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¿Cuáles son las opciones quirúrgicas para tratar la apnea del sueño?

Pregunta: Me diagnosticaron apnea obstructiva del sueño y me recetaron una máquina de presión positiva continua en la vía respiratoria (CPAP). Sin embargo, no parece estar ayudando. Mi médico me dijo que debería plantearme un tratamiento quirúrgico. ¿Cuáles son las opciones quirúrgicas habituales para tratar la apnea obstructiva del sueño y cómo es la recuperación de este tipo de operaciones?

Respuesta: La apnea obstructiva del sueño es un trastorno en el que el sueño se ve interrumpido por la falta de un buen flujo de aire a través de las vías respiratorias (boca, nariz, garganta) durante el sueño. Las personas que padecen este trastorno no solo sufren una falta de sueño reparador, sino que también corren el riesgo de sufrir muchos problemas médicos, como hipertensión, enfermedades cardiovasculares y embolias, así como accidentes laborales o de tráfico. La apnea obstructiva del sueño es frecuente y se calcula que afecta a entre 20 y 30 millones de personas en Estados Unidos.

La primera opción de terapia de la apnea obstructiva del sueño es algún tipo de presión positiva en las vías respiratorias, comúnmente llamada CPAP. Esta presión actúa sobre los tejidos blandos de las vías respiratorias durante el sueño. Por desgracia, hay muchas personas que no la toleran bien por problemas de claustrofobia, paso de aire al estómago o formas faciales que no permiten un buen ajuste del cubrebocas.

Afortunadamente, existen opciones quirúrgicas para estos pacientes. Sin embargo, la decisión de abandonar el tratamiento con presión positiva en las vías respiratorias no debe tomarse a la ligera, ni antes de que el paciente intente realmente tolerar la CPAP. Los cambios en la administración de la presión, el ajuste del cubrebocas y otras técnicas a menudo pueden hacer que la CPAP sea más tolerable y satisfactoria. Trabaje con su especialista del sueño para asegurarse de que ha agotado todas las opciones no quirúrgicas, ya que la cirugía conlleva riesgos.

Muchas opciones quirúrgicas intentan eliminar el tejido sobrante de las vías respiratorias que colapsa durante el sueño o sujetar los tejidos de forma que le ayuden a respirar mejor.

Las operaciones más sencillas son las de tejidos blandos de las zonas nasal, oral o de la garganta, que eliminan o recolocan tejidos. Suelen ser cirugías ambulatorias, por lo que puedes irte a casa el mismo día. Dependiendo de lo que se haga, la recuperación suele implicar el tratamiento del dolor; el cuidado de la herida, como enjuagues nasales u orales; modificaciones dietéticas a corto plazo; y quizá una semana de baja laboral.

Dado que se trata de operaciones de menor magnitud y menor riesgo, suelen ser más útiles en casos de apnea obstructiva del sueño templada o moderada, y sus tasas de éxito son, en general, inferiores a las de cirugías más complejas. Sin embargo, una vez curados, los pacientes no necesitan usar una máquina u otro dispositivo por la noche.

Otra opción más reciente es usar un estimulador nervioso para ayudar a los músculos de la lengua y el paladar a mantenerse abiertos durante el sueño. Un estimulador del nervio hipogloso es algo así como un marcapasos para las vías respiratorias. Usa una pequeña batería bajo la piel del pecho con sensores que detectan cuándo inhalas por la noche y cables que estimulan los músculos de las vías respiratorias para que permanezcan abiertas. Este dispositivo se implanta quirúrgicamente y los pacientes lo activan cuando se van a dormir.

La recuperación es similar a la de las cirugías de tejidos blandos, y los pacientes pueden volver al trabajo con bastante rapidez. El impacto en la dieta y los problemas de cuidado de las heridas son menores que con la cirugía de tejidos blandos. Puede ser una opción muy útil en algunos pacientes y tiene mucho éxito, pero existen algunas restricciones, como el peso corporal y la gravedad de la apnea obstructiva del sueño, que eliminan a algunos pacientes como candidatos.

Por último, algunos pacientes con enfermedades graves u obesidad que no son candidatos a las operaciones menores pueden ser candidatos a la cirugía de los propios huesos faciales. Estos abordajes quirúrgicos desplazan las inserciones óseas de los tejidos blandos a una posición en la que las vías respiratorias permanecen abiertas por la noche. Estas operaciones son útiles en pacientes con problemas de desarrollo óseo facial, como mandíbula o mentón retraídos, ya que estos pacientes tienen un riesgo mucho mayor de colapso de los tejidos blandos.

La cirugía ósea recoloca el maxilar inferior en el lugar donde debería haber tenido un crecimiento más normal. Estas operaciones óseas son más complicadas, suelen requerir una estancia hospitalaria de una o dos noches y tienen un mayor impacto en los pacientes debido a las restricciones en la dieta y la actividad, la hinchazón y, a veces, cambios en el aspecto facial (normalmente positivos). Curiosamente, estas cirugías son menos dolorosas que las operaciones de tejidos blandos. Tienen mucho éxito y no requieren ningún esfuerzo por parte del paciente después de la cirugía.

Determinar qué opciones quirúrgicas son adecuadas para cada paciente requiere un planteamiento meditado. Pero es crítico que tengas un tratamiento a largo plazo de tu apnea obstructiva del sueño para evitar complicaciones médicas

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