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El CCSD devolverá dinero de subvenciones al Estado en un intento de reducir recortes

Los distritos escolares de Nevada devolverán el dinero de las subvenciones no utilizadas al estado para limitar el impacto de las reducciones presupuestarias ordenadas por el Gobernador Steve Sisolak en respuesta al golpe infligido a la economía del estado por el nuevo coronavirus, afirman funcionarios.

Los distritos escolares han identificado subvenciones no utilizadas que se devolverán al estado para el año fiscal 2020, anunció el miércoles el vocero del Departamento de Educación de Nevada, Gregory Bortolin. También fueron invitados a aportar información para el año fiscal 2021, cuando se podría pedir a las agencias estatales que hagan reducciones presupuestarias de hasta el 14 por ciento, una proyección del peor caso esbozada por la oficina del gobernador.

Los representantes del Distrito Escolar del Condado Clark (CCSD) comentaron que el Distrito identificó tres millones de dólares en subvenciones que puede revertir al estado, añadiendo que la revisión continúa.

La devolución de las subvenciones fue uno de los pocos detalles revelados sobre los planes iniciales para hacer frente a los próximos recortes presupuestarios. El Departamento de Educación ha dicho que su propuesta de reducción presupuestaria será confidencial hasta que Sisolak anuncie los recortes. En cambio, el Sistema de Educación Superior de Nevada votó públicamente su propuesta de reducción presupuestaria, que podría ver el viernes hasta 124 millones de dólares en recortes durante el bienio.

Pero dada la gravedad del impacto económico del virus, tanto la Cuenta Escolar Distributiva como la financiación categórica están potencialmente en la guillotina. Esto significa que los distritos escolares podrían ver una reducción en el gasto por alumno, así como en los fondos destinados a los estudiantes más necesitados, según Kenneth Retzl del Centro Guinn de Prioridades Políticas.

Las escuelas también podrían ver recortes en los acuerdos de nivel de servicio, dejándolos con menos apoyo para la tecnología, el mantenimiento y el potencial de recortes salariales así como despidos.

“Una situación incómoda”

“Es una situación incómoda”, describió Retzl.

Tan solo la sugerencia de los recortes ha traído malos recuerdos para los educadores que afirman que la educación pública aún se tambalea por la previa recesión.

“No nos interesa repetir eso”, destacó John Vellardita, director ejecutivo de la Asociación de Educación del Condado Clark. “Tuvimos toda una generación de estudiantes que sufrieron por eso y aún no nos hemos recuperado”.

Vellardita enunció que el sindicato no aceptará recortes a la educación en ninguna cantidad, particularmente con dólares federales destinados al alivio de los municipios. En todo caso, apuntó Vellardita, la crisis del COVID-19 sirve como un recordatorio de la necesidad de cultivar otras industrias en el estado además de la minería y el juego.

“Es lo mismo que en 2008: Tenemos que diversificar. No podemos, como estado, depender de las mismas dos industrias, y la forma de hacerlo es optimizar nuestro sistema K-12”, puntualizó.

El sindicato tiene la intención de continuar su búsqueda de un par de iniciativas de aumento de impuestos destinadas a recaudar más de mil millones de dólares para la educación, enfatizó.

Vicki Kreidel, presidenta de la Asociación Nacional de Educación del Sur de Nevada, señaló que es probable que los distritos escolares se enfrenten a costos inesperados como resultado de la crisis del coronavirus, además de los que se prevén actualmente. Entre los ejemplos se incluye el suministro de tecnología a los estudiantes si continúa el aprendizaje a distancia o los costos adicionales para mantener las escuelas en constante desinfección cuando vuelvan a abrir.

“¿Cómo se aplica el distanciamiento social en una clase de 45 estudiantes? No es posible”, argumentó Kreidel. “Van a tener que reducir el tamaño de las clases y la única manera de hacerlo es aumentando los fondos”.

Kreidel agregó que cree que los recortes salariales serían insostenibles para los educadores, pero que algunos podrían entender que una congelación es la mejor opción si fuera necesario.

“Estamos nerviosos”

Lisa Guzmán, directora ejecutiva de la Asociación de Empleados de Apoyo a la Educación, enunció que el Distrito Escolar se acercó al sindicato después de la directiva del gobernador sobre los recortes presupuestarios. Añadió que esperan ser parte de la conversación, pero no han escuchado nada más sobre cómo se llevarán a cabo los recortes.

“Estamos nerviosos porque los profesionales de apoyo siempre son maltratados durante las recesiones”, expuso.

El superintendente del CCSD, Jesús Jara, emitió en un ayuntamiento virtual el martes que el Distrito tratará de proteger todo lo que pueda, con la esperanza de que el dinero de ayuda federal de la Ley CARES alivie parte de la carga financiera.

Un presupuesto tentativo incluido en la agenda de la reunión de la junta del 23 de abril no toma en cuenta una potencial pérdida de ingresos, pero sí incluye una diapositiva sobre los factores potenciales que podrían cambiar la financiación de las escuelas el próximo año, incluyendo los impactos fiscales relacionados con el COVID-19, los impactos de la recesión, las incertidumbres en las inscripciones y las reducciones de la financiación estatal.

Nevada recibirá aproximadamente 117 millones de dólares para sus escuelas K-12 de la Ley CARES, con otros 26 millones de dólares disponibles en ayuda de emergencia a discreción del gobernador.

El dinero se distribuirá con base a la participación de cada Distrito en los fondos del Título I y estará disponible para fines específicos relacionados con los cierres del COVID-19, incluyendo tecnología y programas de educación a distancia.

La ley requiere que los estados que reciben estos fondos mantengan los niveles actuales de financiación para las escuelas hasta el 2021, aunque este requisito puede ser evadido para los estados que experimenten “un descenso precipitado de los recursos financieros”.

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