La inflación amenaza a los compradores frente al Black Friday
noviembre 25, 2022 - 10:05 am
NUEVA YORK (AP) - El Black Friday marca el regreso a los patrones habituales de compras festivas, pero la inflación está afectando a los consumidores.
Los elevados precios de los alimentos, la renta, la gasolina y otros costos del hogar repercuten en los compradores. Como resultado, muchos se resisten a gastar, a menos que haya una gran venta y están siendo más selectivos con lo que van a comprar, en muchos casos, cambiando a cosas más baratas y tiendas menos costosas.
Los compradores también recurren más a sus ahorros, usando cada vez más a los servicios de “compra ahora, paga después”, como Afterpay, que permite a los usuarios pagar los artículos a plazos, así como agotando sus tarjetas de crédito en un momento en que la Reserva Federal está aumentando las tasas para enfriar la economía de Estados Unidos.
Estas dificultades financieras podrían impulsar a los compradores a buscar ofertas.
Isela Dalencia, que a principios de esta semana estaba comprando productos básicos para el hogar, como detergente, en un Walmart de Secaucus, Nueva Jersey, dijo que está retrasando la compra de regalos para las fiestas hasta el Cyber Monday -el lunes después de Thanksgiving-, cuando se aceleran las ventas por internet. Entonces, volverá a esperar hasta la semana anterior a Navidad para conseguir las mejores ofertas, a diferencia del año pasado, cuando empezó a comprar antes del Black Friday.
“Estoy comprando menos”, dijo Dalencia, señalando que este año gastará unos 700 dólares en regalos para las fiestas, un tercio menos que el año pasado.
Katie Leach, una trabajadora social de Manhattan, también estaba recorriendo los pasillos de Walmart, pero dijo que empezará a hacer sus compras festivas durante la primera semana de diciembre, como siempre. Esta vez, sin embargo, dependerá más de las ofertas, de su tarjeta de crédito y de los servicios de “compra ahora, paga después” para superar la temporada de compras, debido al aumento de los precios de los alimentos y otros gastos del hogar.
“El dinero no alcanza tanto como el año pasado”, dijo Leach.
Las tendencias de este año contrastan con las de hace un año, cuando los consumidores compraban con antelación por miedo a no conseguir lo que necesitaban en medio de los atascos en la red de suministro. Las tiendas no tuvieron que hacer muchos descuentos porque les costaba traer artículos.
Pero algunos hábitos pandémicos continúan. Muchos de los minoristas que cerraron sus tiendas en Thanksgiving y que, en su lugar, promovieron los descuentos en sus sitios web para reducir las aglomeraciones en las tiendas, siguen manteniendo esas estrategias, a pesar de la vuelta a la normalidad.
Los principales minoristas, como Walmart y Target, vuelven a cerrar sus tiendas en Thanksgiving. Y muchos se alejaron de los “doorbusters”, los artículos con grandes descuentos que se ofrecían por tiempo limitado y que atraían a las multitudes. En lugar de eso, ofrecen artículos rebajados durante todo el mes, el Black Friday o el fin de semana festivo.
En el contexto económico actual, la Federación Nacional de Minoristas, el mayor grupo de comercio minorista, prevé que el crecimiento de las ventas de las fiestas se desacelerará hasta un rango del seis al ocho por ciento, desde el vertiginoso crecimiento del 13.5 por ciento de hace un año. Sin embargo, estas cifras, que incluyen el gasto por internet, no están ajustadas a la inflación, por lo que el gasto real podría incluso ser inferior al de hace un año.
Adobe Analytics prevé que las ventas por internet aumenten un 2.5 por ciento entre el uno de noviembre y el 31 de diciembre, lo que supone una desaceleración respecto al ritmo del 8.6 por ciento del año pasado, cuando los compradores no estaban seguros de volver a las tiendas físicas.
Los analistas consideran que el fin de semana del Black Friday de cinco días, que incluye el Cyber Monday, es un barómetro clave de la disposición de los compradores de gastar, especialmente este año. El periodo de dos meses entre Thanksgiving y Navidad representa alrededor del 20 por ciento de las ventas anuales del sector minorista.