Este es el veredicto de los mexicanos luego de ver ‘50 sombras de Grey’
marzo 2, 2015 - 5:33 pm
La polémica que despertó 50 sombras de Grey llevó a cientos de personas a las taquillas de los cines en el país. Tanto los seguidores de la novela de E. L. James como quienes únicamente buscaban saciar su curiosidad fueron al estreno de la película para juzgar si la dupla Christian Grey y Anastasia Steel era realmente tan subida de tono como se esperaba.
La expectativa fue grande este jueves, día del estreno, todos querían ser de los primeros en ver la película de la que todo el mundo habla en estos días.
Con lapsos de aproximadamente media hora entre funciones, las filas para comprar boletos tenían un tiempo de espera de alrededor de 20 minutos, y como era de esperarse casi todos los que esperaban querían asientos para la cinta protagonizada por Dakota Johnson y Jamie Dornan. Muchos se quedaron con las manos vacías.
“¿50 sombras?… Ya no tenemos, pero si quiere puede comprar para la función de mañana”, la frase más repetida por los boleteros ante la falta de espacio en las funciones de esta cinta donde es necesaria la identificación oficial que acredite la mayoría de edad.
El cine se encontraba lleno de parejas. Los hombres, menos entusiasmados que las mujeres, las acompañaban.
“La verdad yo sólo vine a acompañarla”, dijo Daniel Molina, de 25 años de edad, quien iba de la mano de su esposa, Tania, de 18. Ella sí se declaró fanática de la serie.
“Leí todos los libros desde antes de que anunciaran la película”, comentó. “Vine esperando mucho, sobre todo de Grey porque en los libros se ve que es súper intimidante. Me gustaría ver la historia entre ellos (Anastasia y Grey)”.
La joven aseguró que, al igual que E. L. James, autora de la serie, considera que es sobre todo una historia de amor y no se enfoca tanto en el sadomasoquismo. “Ella siempre accede porque lo ama. Creo que a pesar de que tenga mucho sexo, al final (la trama) habla de dos personas. Nada más que no hacen las cosas iguales a los demás, pero sí se quieren”, dijo.
Otras personas, como Salomón Olvera y Rosy Velázquez, fueron al cine movidos por la curiosidad de lo que se ha hablado de la cinta, a pesar de no saber nada de la novela ni de la historia.
“Casi toda la gente viene por el morbo, por lo que se dice del sexo y todo”, mencionó Velázquez, quien no negó que su motivo para ver la cinta era ver qué tan subidas de tono estaban las escenas sexuales que hicieron que autoridades federales catalogaran 50 sombras de Grey como clasificación C, sólo para mayores de 18 años.
Olvera comentó que se enteraron de la película desde noviembre, momento en el que decidieron asistir tan pronto se estrenara. Sin embargo, más allá de motivaciones morbosas, lo que lo orilló a asistir fueron los recuerdos de su infancia.
“La verdad a mí me recuerda a las épocas de Emmanuel (1974), que se estrenó cuando yo era niño”. Además dijo que la polémica suscitada por 50 sombras de Grey “me evoca esos tiempos porque vuelve otra vez el tema del sexo con el empuje que tenía en los 70 y 80”.
Las parejas eran la constante en las butacas de las salas de cine. Antes de comenzar la película, la pasión ya estaba en el aire, el ambiente era de besos y caricias que pararon cuando Jamie Dornan hizo su aparición en pantalla y la trama se desenvolvía.
Tal y como se esperaba, las principales reacciones llegaron con las escenas sexuales, la sala se llenaba de risas nerviosas de las mujeres, mientras los hombres se interesaban por el cuerpo —casi siempre desnudo— de la protagonista. Ellas, más involucradas que sus parejas en el desarrollo del romance entre Grey y Anastasia, suspiraban de vez en cuando o se acercaban al cuerpo de su compañero cuando el señor Grey y Anastasia se encontraban en el cuarto rojo.
Sin embargo, la temperatura no subió.
“La película me quedó a deber muchas cosas”, comentó Tania, seguidora de la saga, tras la proyección del filme. “Yo me esperaba un Grey más imponente y como se ve en el libro, pero les quedó muy tibio. La verdad no me la creí, no me gustó… Aunque sí la volvería a ver”.
“Estuvo simpática. No era como pensé que iba a ser ni nada, es sólo como dicen que son los libros, la mitad es trama y la mitad, porno”, indicó Daniel Molina, esposo de Tania.
Otros asistentes, como Diana Sánchez, quien reconoció que fue el “morbo” lo que la llevó a ser de las primeras en México en ver esta película, se quejaron de que la cinta no fue lo que prometían.
“No me gustó. Yo no sabía nada del libro ni nada, vine por el morbo, pero no terminó de convencerme”.