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El atletismo despide a Usain Bolt con júbilo y recelo

Hasta lo último, Usain Bolt no pierde su esencia distendida y burlona. Pero de sus últimas declaraciones, también se desprende cierto aire de reflexión en el velocista jamaiquino de 30 años.

Bolt llega al final de una carrera inimitable como el hombre más rápido del planeta, el dueño de ocho medallas olímpicas de oro y de los records mundiales de los 100 y 200 metros.

“Cualquiera que puede decidir retirarse porque piensa que es el momento indicado se lleva las mejores sensaciones”, dijo Bolt esta semana en Londres, escenario de su último Mundial de atletismo y que arranca el viernes. “Eso significa que estás satisfecho con lo que hiciste”.

El libreto para la cita parece elaborado para que se despida en la cima, sin importar sus modestas actuaciones durante esta temporada. Su favoritismo se acentúa más con la ausencia de Andre De Grasse, el oponente de mayor cuidado que tenía en los 100 y que renunció a último momento por una lesión en un muslo.

Dosificando energías, Bolt cronometró 9.95 a mediados del mes pasado en Mónaco. Fue la 50ma vez en su trayectoria en la que bajó de los 10 segundos. Pero ese registro apenas le dejó como el séptimo mejor del año.

Pese a que no pierde desde 2013, cuando Justin Gatlin le superó por una centésima de segundo en Roma, las dudas persisten en torno al portentoso caribeño que se arropó esta semana con el logo “Forever fastest” (siempre el más rápido) de su patrocinador Puma.

Y hasta lo último, esas dudas irritan a Bolt. Después de todo, algo similar se produjo en 2015 y 2016: tras problemas físicos y discretos resultados, acabó imponiendo su voluntad en los momentos decisivos. Ocurrió también en la antesala para los Juegos de Londres 2012, en los que muchos dieron como favorito a su compatriota Yohan Blake tras infligirle un par de derrotas en Jamaica.

“Por algún motivo, me subestiman”, dijo Bolt sobre los 100. “Eso es lo que me insiste mi equipo, así que otra vez tendré que salir a demostrarles quién soy. Pero siempre estoy confiado en mis capacidades. Estoy confiado al cien por ciento”.

“La última carrera de 100 metros que disputé fue con 9.95, lo que indica que estoy en la dirección correcta. Esto se trata de quién puede con los nervios”, añadió. “Me ha tocado estar en estas instancias tanta veces, que me sé de memoria lo que hay que hacer”.

Lo más prudente es aceptar la palabra de Bolt frente a los retos de Blake y los estadounidenses Gatlin y Christian Coleman. Las eliminatorias abren el programa de competencias el viernes en Londres y la final está prevista para el sábado.

Esta vez no competirá en los 200 -su prueba predilecta- y el cierre definitivo será con el relevo 4x100, el sábado 12 de agosto.

“El vacío que va a dejar Usain no quedará vacante, pero habrá un cúmulo de entusiasmo por ver quién lo cubrirá cuando se retire”, dijo Gatlin.

Esa es la gran incógnita: ¿Qué será del atletismo sin Bolt?

En todos estos años en los que el atletismo era sacudido por escándalos de dopaje y corrupción, la inmensa figura de Bolt fue siempre el antídoto que tonificaba al deporte. Ahora no existe alguien capaz de sucederle.

Lo admite sin tapujos Sebastian Coe, el presidente de la Federación Internacional de Atletismo, al esgrimir el ejemplo del boxeo con Muhammad Ali.

“Nuestro deporte tendrá que trabajar a fondo para asegurar que el mundo vea que este es deporte que va más allá de Usain Bolt”, dijo Coe. “Es un poco como Ali. No se reemplaza a un Ali”.

“Lo que más se echará de menos será su personalidad. Buscamos atletas con personalidad”, sostuvo Coe. “Es un lujo tener a alguien con ese poder de convocatoria para llenar un estadio”.

Aparte del debut de Bolt, la primera jornada del Mundial adjudicará un solo título, el de los 10.000. Esa es la prueba de Mo Farah, el fondista nacido en Somalia y británico por adopción.

En su casa, Farah ha sido el rey de la distancia, con un par de títulos mundial y otros dos oros olímpicos, incluyendo los Juegos de Londres 2012. También tiene prevista correr en los 5.000 antes de poner fin a sus competencias en pista, ya que desde la próxima temporada se concentrará en el maratón.

¿Qué más en este Mundial?

DUELO SUDAMERICANO EN SALTO TRIPLE: Caterine Ibargüen (33 años) vs. Yulimar Rojas (21). La colombiana Ibargüen va por su tercer oro seguido en un Mundial, el que sumaría al olímpico que conquistó en Río de Janeiro, donde la venezolana Rojas fue segunda. Rojas dio un aviso al superar por primera vez a Ibargüen en Roma en junio, pero la colombiana respondió con un triunfo en Mónaco.

El DOBLETE DE WAYDE VAN NIEKERK: El sudafricano fue la revelación en Río 2016 al batir el récord de los 400 que Michael Johnson fijó en 1999 y es lo más cerca que tiene el deporte de un heredero para Bolt. Buscará emular otra gesta de Johnson, como el primer hombre que consigue el doblete 200-400 desde 1995.

ELAINE THOMPSON: La jamaicana hizo historia en Río al convertirse en la primera mujer en barrer los 100 y 200 en una olimpiada desde Florence Griffith Joyner en 1988. Está invicta en los 100 este año y cuenta con la tercera mejor marca en los 200.

RUSOS NEUTRALES: Debido a la suspensión de la federación de Rusia por un escándalo de dopaje, los atletas del país presentes en Londres competirán en Londres como neutrales. Son 19 en total, incluyendo tres ex campeones mundiales. No podrán vestir los colores nacionales y, en caso de ganar, el himno ruso no podrá ser entonado.

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