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Tiroteo en el desfile de los Chiefs: una disputa pudo causarlo, dice la policía

KANSAS CITY, Mo.- Las autoridades de Kansas City dijeron el jueves que el tiroteo masivo que se desarrolló en medio de una multitud de personas durante la celebración de los Chiefs por el Super Bowl, pareció derivarse de una disputa entre varias personas.

La jefa de policía Stacey Graves dijo que las 22 personas heridas en el tiroteo tenían entre ocho y 47 años, y la mitad eran menores de 16 años. También resultó muerta una madre de dos hijos.

Tres personas fueron detenidas –dos de ellas menores de edad– y se recuperaron armas de fuego durante el caos, dijo la policía. Sin embargo, los investigadores han hecho un llamado a los testigos, las personas que tengan grabaciones en sus teléfonos celulares y las víctimas de la violencia para que llamen a una línea directa.

“Estamos trabajando para determinar la participación de otras personas. Y cabe señalar que hemos recuperado varias armas de fuego. Este incidente sigue siendo una investigación muy activa”, declaró Graves en rueda de prensa.

El tiroteo en el exterior de Union Station se produjo a pesar de la presencia de más de 800 agentes de policía que se encontraban en el edificio y en las inmediaciones, incluso en lo alto de estructuras cercanas, dijo el alcalde Quinton Lucas, quien asistió con su esposa y su madre y corrió en busca de seguridad cuando sonaron los disparos.

“Desfiles, mítines, escuelas, cines. Parece que casi nada es seguro”, dijo Lucas sobre los tiroteos masivos que siguen asolando la nación.

Antes del tiroteo, el desfile se había llenado de una multitud que se subía a los árboles, a los postes de la calle o a los tejados para tener una mejor visión. Los jugadores atravesaron la multitud en autobuses de dos pisos, mientras DJs y tambores anunciaban su llegada.

No está claro cuántas personas asistieron exactamente al desfile del Super Bowl. Cuando los Kansas City Royals ganaron la Serie Mundial en 2015, se calcula que 800 mil personas habían acudido a ese desfile de la victoria, rompiendo las expectativas en una ciudad con una población de unos 470 mil habitantes y un área metropolitana de unos 2 millones.

Los testigos describieron la confusión cuando comenzaron los disparos, que a algunos les sonaron como fuegos artificiales.

Algunas personas no corrieron al principio, pero otras se pusieron inmediatamente a cubierto. Al principio, la música de la celebración siguió sonando a pesar del caos. Y luego, unos instantes después de que cesaran los disparos, algunas personas caminaban como si nada hubiera pasado.

Gene Hamilton, de 61 años y habitante de Wichita, Kansas, dijo que le parecía desconcertante que la alegre música de la celebración siguiera sonando en medio de la confusión.

“Si la gente estaba disparando, debieron quitar la música”, dijo.

Ashley Coderre, de 36 años y vecina en Overland Park, Kansas, dijo que escuchó dos o tres disparos al salir de una panadería cerca de Crown Center, a un par de cuadras de Union Station. Dijo que la gente corría y gritaba.

Luego, de repente, la gente caminaba como si nada hubiera pasado: “Estábamos muy confundidos”.

Se trata de la más reciente celebración deportiva en Estados Unidos que se ve empañada por la violencia armada, tras un tiroteo que hirió a varias personas el año pasado en Denver, después del campeonato de la NBA de los Nuggets y un tiroteo el año pasado en un estacionamiento cerca del desfile del campeonato de la Serie Mundial de los Texas Rangers.

Los usuarios de las redes sociales publicaron impactantes videos de policías corriendo a través de la multitudinaria escena del miércoles, mientras la gente buscaba refugio y huía. En un video se veía a alguien practicando compresiones torácicas a una víctima mientras otra persona, que parecía retorcerse de dolor, yacía en el suelo cerca de ella. De fondo se oían gritos.

Otro video mostraba a dos personas persiguiendo y tacleando a una persona, sujetándola hasta que llegaron dos agentes de policía. En una entrevista concedida el jueves al programa Good Morning America de la cadena ABC, Trey Filter, de Wichita, Kansas, dijo que vio cómo perseguían a alguien y actuó.

“No podía ver mucho. Escuché: ‘¡tras ellos!’ Vi un destello a mi lado. Y recuerdo que salté y recuerdo que pensé: ‘Espero que este sea el tonto del que hablaban’”, dijo. “Empezaron a gritar: ‘¡Hay una pistola! ¡Hay una pistola!’”

Filter dijo que él y otro hombre mantuvieron inmovilizada a la persona hasta que llegaron los agentes. “Recuerdo que los agentes quitaron mis pies de encima suyo y en ese momento solo busqué a mi esposa y a mis hijos”, dijo.

No quedó claro de inmediato si la persona a la que mantuvo inmovilizada estaba implicada en el tiroteo, pero la esposa de Filter, Casey, vio un arma cerca y la recogió.

La mujer muerta en el tiroteo fue identificada por la emisora de radio KKFI-FM como Lisa Lopez-Galvan, presentadora de Taste of Tejano.

López-Galván, cuyo nombre de DJ era “Lisa G”, era una madre extrovertida y devota de una prominente familia latina de la zona, dijeron Rosa Izurieta y Martha Ramírez, dos amigas de la infancia que trabajaban con ella en una empresa de dotación de personal.

“Es el tipo de persona que se pondría delante de una bala por cualquiera: esa sería Lisa”, dijo Izurieta.

Kansas City lleva mucho tiempo luchando contra la violencia armada, y en 2020 fue una de las nueve ciudades seleccionadas por el Departamento de Justicia de Estados Unidos para combatir la delincuencia violenta. En 2023, la ciudad batió un récord con 182 homicidios, la mayoría de ellos con armas de fuego.

Lucas se ha unido a alcaldes de todo el país en el llamamiento a nuevas leyes para reducir la violencia con armas de fuego, incluida la obligatoriedad de la comprobación universal de antecedentes.

“Hicimos todo lo posible para que este evento fuera lo más seguro posible”, dijo Lucas, demócrata, en una entrevista en KMBC-TV el jueves. “Pero mientras tengamos tontos que cometan este tipo de actos, mientras les demos acceso a armas de fuego con este nivel de capacidad, entonces podremos ver incidentes como este”.

El desfile y la concentración fueron los terceros en cinco años tras las victorias de los Chiefs en el Super Bowl. Lucas dijo que puede ser el momento de reconsiderar cómo manejar la próxima si ganan de nuevo, tal vez con la celebración de un “evento mucho más pequeño” en el estadio Arrowhead, con los fans pasando por detectores de metales.

Lisa Money, de Kansas City, intentaba recoger confeti cerca del final del desfile cuando escuchó a alguien gritar: “¡Abajo, abajo, todos abajo!”. Al principio pensó que se trataba de una broma, hasta que vio al equipo SWAT saltando la valla.

“No puedo creer que ocurriera de verdad”, dijo Money. “¿Quién en su sano juicio haría algo así?”.

La vocera de University Health, Leslie Carto, dijo que dos de los ocho heridos de bala trasladados al hospital siguen en estado crítico. Uno se encuentra estable. Los otros cinco han sido dados de alta. El hospital también atendió a cuatro personas que no presentaban heridas de bala. Tres de ellas fueron dadas de alta, según Carto.

Stephanie Meyer, jefa de enfermería del Children’s Mercy Kansas City, dijo que se estaba tratando a 12 pacientes de la celebración, entre ellos 11 niños de entre 6 y 15 años, muchos de los cuales sufrieron heridas de bala. Se espera que todos se recuperen.

Cuando se le preguntó por el estado de los niños, Meyer respondió: “Miedo. La única palabra que usaría para describir lo que vimos y cómo llegaron a nosotros fue miedo”.

La vocera del Hospital St. Luke, Emily Hohenberg, dijo que una de las víctimas de los disparos en el hospital sigue en estado crítico. Cuatro personas que sufrieron heridas mientras huían tras el tiroteo fueron tratadas y dadas de alta.

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