85°F
weather icon Windy

Netflix toma medidas contra el uso compartido de cuentas. He aquí cómo

Netflix esbozó el martes cómo pretende tomar medidas enérgicas contra el intercambio desenfrenado de contraseñas de cuentas en Estados Unidos, su más reciente intento de atraer más suscriptores a su servicio de streaming a medida que su crecimiento se desacelera.

Para combatir el uso compartido de contraseñas, Netflix ha anunciado que limitará la visualización de su programación en Estados Unidos a las personas que vivan en el mismo hogar. Quienes se suscriban a los planes estándar o premium de Netflix -que cuestan entre 15.50 y 20 dólares al mes- podrán permitir que otra persona que viva fuera de su hogar use su contraseña por ocho dólares más al mes, lo que supone un descuento de dos dólares respecto al plan básico de la compañía.

Sin dar detalles sobre cómo autentica las identidades o cuentas de los usuarios, Netflix aseguró que todas las personas que vivan en el mismo hogar de un cliente de Estados Unidos podrán seguir viendo series de televisión y películas “estén donde estén: en casa, de viaje, de vacaciones.” La empresa con sede en Los Gatos, California tiene unos 70 millones de usuarios en Estados Unidos.

La medida, anunciada por Netflix hace un año, pretende poner fin a una práctica que la empresa permitió durante años mientras su servicio de streaming atraía a montones de usuarios. En aquel momento, la dirección tenía pocos incentivos para arriesgarse a molestar a los clientes poniendo fin al uso compartido de contraseñas.

Mientras Netflix miraba para otro lado, se calcula que 100 millones de personas en todo el mundo obtenían contraseñas de familiares y amigos para ver por su cuenta series de televisión de Netflix como “The Crown” y películas como “All Quiet On The Western Front”. Esas contraseñas se canalizaban a través de los 232.5 millones de suscriptores de pago de Netflix en todo el mundo, que generaron la mayor parte de los 32 mil millones de dólares de ingresos de la empresa el año pasado.

Pero tras un año de crecimiento mediocre de suscriptores que incluyó su mayor pérdida de clientes en más de una década, Netflix se está poniendo firme.

En febrero, empezó a bloquear a los espectadores que no pagan en Canadá, Nueva Zelanda, Portugal y España, siguiendo medidas similares en Latinoamérica.

Antes de las medidas enérgicas contra el uso compartido de contraseñas, Netflix empezó a introducir funciones, como la posibilidad de transferir los perfiles configurados en las cuentas de los usuarios para facilitar que las personas conserven sus historiales de vistas cuando ya no puedan ver programas gratis.

El esfuerzo de Netflix por obligar a un mayor número de espectadores a pagar por acceder a su programación se produce tras el lanzamiento de un plan mensual de siete dólares que introducía anuncios en su servicio por primera vez. Netflix ha captado nueve millones de usuarios más en todo el mundo desde el debut de la opción con publicidad, aunque no todos ellos se suscribieron al plan de bajo precio.

Aunque el nuevo recargo en Estados Unidos para los espectadores que viven fuera de los hogares de los dueños de la cuenta es inferior al plan básico de streaming de Netflix, ocurre en un momento en que los estadounidenses han reducido su gasto discrecional debido a la alta inflación. Esa presión inflacionista, combinada con la mayor competencia de otros servicios de streaming, es una de las principales razones por las que Netflix ha sufrido una desaceleración de su crecimiento.

Greg Peters, codirector ejecutivo de Netflix, reconoció el mes pasado que las medidas enérgicas contra el uso compartido de contraseñas probablemente provocarán un aumento de las cancelaciones de suscriptores, pero expresó su confianza en que la empresa saldrá mejor parada a largo plazo una vez que la gente se adapte a las medidas drásticas.

“Vemos una reacción inicial de cancelación, y luego nos basamos en eso tanto en términos de membresía como de ingresos a medida que los prestatarios se registran para sus propias cuentas de Netflix”, les aseguró Peters a los analistas, mencionando cómo se ha desarrollado la represión en Canadá desde febrero.

Las acciones de Netflix cayeron un dos por ciento el martes y cerraron a 355.99 dólares. En lo que va de año, las acciones siguen subiendo alrededor de un 20 por ciento.

LO ÚLTIMO