‘Un joven extraordinario’: Jugadores y entrenadores de la UNLV recuerdan a Ryan Keeler
La primera vez que el linebacker Elijah Shelton vio a Ryan Keeler en el campo, apenas creía lo que estaba viendo.
Keeler, un pasador de seis pies seis pulgadas, 275 libras, había llegado a la UNLV unas semanas antes del campamento de otoño después de transferirse de Rutgers. Los linemen Rebels comenzaron su primera práctica haciendo algunos ejercicios de uno contra uno, y Shelton se sorprendió de la facilidad con la que Keeler pasó a través de diferentes movimientos y venció a su oponente.
“Estoy viendo a Ryan hacer sus repeticiones, sin tener ni idea de quién es”, dijo Shelton. “Volteé hacia nuestro entrenador de la línea D y le dije: ‘¿Quién es este chico blanco que hace todos estos movimientos?”.
Keeler, de 20 años, fue encontrado muerto en una cama en un apartamento estudio el lunes en Las Vegas, dijo la oficina forense del Condado Clark. La hora de su muerte fue las 4:05 p.m.
La causa y la forma de la muerte no estaban disponibles hasta el martes por la tarde. La Policía Metropolitana no confirmó si estaba investigando la muerte.
Los compañeros de equipo y entrenadores que conocían a Keeler lo describen como una persona positiva, desinteresada, trabajadora y genuina, cuyo carácter y espíritu creaban una personalidad magnética. Kenwick Thompson, su entrenador de posición durante la temporada 2022, llamó a Keeler “un Rebel de corazón”.
“Era el tipo de compañero de equipo y el tipo de persona que querrías que representara a la escuela”, dijo Thompson, “simplemente un joven extraordinario”.
Shelton llamaba a Keeler su mejor amigo en el programa. Estaban en los extremos opuestos del espectro de la experiencia - Shelton en su tercera escuela en cinco temporadas, mientras que Keeler tenía sólo dos años en su carrera universitaria. También procedían de entornos muy diferentes, dijo Shelton, que es de Utah y se describe a sí mismo como mestizo, mientras que Keeler es blanco y del Medio Oeste.
Sin embargo, Shelton dijo que Keeler tenía una honestidad, un entusiasmo y una autenticidad que le hacían sentirse como un hermano menor.
Adam Plant Jr., exjugador de la UNLV, estuvo de acuerdo. Dijo que Keeler siempre aportaba energía positiva a los entrenamientos. Al resto de los outside linebackers les encantaba escucharle presumir de su ciudad natal, Chicago, y su humor era una pieza clave de la química del equipo.
Plant dijo que Keeler se había puesto en contacto con él para desearle un feliz cumpleaños el 11 de febrero. Plant también recuerda haber hablado sobre el futuro con su amigo mientras conducían hacia una cena de Thanksgiving en casa de Thompson: cómo sería ser exalumno, cómo iban a seguir en contacto una vez que Plant se graduara y la hermandad que habían construido.
“Dice mucho de quién era, como persona, el hecho de haber tenido ese tipo de impacto solo con pasar una temporada con nosotros”, afirmó Plant.
Shelton y Thompson tenían historias similares sobre Keeler. Thompson, el exentrenador de outside linebackers de la UNLV, dijo que Keeler siempre estaba dispuesto a probar algo nuevo. Por ejemplo, estaba abierto a cambiar de posición a outside linebacker a pesar de haber llegado originalmente como defensive lineman.
Pero Thompson, que es afroamericano, dijo que su anécdota favorita sobre Keeler tenía que ver con un corte de pelo. El cabello de Keeler estaba fuera de control, así que el equipo lo convenció para que fuera por primera vez a una peluquería afroamericana. Todos los outside linebackers fueron, y el grupo se unió por la nueva experiencia de Keeler.
“Era ese tipo de chico”, dijo Thompson. “Abierto a todo, positivo ante cualquier cosa que surgiera”.
Shelton recuerda la salida de Keeler contra Air Force. Siempre se sentaban uno al lado del otro en el autobús hacia el partido, y con Plant lesionado, Keeler se preparaba para una de sus primeras grandes oportunidades de jugar.
Desató un diluvio de preguntas sobre Shelton acerca de su papel, las coberturas y el reporte de scouting, tratando de asegurarse de que estaba preparado. Pero después de calmarse, Keeler salió del partido con su primer sack.
Shelton estaba orgulloso de compartir ese momento con su amigo, uno de los muchos recuerdos que atesorará a pesar de conocer a Keeler desde hacía menos de un año.
“Nunca conocí a nadie como Ryan”, dijo Shelton. “Lo digo sinceramente. Era divertidísimo, un amigo realmente leal. Nos veía envejeciendo y siendo tan unidos como lo fuimos en estos seis meses que estuvimos juntos”.
La información sobre los servicios funerarios no estaba disponible.
