El Vaticano asegura que el Papa no quería herir a México con sus palabras.
febrero 27, 2015 - 3:00 pm
“La Santa Sede considera que el término ‘mexicanización’ de ninguna manera tendría una intención estigmatizante hacia el pueblo de México y, menos aún, podría considerarse una opinión política en detrimento de una nación que viene realizando un esfuerzo serio por erradicar la violencia y las causas sociales que la originan”.
“Estamos satisfechos por la respuesta pronta de la Santa Sede y por el contenido de la nota”
Así lo confirmó la Embajada de México ante la Santa Sede en un comunicado remitido a los medios, después de que la Secretaría de Estado vaticana se pusiera en contacto con el embajador de México ante la Santa Sede, Mariano Palacios Alcocer.
En la misiva, según la Embajada mexicana, “la Santa Sede reconoció el excelente momento por el que atraviesan las relaciones con México” y afirmó que Jorge Bergoglio “en ningún momento, ha pretendido herir los sentimientos del pueblo mexicano ni los esfuerzos del gobierno del país”.
En la nota de prensa enviada a los medios, el país latinoamericano subrayó que “la Santa Sede reconoció que los programas implementados por el Gobierno de México para la preservación de la paz y la tranquilidad sociales conllevan a enfrentar las causas que la originan”.
“De ahí -prosiguió- que el papa Francisco haya insistido a los obispos mexicanos sobre la conveniencia de establecer programas de cooperación y colaboración respetuosa con las instancias públicas para sumar esfuerzos en tal propósito”.
Así lo confirmó la Embajada de México ante la Santa Sede en un comunicado remitido a los medios, después de que la Secretaría de Estado vaticana se pusiera en contacto con el embajador de México ante la Santa Sede, Mariano Palacios Alcocer.
En la misiva, según la Embajada mexicana, “la Santa Sede reconoció el excelente momento por el que atraviesan las relaciones con México” y afirmó que Jorge Bergoglio “en ningún momento, ha pretendido herir los sentimientos del pueblo mexicano ni los esfuerzos del gobierno del país”.
En la nota de prensa enviada a los medios, el país latinoamericano subrayó que “la Santa Sede reconoció que los programas implementados por el Gobierno de México para la preservación de la paz y la tranquilidad sociales conllevan a enfrentar las causas que la originan”.
“De ahí -prosiguió- que el papa Francisco haya insistido a los obispos mexicanos sobre la conveniencia de establecer programas de cooperación y colaboración respetuosa con las instancias públicas para sumar esfuerzos en tal propósito”.
Además, aseguró que “la Santa Sede considera que la gravedad del fenómeno del narcotráfico en Latinoamérica ha obligado a que los gobiernos, como es el caso de México, establezcan programas para combatir la violencia, devolver la paz y la tranquilidad a las familias, incidiendo sobre las causas sociales que la originan”.
Con la respuesta de la Santa Sede, México da por finalizada la polémica en torno a este asunto “por vía diplomática”.
“Estamos satisfechos por la respuesta pronta de la Santa Sede y por el contenido de la nota”, afirmó el embajador de México ante la Santa Sede, Mariano Palacios Alcocer, en una entrevista con Efe.
Y añadió: “La polémica por la vía diplomática ha quedado zanjada, independientemente de que el tema dará para comentarse”.
Estas declaraciones de la Santa Sede se producen un día después de que el papa Francisco mostrara su preocupación por el avance del narcotráfico en Argentina en una carta dirigida al legislador porteño Gustavo Vera, en la que pidió “evitar la mexicanización” del país.
“Estuve hablando con algunos obispos mexicanos y la cosa es de terror”, afirmó el pontífice en la misiva, publicada en la página web de la organización no gubernamental La Alameda, que preside Vera.
La carta fue una respuesta a un mensaje previo de Vera en el que le advirtió sobre el crecimiento “sin pausa” del narcotráfico en Argentina y le informó sobre las próximas denuncias que va a poner en marcha a través de la ONG, que lucha contra la trata de personas y el trabajo esclavo.