Las tasas hipotecarias superan el siete por ciento por primera vez desde 2002
LOS ÁNGELES - El precio para comprar una casa dio un nuevo salto esta semana porque la tasa promedio de la popular hipoteca de tasa fija a 30 años superó el siete por ciento por primera vez desde 2002.
Precisamente el mes pasado las tasas subieron por encima del seis por ciento por primera vez en 14 años. El último y dramático salto hace que la compra de una casa sea aún más difícil y frena aún más un mercado que ya se tambalea por el aumento de los costos de los préstamos.
“Es una locura”, dijo Tressa Pope, una agente hipotecaria del área de Los Ángeles. “Las tasas aumentaron tan rápido que la gente no estaba preparada”.
Solo a principios de la década de 1980, otra época de alta inflación, las tasas aumentaron más rápido que en los últimos meses. Aunque las tasas siguen estando debajo del promedio histórico de 7.76 por ciento, el cambio repentino es lo que está sacudiendo al mercado.
Durante gran parte de la pandemia, las políticas de dinero disponible a un interés relativamente bajo de la Reserva Federal mantuvieron las tasas de interés hipotecarias debajo del tres por ciento y permitieron hacer ofertas cada vez más grandes.
Pero este año, la inflación y los esfuerzos del banco central por controlarla hicieron que las tasas aumenten más del doble.
Con las tasas aumentando tan rápidamente, los compradores han tenido que intentar comprar viviendas con valores fijados cuando el precio era bajo. Muchos no pueden.
Las ventas de casas se están desplomando en todo el país y, en algunos mercados, los precios están cayendo, pero no lo suficientemente rápido como para compensar el aumento de las tasas de interés.
El jueves, la empresa hipotecaria Freddie Mac, informó que el costo promedio de un préstamo hipotecario a 30 años a tasa fija fue del 7.08 por ciento esta semana, frente al 6.94 por ciento de la semana pasada y el 3.14 por ciento de un año antes.
Si las tasas se mantienen por encima del siete por ciento, los economistas dijeron que es probable que los precios bajen más que si se mantuvieran en el rango del seis por ciento, ya que la mayoría de los estadounidenses necesitan una hipoteca para ser dueños de una casa.
Pope, fundador de TPG Mortgage Lending, dijo que una “gran parte” de sus clientes están ahora al margen. O bien se quedaron fuera del juego, o no se atreven a tomar una mala decisión financiera, dada la incertidumbre sobre la dirección de los precios y las tasas de la vivienda.
Para los que todavía quieren y pueden comprar, puede ser una experiencia relativamente más fácil que a principios de año.
Las ofertas múltiples son mucho menos comunes, y los vendedores están cada vez más dispuestos a darle dinero a los compradores para pagar los gastos de cierre o reducir la tasa de interés.
Si los precios de las viviendas siguen bajando, esto podría compensar el aumento de las tasas de interés hipotecarias y permitir que más personas puedan comprar una casa.
Pero por ahora, el aumento de las tasas significa que, si alguien comprara una casa a los precios actuales, algo más bajos, seguiría pagando cientos de dólares más al mes que si la compra en el momento en el que esté al precio más alto, según un análisis de Zillow que supuso un 20 por ciento de entrada en ambos casos.
Un número creciente de economistas espera que los precios sigan bajando al menos hasta 2023. Y un reciente pronóstico de Mortgage Bankers Association predijo que a finales del próximo año las tasas habrán caído hasta alrededor del 5.4 por ciento, impulsados por la desaceleración de la economía.
Muchos expertos no pronostican un desplome de la vivienda similar al que ocurrió durante la Gran Recesión, en gran parte por el endurecimiento de las normas de préstamos. Pero algunos analistas afirman que los precios de la vivienda podrían seguir disminuyendo dos dígitos porcentuales desde su punto máximo.
