‘Odio Las Vegas’: vocalista de Green Day arremete contra la ciudad en discurso sobre dueño de A’s

Billie Joe Armstrong usó el estadio de los San Francisco Giants para arremeter contra el propietario de los A’s el viernes por la noche.

El líder de Green Day, icono del punk en el Área de la Bahía, criticó a propietario de los A’s en un concierto con entradas agotadas en el Oracle Park.

“No aceptamos ningún (improperio) de gente como John (improperio) Fisher, que vendió los Oakland A’s a Las (improperio) Vegas”, gritó Armstrong a la multitud de 43,000 personas, según reportó el San Jose Mercury News. “Odio Las Vegas. Es el peor (improperio) agujero de Estados Unidos”.

Armstrong nació en Oakland. Históricamente ha sido un firme defensor y activista de East Bay.

Green Day lleva tres décadas tocando en Las Vegas, desde dos conciertos en el Huntridge Theater en septiembre de 1993 y de nuevo en febrero de 1994. En octubre del año pasado, el grupo actuó durante dos horas en el Fremont Country Club y en el Backstage Bar & Grill.

Esa alocada actuación, repleta de fans de Green Day (la mayoría de Las Vegas), se presentó justo antes del festival When We Were Young de ese fin de semana en Las Vegas Festival Grounds.

Los A’s jugaron su último fin de semana en casa, en el Coliseo de Oakland, recibiendo a los Yankees. Esta semana, los A’s pondrán fin a sus 56 años en la East Bay con una serie de tres partidos contra los Rangers de Texas.

Lars Frederiksen, de Rancid, que también es de East Bay, se unió a los Fisher.

“Oh, voy a decir alguna palabrota esta noche - (improperio) John Fisher”, dijo Frederiksen desde el escenario. “Toda su familia gana dinero a costa de la gente del Área de la Bahía y luego quiere irse a Las Vegas. (Improperio) a él.

“Gracias a Dios aún tenemos a los Giants”.

No es la primera vez que la estrella del punk se desahoga de forma relacionada con Las Vegas. En septiembre de 2012, Armstrong estalló durante el iHeartRadio Music Festival en el MGM Grand Garden. No tenía nada en contra de Las Vegas en concreto, pero estaba muy enfadado por el letargo del público después de que Usher destrozara el lugar con sus 15 bailarines de acompañamiento.

Armstrong también se enfadó por la reducción de la actuación de Green Days de 45 a 30 minutos.

“¡¿Nos quedan nueve (improperio) minutos?! ¿Qué (improperio)?”, gritó mientras miraba fijamente a un monitor gigante en medio del piso del estadio, en el que se leía: “9 MINUTOS”.

“¡Llevo aquí 25 (improperio) años! ¡Debería tener más de un minuto por canción!”, exclamó. A continuación, Armstrong partió su guitarra por la mitad, mientras el bajista Mike Dirnt golpeaba su instrumento contra los amplificadores apilados detrás de él. La banda se marchó enfadada, con las emociones a flor de piel. Siguió Rihanna, de cuya actuación no recuerdo nada.

Y tanto los visitantes como la gente de Las Vegas pueden aprender más o rememorar la historia de Green Day en el Museo del Punk Rock, un tributo a la cultura punk concebido de forma reflexiva y exhaustiva, aquí mismo, en Las Vegas.