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Vashti Cunningham, única esperanza de Estados Unidos en el salto de altura olímpico

Desde que era una adolescente prodigio en Bishop Gorman High School, Vashti Cunningham se ha enfrentado a grandes expectativas.

Es hija de un antiguo quarterback estrella de la NFL y de la UNLV, y desde hace tiempo se la considera la mayor esperanza de Estados Unidos para ganar una medalla de oro olímpica en salto de altura.

El sábado en Tokio, será la única esperanza del país. Cunningham será una de las 14 competidoras de la final de salto de altura femenino que intentará al menos alcanzar el podio de las medallas. La prueba comienza a las 3:35 a.m., hora de Las Vegas.

“Subir al estrado no es tan fácil como la gente piensa, pero creemos que es posible”, comentó Randall Cunningham, su padre y entrenador. “Significaría mucho”.

Randall Cunningham dijo que estaba previsto que lloviera, pero le dijo a su hija mucho antes de llegar a Japón que tenía que prepararse para las condiciones de humedad. También están trabajando por la noche para compensar el comienzo más tardío de la prueba; la final empieza a las 7:35 p.m., hora local.

Esta es la segunda participación olímpica de Cunningham. Quedó en el lugar número 13 en los Juegos de 2016 en Río de Janeiro, donde Cunningham fue la atleta estadounidense más joven en clasificarse en atletismo en los Juegos Olímpicos desde 1980.

Ahora, cinco años después, a los 23, es una atleta más veterana y tiene resultados que la avalan. Cunningham saltó seis pies para ganar la prueba de la American Track League en febrero en Fayetteville, Arkansas.

Luego, en mayo, en Chula Vista, California, logró la mejor marca de su carrera, 6-7½. Ese salto fue el segundo mejor del mundo este año, solo por detrás del 6-9 de la ucraniana Yaroslava Mahuchikh.

Cunningham es la cuarta del mundo.

“No sé si está llegando a su punto máximo”, dijo Randall Cunningham. “Estamos intentando llegar a ese lugar”.

El jueves, en hora de Tokio, Cunningham hizo que la clasificación fuera un poco más dramática de lo que hubiera preferido. Falló en sus dos primeros intentos en la altura de clasificación automática de 6-5, pero despejó fácilmente en su tercer y último intento.

“Muchas de las chicas que lo estaban haciendo bien durante el año no pudieron pasar la ronda de clasificación”, comentó Randall Cunningham. “Así que estamos muy contentos de que ella haya sido capaz de llegar allí”.

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