeron tornados de corta duración. Uno de ellos volcó un auto en los suburbios de Goose Creek, Carolina del Sur, causando heridas leves, según las autoridades. No se registraron daños importantes.

Tras atravesar el golfo de México, Idalia tocó tierra el miércoles por la mañana cerca de Keaton Beach, azotando con fuertes vientos la remota y poco poblada región de Big Bend, en Florida.

La zona, donde el Panhandle de Florida se curva hacia la península, vio cómo las calles se convertían en ríos que sumergían autos y casas, mientras los aullantes vientos arrancaban tejados, partían árboles altos, hacían volar láminas y destrozaban viviendas.

“Se desató el infierno”, dijo Belond Thomas, de Perry, una ciudad molinera situada justo en el interior de la región de Big Bend. Thomas huyó con su familia y algunos amigos a un motel, pensando que sería más seguro que pasar la tormenta en casa, pero el tejado fue arrancado y los escombros cayeron sobre su hija embarazada, que afortunadamente no resultó herida, dijo Thomas.

En Florida no se ha confirmado oficialmente ninguna muerte relacionada con el huracán, pero la patrulla de carreteras del estado informó de la muerte de dos personas en distintos accidentes relacionados con el tiempo horas antes de que Idalia tocara tierra.

Aun así, Idalia pareció ser mucho menos destructivo de lo que se temía en un principio. Evitó las grandes regiones urbanas, golpeando solo de refilón la bahía de Tampa y otras zonas más pobladas, mientras centraba su furia en la zona rural de Big Bend.

Sin embargo, es probable que los daños sean importantes.

En Horseshoe Beach, en el centro de Big Bend, Jewell Baggett rebuscaba entre los restos y escombros de la casa de su madre, que había quedado destruida, y encontró algunas fotos y los cacharros de su madre.

Su abuelo construyó la casa hace décadas y había sobrevivido a cuatro tormentas anteriores, dijo.

“Y ahora ha desaparecido”, dijo. “No queda nada. Unas cuantas baratijas aquí y allá”.

Baggett, cuya madre se había marchado antes de la tormenta, dijo que al menos otras cinco o seis casas también quedaron destruidas.

En Tallahassee, se fue la luz mucho antes de que llegara el centro de la tormenta, pero la ciudad evitó un impacto directo. Un roble gigante junto a la mansión del gobernador se partió por la mitad, cubriendo el patio de escombros.

Funcionarios estatales, 5,500 guardias nacionales y equipos de rescate se pusieron en modalidad de búsqueda y recuperación, inspeccionando puentes, retirando árboles caídos y buscando a cualquier persona en apuros. Más de 30 mil trabajadores de servicios públicos se reunieron para reparar las líneas eléctricas y los postes derribados.

Idalia se había debilitado hasta convertirse en tormenta tropical a última hora de la tarde del miércoles, pero seguía golpeando con fuerza en su avance hacia Georgia, donde un hombre murió en Valdosta al caerle un árbol encima cuando intentaba despejar otro árbol de la carretera, según informó el alguacil del Condado de Lowndes, Ashley Paulk.

Otras dos personas, entre ellas un agente del alguacil, resultaron heridas, añadió.

Las autoridades de Bermudas advirtieron de que Idalia podría azotar la isla a principios de la próxima semana como tormenta tropical. Bermudas estaba siendo azotada el miércoles por las bandas exteriores del huracán Franklin, una tormenta de categoría 2 que estaba en camino de pasar cerca de la isla en el norte del océano Atlántico.

El presidente Joe Biden llamó el miércoles a los gobernadores de Florida, Georgia, Carolina del Norte y Carolina del Sur y les comunicó que sus estados contaban con todo el apoyo de su administración, según informó la Casa Blanca.

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