James White
La vida del joven neoyorquino James White está a punto de desparramarse por todas partes. Al hecho de que su vida se encuentra completamente a la deriva, el cáncer terminal que padece su madre está a punto de acabar con lo poco que le queda de cordura.
Esta es la premisa del debut en el largometraje de Josh Mond, productor de Martha Marcy May Marlene, Simon Killer y Afterschool, muy en línea con sus películas, dominadas por un único y joven protagonista envuelto en una etapa de traumática transformación.
James White, donde Mond repite equipo con Antonio Campos — director de Simon Killer, aquí productor– fue presentada en el pasado festival de Sundance (donde se alzó con el premio NEXT del Público) y prácticamente todas las críticas coincidieron en que su convencional argumento es elevado por el dinamismo y la garra de su puesta en escena, parte de la cual se debe a la foto del inmensamente prometedor Mátyás Erdély (Son of Saul), y por sus interpretaciones, en particular las de su protagonista, Christopher Abbott, y Cynthia Nixon (Sexo en NY) en el papel de su madre.
