La Fuerza Aérea y el FBI hacen redada en casas para investigar el sitio web de Área 51

Agentes de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos y del FBI recientemente registraron viviendas en los Condados Clark y Lincoln en el marco de una investigación sobre un hombre que opera un sitio web sobre la base militar ultrasecreta conocida como Área 51, según informó el miércoles un portavoz.

La Oficina de Investigaciones Especiales de las Fuerzas Aéreas (OSI) y el FBI entraron en las casas de Joerg Arnu en Las Vegas y en el pequeño pueblo de Rachel el 3 de noviembre e incautaron posibles pruebas para una investigación conjunta de la agencia que no fue revelada, según el teniente coronel Bryon McGarry, portavoz de la Base Aérea Nellis de Las Vegas.

“Se trata de una investigación policial abierta y en curso entre el FBI de Las Vegas y la OSI de las Fuerzas Aéreas”, dijo McGarry en un comunicado.

No quiso dar más detalles sobre la base de la investigación, pero Arnu, de Las Vegas, es el administrador de un sitio titulado Dreamland Resort, centrado en el Área 51, una base de las Fuerzas Aéreas en el Condado Lincoln, a unas 120 millas al noroeste de Las Vegas, donde se realizan pruebas con aviones militares nuevos y clasificados de Estados Unidos.

Dreamland Resort, en dreamlandresort.com, iniciado por Arnu en 1999, presenta videos de YouTube tomados desde drones que sobrevuelan lugares cercanos al Área 51, imágenes de satélite de la base, un foro de debate con mensajes sobre el tema, artículos sobre vuelos de prueba, “proyectos negros” y ovnis, y lo que dice que son fotos de nuevos vehículos, como el llamado avión furtivo no tripulado “supersecreto” Northrop Grumman RQ-180, que se muestra volando en 2021.

Arnu, contactado por correo electrónico el miércoles, declinó hacer comentarios hasta que pueda hablar con su abogado. Pero remitió un comunicado de prensa publicado en su página web la semana pasada en el que contaba su versión de la historia.

“Creo que la redada, ejecutada con una fuerza totalmente innecesaria por agentes gubernamentales demasiado entusiastas, pretendía ser un mensaje para silenciar a la comunidad de investigadores del Área 51”, dijo.

Arnu dijo que sus dos casas fueron asaltadas “sin previo aviso” el 3 de noviembre “por 15 a 20 agentes con todo el equipo antidisturbios”. Los agentes rompieron las puertas mientras Arnu estaba en la casa de Rachel y su novia en la de Las Vegas, y luego “fueron detenidos y tratados de la forma más irrespetuosa”.

“A mi novia la sacaron a la calle descalza y solo en ropa interior a la vista de los vecinos”, dijo. “A mí me llevaron fuera, esposado y solo con una camiseta y pants a temperaturas bajo cero”.

Tras preguntar a los agentes por qué habían venido, “solo me dijeron que el registro estaba relacionado con imágenes publicadas en mi sitio web del Área 15”.

Durante la redada, afirmó que le incautaron todos sus “laptop, teléfonos, discos duros de respaldo, equipo fotográfico y mi dron”, lo que significó que perdió registros médicos, fiscales y financieros, contactos personales y fotos. Estimó el costo de los daños en su casa en cinco mil dólares y el valor del equipo confiscado en 20 mil dólares.

“Incluso se llevaron mi teléfono, dejándome en Raquel con dos puertas rotas y sin poder comunicarme ni llamar para pedir ayuda”, dijo.

Arnu afirma que a la orden de inspección le faltaban 40 páginas y que el expediente del caso estaba sellado, lo que le impedía leerlo. El FBI no le ha devuelto las llamadas telefónicas, añadió.

“En este momento no me queda más remedio que emprender acciones legales para intentar recuperar mi equipo y solicitar el reembolso de los daños”, dijo.

Sandy Breault, portavoz del FBI, declaró en un correo electrónico que la agencia “declina hacer comentarios”.

Para intentar “calmar la situación”, Arnu dijo que había decidido retirar parte del material de su sitio “aunque creo que se obtuvo legalmente y es legal publicarlo. No comparto nada en mi sitio web que no se pueda encontrar en docenas de otros sitios web y publicaciones de medios de comunicación”.

Dijo que no retiraría nada más a menos que se lo ordenara un juez federal.