Para algunos valedictorians del Condado de Clark, la cima ya está muy saturada
mayo 28, 2019 - 10:46 am
Olivia Yamamoto se graduó por excelencia académica de Coronado High School en Henderson.
Lo mismo hicieron 29 de sus otros compañeros de clase.
Yamamoto es una de los muchos estudiantes de excelencia académica (o valedictorian) que comparten el honor con otros estudiantes en esta temporada de graduación. Numerosas preparatorias del Distrito Escolar del Condado de Clark, particularmente aquellas que son académicamente competitivas, cuentan con más de un “Número 1” cuando se despiden de las clases de 2019.
Los números preliminares de principios de mayo indicaron que la Preparatoria Palo Verde en Las Vegas graduaría 16 alumnos valedictorians, por ejemplo. Se esperaba que Foothill High School en Henderson tuviera 18.
La dilución del título honorable, tradicionalmente reservado para el/la estudiante que obtiene las calificaciones más altas en su clase de graduación, es el resultado de una política del distrito en los libros durante años. Establece un límite de promedio de calificación (Grade Point Average, GPA) de 4.8: la calificación más alta que se puede obtener con puntos de bonificación por tomar cursos avanzados.
La Clase de 2019, sin embargo, será una de las últimas en ver grandes grupos de graduados por excelencia después de un cambio que elimina el límite de promedio de calificaciones que comenzará con la Clase de 2021. Es parte de un esfuerzo por lograr uniformidad en la forma en que las escuelas calculan el estado de excelencia, mientras que también permite que los estudiantes que repiten cursos sean elegibles para el honor.
Es probable que el cambio haga que el título de valedictorian sea más exclusivo, pero los actuales y antiguos expertos en el tema señalan que también hará que un entorno académico ya competitivo sea aún más feroz.
“No tener límite significa que los jóvenes van a comenzar a tomar clases de Colocación Avanzada en la secundaria y van a sobrecargar su horario con demasiadas de ellas”, determinó Yamamoto. “Y ese nivel de estrés y abundancia de tareas es más probable que sea negativo para su salud mental”.
Alcanzar el límite de GPA actual de 4.8 ya requiere tomar una mezcla de cursos desafiantes.
Los cursos de honores tienen un peso adicional de 0.025 por semestre. Los cursos de Colocación Avanzada o de Bachillerato Internacional aportan un peso adicional de 0.05. Sin embargo, hay un límite para la cantidad de cursos que pueden contar para el límite de GPA.
La configuración significa que los estudiantes de excelencia pueden provenir de una variedad de orígenes diferentes, algunos, como Yamamoto, pueden haber tomado 12 clases de Colocación Avanzada. Otros pueden haber tomado solo el número necesario para alcanzar el GPA máximo.
Pero Yamamoto dijo que no siente que ser uno de los muchos alumnos de excelencia reste reconocimiento.
“Honestamente, creo que es bueno que muchos de nosotros podamos tener éxito así, porque conozco a la mayoría de estas personas desde la primaria”, agregó.
Karen Bolano, una de las más valiosas en la clase de Las Vegas High School de 2017, comentó que aún se sentía honrada a pesar de haber compartido el título de valedictorian.
Tampoco le preocupó compartir su discurso de graduación con ellos. Cada estudiante tuvo unos minutos para hablar, relató ella.
“No sentí que el ambiente fuera súper competitivo”, dijo. “Todos queríamos ser buenos y hacer bien”.
Pero la eliminación del límite definitivamente hará que las cosas sean más competitivas, indicó, señalando que ella y sus compañeros de clase habrían hecho cualquier cosa para obtener el GPA más alto.
“Muchos de nosotros empezamos a planearlo desde el primer año y la secundaria, ‘está bien, llegaremos al puesto número uno y vamos a trabajar duro en la preparatoria para mantenernos allí’”, afirmó Bolano, ahora una estudiante de la UNLV. “Entonces (bajo el nuevo sistema) habríamos estado mucho más estresados de lo que ya estábamos”.
Louis Shulman, quien se graduó de Coronado en 2017 como uno de los aproximadamente 30 valedictorians, señaló que se lo tomó con más facilidad durante su último año de preparatoria y que aún así obtuvo el 4.8.
“Sé que todo lo que debía hacer era llegar al puntaje máximo y luego simplemente me la llevé tranquila”, relató Shulman, quien tomó nueve cursos de Colocación Avanzada. “Sólo me aseguré de siempre obtener As”.
Pero sin el límite aseveró, también se habría esforzado por hacer lo que fuera necesario para obtener el primer lugar.
“Creo que podría haberlo manejado”, dijo sobre empujarse a sí mismo. “No sé si eso hubiera sido necesario, pero probablemente hubiera estado tentado a hacerlo, y sé que otros también”.
Diferentes colegios, diferentes reglas
El impulso para cambiar la política surgió, en parte, de la experiencia de una graduada de Coronado en 2017.
Destiny Farley estaba a punto de graduarse como valedictorian cuando le informaron que había quedado descalificada del título.
Ella repitió dos cursos, Geometría y Álgebra I, en un intento por obtener mejores calificaciones. Obtuvo una A la segunda vez en ambos, reemplazando una calificación más baja obtenida la primera vez. Más tarde descubrió que repetir las clases la descalificaba para obtener el estatus de valedictorian bajo una regla vigente en Coronado.
Ella quedó absolutamente desmoralizada.
“Cargué esa experiencia conmigo (por un tiempo) y todavía lo hago, de alguna manera”, apuntó Farley, también estudiante de la UNLV. “Nunca he sido una persona que haya sido buena en manejar el fracaso porque no fracaso mucho, así que fue como mi primer gran golpe”.
Esa regla, sin embargo, varía de una escuela a otra.
Farley habría sido una valedictorian en las preparatorias Sierra Vista y Spring Valley, por ejemplo, donde le permiten a los estudiantes de excelencia académica estudiar cursos repetidos.
La nueva política elimina la discrepancia, lo que permite a los estudiantes que repiten cursos ser elegibles para el estatus de valedictorian o salutatorian (el segundo con las mejores calificaciones).
“Esta fue nuestra manera de tratar de garantizar que los estudiantes que tienen la voluntad y la agresividad para repetir una clase, también deben ser elegibles para esa posición”, argumentó Mike Barton, director de la universidad, carrera y equidad del distrito escolar.
¿Importa?
A pesar de un impulso competitivo para llegar a la cima, los expertos universitarios dicen que ser valedictorian no garantiza la admisión a la universidad, incluso si es una consideración.
Lisa Sohmer, consejera independiente de admisiones de universidades y ex miembro de la junta de la Asociación Nacional para Consejería de Admisión Universitaria, indica que las universidades aún analizan los logros individuales de los estudiantes, analizan si han tomado todos los cursos avanzados disponibles y si han obtenido buenos resultados.
“Si hay un límite, llegarás a él y si no hay, todavía contarás con el GPA más alto reportado por la escuela”, explicó.
Steve Maples, director de admisiones de la Universidad de Nevada Reno, añadió que la escuela no toma en consideración el estatus de valedictorian.
La escuela hace su propio cálculo de GPA, enfatizó, y observa si los estudiantes se desafiaron a sí mismos en la preparatoria.
Los estudiantes como Yamamoto, después de todo, son más que un número. Participó activamente en la Legislatura Juvenil de Nevada y en el Comité Asesor Estudiantil del distrito. Ahora ella se dirige a la Universidad de Georgetown en Washington.
Farley, por su parte, dijo que está tratando de manejar su personalidad competitiva. Ella todavía está apuntando hacia graduarse con summa cum laude en la universidad, pero para los futuros graduados de preparatoria, ella recomienda esto: No permitan que la búsqueda de los honores los consuma.
“Eso no es todo lo que hay para ti”, concluyó. “Ser un valedictorian no dice nada acerca de quién eres como persona, y realmente no dice mucho sobre lo que vas a contribuir al mundo”.