Una vez profesor, este reservado propietario de Las Vegas construyó un imperio y 6 murieron después de eso
marzo 2, 2020 - 10:43 am
Un incendio mortal en un apartamento en el centro de Las Vegas expuso un imperio inmobiliario en crisis donde las cuentas de la propiedad quedaron sin pagar, los trabajadores reclamaron el robo de salarios y los inspectores emitieron cientos de violaciones al código de salud y seguridad.
Adolfo Orozco, un ex profesor descrito como “extremadamente privado”, supervisa el multimillonario portafolio, el cual formó con su esposa y cuatro compañías vinculadas a ellos, según una investigación del Las Vegas Review-Journal.
Es una imagen de riqueza que se extiende por todo el valle de Las Vegas: edificios de apartamentos y hoteles repletos de estudios, bolsillos de casas de alquiler y una mansión de seis mil 250 pies cuadrados donde la pareja parece vivir, enclavada en una comunidad cerrada y vigilada en las estribaciones del valle del sur, según los registros.
Pero el incendio de los apartamentos del Motel Alpine llevó escrutinio al propietario al mando, desencadenando una investigación criminal y exponiendo a Orozco a demandas por homicidio culposo. La tragedia de diciembre dejó seis muertos y los inspectores observaron más de 40 violaciones del código de incendios, incluida una puerta de salida cerrada con llave desde el exterior.
Orozco se armó con abogados defensores de alto perfil. Pero los problemas plagaban su empresa mucho antes del incendio, según entrevistas con antiguos inquilinos convertidos en trabajadores y cientos de documentos examinados por el Review-Journal.
Las personas que Orozco contrató eran a menudo pobres o sin hogar, luchando por asegurar un trabajo y un techo, ya fuera por dificultades personales, adicciones o condenas penales previas. Les ofrecía un lugar para quedarse y trabajar.
Pero muchos le comentaron al Review-Journal que nunca recibieron un cheque de pago o un flujo de efectivo consistente de Orozco.
Los registros también muestran que las cuentas de servicios básicos en las propiedades a menudo no se pagaban, junto con los impuestos sobre la propiedad y las tasas de la licencia comercial. Múltiples propiedades se enfrentaron a procedimientos de ejecución hipotecaria, e inspectores del gobierno encontraron cientos de violaciones a los códigos de incendio, salud y construcción.
“Es un verdadero casero de los barrios bajos”, describió Audrey Palmer, quien limpiaba habitaciones y trabajó en seguridad para Orozco mientras vivía en los Alpine durante siete años. “No cuida de su gente”.
Orozco, quien también se hace llamar Adolfo Orozco-García, aún no ha concedido una entrevista o emitido una declaración desde el incendio. Dominic Gentile, su abogado defensor, revisó los hallazgos del Review-Journal pero rechazó repetidas solicitudes de entrevista.
Pero aquellos que conocían a Orozco, así como los documentos públicos, ayudaron a reconstruir partes de su vida.
El padre de 43 años solo ha vivido en el Valle de Las Vegas desde el 2013, según los registros. Pero ha estado acumulando su horda de propiedades locales desde al menos 2004, cuando (antes del imperio, antes del incendio y antes de que cayera bajo el ojo público) trabajaba en el norte de California como profesor de segundo grado.
Inmigrando desde México
Criado en una zona rural del centro de México, Orozco emigró al Valle de Napa en California cuando tenía 15 años, según los materiales de solicitud que presentó para su trabajo de profesor años después.
Después de que un trabajo de construcción fracasara, su padre encontró un trabajo estable en los viñedos de la región. Orozco se unía a él después de acudir a sus clases de preparatoria y los fines de semana, injertando vides para mantener a su familia, y más tarde se lo dijo a un consejero de la universidad.
Pero Orozco tenía la mirada puesta en algo más grande.
“En ese momento, muchos estudiantes que estaban en la situación de Adolfo no tenían ninguna aspiración de ir a la universidad”, recordó Héctor Brambila, su consejero académico en la preparatoria. “Él era uno de esos casos que era especial y único. Rompió el molde”.
Como un adolescente bondadoso y extrovertido, Orozco también era un estudiante modelo, afirmó Brambila. Cuando se conocieron, Orozco compartió su sueño de convertirse en un profesor bilingüe. Quería ayudar a los niños de la zona que, como él, crecían en hogares de habla hispana.
En 1994, Orozco se convirtió en el primer miembro de su familia en asistir a la universidad, dijo Brambila. Mientras estaba matriculado en la Universidad Estatal de Sonoma, comenzó a trabajar con un programa de tutoría que servía a los niños migrantes. Se graduó con honores en 1998, recibiendo una licenciatura en estudios chicanos y latinos.
Ese año, Orozco comenzó a trabajar como maestro bilingüe de segundo grado en la escuela primaria Shearer en Napa. Los registros salariales muestran que ganó unos 43 mil dólares en 1999, pero en 2011 ganó unos 70 mil dólares al año.
Entre sus compañeros de trabajo, Orozco se mantenía mayormente aislado, según Guillermo Torres, un maestro de Shearer de larga data que se superponía con la carrera de casi 15 años de Orozco. Poco se sabía de Orozco cuando renunció en 2013.
“Era un tipo extremadamente reservado”, aseveró Torres. “Siempre bromeamos que vivía una vida alternativa que no conocíamos, como un agente doble”.
El crecimiento de su imperio inmobiliario
Con seis años en la enseñanza, los registros muestran que Orozco comenzó a construir una vida alternativa, invirtiendo en bienes raíces en la vecina Nevada.
Byron Jackson, quien más tarde trabajaría para él, mencionó que Orozco probó su suerte emprendiendo después de ver cuánto ganaba un pariente al revender propiedades en California.
En 2004, Orozco compró su primera propiedad local, el Dragon Motel en el centro de Las Vegas, por 1.55 millones de dólares.
En 2007, un año después de haber viajado a Las Vegas para casarse con Erika Ayala, Orozco compró su segunda propiedad local, una casa suburbana de cuatro dormitorios en North Las Vegas, donde los registros indican que se trasladó después de renunciar a su carrera de profesor.
Las inversiones de Orozco florecieron durante la Gran Recesión, cuando el mercado de la vivienda estaba sobresaturado de propiedades en apuros y con descuentos. Solo en 2009, compró 10 casas embargadas por menos de 400 mil dólares, según los registros locales.
“Estaba comprando a centavos de dólar de los valores de hoy”, comentó el presidente de Agentes de Bienes Raíces de Las Vegas, Tom Blanchard. “Cualquiera que tuviera la capacidad de reunir algunos dólares venía aquí a dejar su dinero”.
En 2013, el Proyecto Downtown de Tony Hsieh (que había comenzado recientemente a invertir en el centro de Las Vegas) compró el Motel Dragon por 1.15 millones de dólares más de lo que Orozco había pagado originalmente por él.
Unas dos semanas después, Orozco adquirió el Alpine por 805 mil dólares bajo el nombre de Las Vegas Dragon Hotel LLC, una de las cuatro compañías que él y Ayala dirigen o en las que tienen participación, incluyendo Elite1 LLC, Galeana LLC y Cancún LLC. Las Vegas Dragon Hotel compró tres hoteles más: el Motel Economy en el centro de Las Vegas y el Hotel Casa Blanca y el Motel Starlite en North Las Vegas.
Más recientemente, sus propiedades se han extendido más allá de los límites de Nevada para incluir un motel en Tucson, Arizona, y un hotel en el noroeste de Louisiana.
En total, los registros muestran que Orozco, Ayala y las cuatro compañías han gastado más de ocho millones de dólares en bienes raíces en el Valle de Las Vegas y actualmente poseen más de 170 unidades de vivienda repartidas en 24 propiedades, incluyendo la mansión de la pareja, valorada en alrededor de 1.5 millones de dólares. Han gastado más de tres millones de dólares en propiedades fuera de Nevada.
Pero los registros indican que la pareja y las empresas batallaron por cumplir con las obligaciones financieras básicas vinculadas a esas inversiones.
La casa de Orozco en North Las Vegas fue amenazada con un procedimiento de ejecución hipotecaria cuatro veces entre 2011 y 2015 después de que él no cumpliera con los pagos de la hipoteca.
Desde noviembre de 2013 hasta diciembre de 2016, el Condado Clark multó varias de las propiedades por casi 22 mil dólares en impuestos, intereses y multas pendientes. En 2017, tres licencias de negocios hoteleros expiraron por falta de pago de las tasas de renovación.
Hasta febrero, las propiedades habían recibido unos 350 embargos por no haber pagado a tiempo las tasas de alcantarillado, basura o de la asociación de propietarios, lo que llevó a que cinco de ellas se enfrentaran a procedimientos de ejecución hipotecaria al menos una vez.
Los registros indican que la pareja y las empresas finalmente se pusieron al día en casi todas las cuentas pendientes y, en última instancia, nunca perdieron una casa por ejecución hipotecaria. Pero hasta el viernes por la tarde Orozco, Las Vegas Dragon Hotel LLC y Cancún LLC debían a Las Vegas más de 15 mil dólares en tasas de alcantarillado atrasadas en conjunto, según el sitio web de la ciudad.
La abogada de negocios de Las Vegas, Aviva Gordon, mencionó que estaba sorprendida por los hallazgos.
“Esta es una cantidad extraordinaria de gastos acumulados y no pagados por cosas que son en su mayoría conocibles y predecibles”, aseveró.
La llamativa personalidad de Orozco
Pese a las dificultades financieras, Orozco mantuvo una personalidad llamativa.
Los antiguos residentes dijeron que cuando visitaba propiedades de alquiler, a menudo se detenía en un Corvette u otro coche lujoso. En Facebook, publica fotos de él mismo bebiendo vino en el jacuzzi de su mansión y tomándose selfies en espejos haciendo alarde de una arma de fuego en su cadera. A veces llevaba esa arma, así como un rifle, durante las visitas al sitio, indicaron los trabajadores.
Fuera de los bienes raíces, Orozco trabaja como “especialista en pérdida de peso” con Herbalife, según su página de LinkedIn. La empresa de marketing multinivel vende “productos de nutrición”, incluyendo tés y batidos, según su sitio web.
Una foto en su página de LinkedIn muestra a Orozco y Ayala con camisetas de Herbalife con insignias de admisión general para una conferencia de la compañía alrededor de sus cuellos. En un comentario en Facebook de febrero de 2019, Orozco le dijo a alguien que todavía estaba trabajando con Herbalife, señalando: “¡He alcanzado el estatus de presidente!”
Pero los registros muestran que su aparente riqueza personal y su éxito profesional no se reflejaban en el mantenimiento de las propiedades ligadas a la pareja.
Los inspectores del gobierno han documentado casi 300 violaciones separadas de los códigos de salud, incendio y construcción en varias propiedades de alquiler dentro de su cartera desde 2013.
Antes del incendio de diciembre, los registros muestran que tan solo el Alpine falló 11 de sus 14 inspecciones de incendios bajo el mandato de Orozco.
En mayo de 2019, el Distrito de Salud del Sur de Nevada llevó a cabo una “intervención sanitaria” después de que el Motel Starlite fallara repetidamente las inspecciones sanitarias, indicó un vocero. La agencia ordenó que el Starlite, el Economy y el Casa Blanca tuvieran alarmas de humo que funcionaran, medidas adecuadas de control de plagas y colchones sanitarios en cada habitación de huéspedes.
El mandato no se extendió al Alpine porque la propiedad funcionaba como un complejo de apartamentos, según el Distrito de Salud, el cual no regula las residencias privadas. La agencia consideró que las otras tres propiedades eran hoteles de corta estancia.
Pero los residentes que sobrevivieron al incendio del Alpine le comentaron al Review-Journal que la calefacción del edificio se apagaba a menudo en el invierno y las solicitudes de reparación no se atendieron.
Ray Nichols, un fontanero que vive al lado del Alpine, señala que vio de primera mano el estado de deterioro del edificio cuando realizó las reparaciones en la primavera de 2019 como trabajador contratado. En el interior, vio fugas y daños por agua en las paredes y techos. A pesar de ello, Nichols dijo que fue instruido para hacer las reparaciones “tan rápido y simple como sea posible” por el administrador de la propiedad del edificio.
“Estaba tan descuidado e ignorado que cuando llegó el momento de trabajar en él, fue abrumador”, confesó. “Había demasiadas reparaciones por hacerle”.
Trabajadores reclaman robo de salarios
Como las cuentas de la propiedad no se pagaron, algunos de los trabajadores de Orozco afirmaron que nunca vieron los cheques de pago, según indican los registros y las entrevistas.
LaKeisha Davis comenzó a trabajar para Orozco como ama de llaves a finales de 2018, no mucho después de tomar una habitación en Casa Blanca. Es una de las siete ex-trabajadoras que han presentado demandas salariales contra Orozco desde 2016. Cuando se le dio la oportunidad, Orozco impugnó o resolvió todas ellas.
Davis dijo que no firmó ningún papeleo de empleo. En cambio, afirma que le dijeron que recibiría cinco dólares en efectivo por cada habitación que limpiara, y que si seguía pagando el alquiler, se le permitiría vivir en la propiedad a largo plazo. En ese momento, el alquiler de la Casa Blanca oscilaba entre unos 500 y 600 dólares al mes, con una tarifa diaria de 45 dólares entre semana y 55 dólares los fines de semana, informó Davis.
La mujer de 32 años argumentó que era una buena oferta. Había estado sin trabajo desde que un accidente de coche en 2013 la llevó a la bancarrota por deudas médicas y la dejó con convulsiones espontáneas, según muestran los registros del tribunal.
Pero Davis le notificó al Review-Journal que nunca vio el pago directo. En su lugar, como ella entendía, el dinero que ganaba en un día cualquiera era automáticamente canalizado en su renta diaria.
Eso sumaba más de mil 300 dólares en deducciones de renta diaria cada mes sin que el dinero le llegara directamente a ella, dijo, impidiéndole ahorrar y pagar una renta mensual mucho más asequible o gastar sus ganancias como le pareciera.
“Básicamente, estás viviendo en un hotel, pero tienes que averiguar cómo vas a comer y cómo puedes ir al médico”, criticó Davis, quien afirmó que Orozco le debía 10 mil 40 dólares en atrasos.
Desde 2018, la ley de Nevada ha limitado la cantidad de salarios que un empleador puede deducir por alojamiento a 41.25 dólares por semana, según la Comisionada de Trabajo, Shannon Chambers. Eso son unas cinco horas de trabajo por debajo del salario mínimo del estado.
Algunos residentes que trabajaron en las propiedades le dijeron al Review-Journal que solo tuvieron éxito exprimiendo dinero de Orozco cuando le pedían un par de dólares durante las visitas al sitio.
Otros, incluyendo a Davis, dijeron que a veces firmaban “dinero para gastos menores” con los administradores de las propiedades (una porción personal de unos 150 dólares que cada edificio debía tener a mano para suministros de limpieza o llamadas de cerrajería).
“Se supone que no se debe hacer”, enfatizó Davis. “¿Pero cómo voy a comer?”
Las quejas laborales presentadas contra Orozco afirman que se les debía a los trabajadores desde unos tres mil 500 dólares hasta más de 69 mil dólares en atrasos salariales. Los trabajadores afirmaron que habían llegado a acuerdos verbales con Orozco y que se suponía que se les pagaría en efectivo.
La mayoría de las demandas nunca fueron resueltas, devueltas por errores de papeleo. La queja de Davis fue desestimada porque ella puso una dirección actual inválida.
En al menos una de las demandas que impugnó, Orozco se refirió a la ex encargada de los huertos Jamie Lynn Batalias como una contratista independiente. Señaló que el Economy, donde ella se alojaba y trabajaba, no aceptaba “pagos parciales” por el alquiler mensual.
“Jamie Batalias rara vez disponía de grandes cantidades de dinero, por lo que ella elegía pagar diariamente”, escribió a la oficina de la comisionada.
Cinco ex-trabajadores, incluyendo a Davis, también le indicaron al Review-Journal que, mientras trabajaban para Orozco en Las Vegas, nunca se les pidió que completaran formularios de impuestos, lo cual planteó preguntas sobre si Orozco y los empleados estaban pagando a programas federales como Medicare y el Seguro Social.
Si no, aquellos que eran empleados pudieron haber dejado de obtener beneficios de la Seguridad Social, según el abogado laboral de Las Vegas, Leon Greenberg.
“Esta es un área donde la aplicación de la ley por parte del gobierno es muy, muy importante”, puntualizó Greenberg.
Davis, quien mencionó que tiene la intención de corregir su reclamo salarial y presentar uno nuevo, llamó a Orozco “el peor hombre que podrías conocer”.
“No se trata ni siquiera de su personalidad”, apuntó. “Es la forma en que maneja las cosas”.
Pero otros trabajadores dijeron que Orozco solo intentaba ayudarlos.
En un caso de reclamo salarial de junio de 2017, un administrador de propiedades llamado Devine Ducksworth reclamó que se le debían 10 mil dólares por 11 meses de trabajo en el Motel Economy. Pero el caso fue desestimado después de que Orozco presentó un acuerdo que había firmado dos meses antes con Ducksworth, acordando pagarle 200 dólares por todo el trabajo realizado en 2016 y 2017 y “no presentar cargos criminales” por razones no especificadas, según los registros.
Ducksworth le dijo al Review-Journal que Orozco empezó a pagarle mejor después de la disputa, y varias veces, cuando estaba en un aprieto, su antiguo jefe le prestó dinero.
“Me dio una oportunidad y me ayudó a cambiar mi vida”, afirmó Ducksworth. “Se ocupaba de todos sus empleados”.
En enero, Batalias retiró su demanda salarial de 18 mil dólares contra Orozco solo cinco días después de que él la impugnara.
Batalias le dijo al Review-Journal en una carta que ella retiró la demanda después de sentarse con Orozco, quien le dijo, “Sabes que no había necesidad de nada de esto” y la ayudó con “un poco de dinero para ponerme en marcha de nuevo”.
En una conversación telefónica, Batalias comentó que Orozco era poco convencional pero llamó a los que no estaban de acuerdo con él como “odiosos”.
“Puede que no sea el mejor casero o empleador, pero es una buena persona en general”, consideró. “Todo el mundo tiene sus defectos”.
Peligros de seguridad
Los registros obtenidos por el Review-Journal también muestran que al menos dos veces en el trabajo, los trabajadores de Orozco se enfrentaron a situaciones potencialmente peligrosas.
En 2016, un ama de llaves del Casa Blanca afirmó que se esperaba que los trabajadores “recogieran las agujas usadas con las manos desnudas”, según una denuncia anónima presentada a la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional de Nevada (OSHA, por su sigla en inglés). El ama de llaves también informó que a los trabajadores no se les proporcionaba cloro para desinfectar la ropa blanca manchada de sangre.
Los registros muestran que un inspector de la agencia no encontró pruebas de las demandas del ama de llaves, señalando que Orozco concedió voluntariamente acceso a la propiedad y respondió a todas las preguntas del inspector.
Pero como resultado, Orozco se enfrentó a cinco mil 400 dólares en multas separadas por no entrenar adecuadamente a su personal de limpieza por exposición a productos químicos y patógenos transmitidos por la sangre.
Pagó la mitad de esa cantidad, argumentando que la pena inicial habría sido una carga para su negocio. Los registros muestran que las violaciones fueron corregidas y el caso fue cerrado.
Ese mismo año, la OSHA de Nevada abrió un caso aparte contra Orozco después de que se permitiera a un reparador sin la formación adecuada en materia de exposición al amianto realizar trabajos en el interior del Alpine, que se presumía que contenía amianto.
El Alpine fue construido en 1972, y por ley se presume que hay amianto en todos los edificios construidos antes de 1981, según la agencia.
“El empleador le dijo (al inspector) que sabe que la exposición al amianto es mala para la salud, pero no sabía que tenía que hacer una investigación sobre el amianto para determinar la presencia en el edificio”, según los registros.
Una encuesta posterior confirmó su presencia. Orozco fue finalmente multado con dos mil 400 dólares, que pagó en abril de 2017 para cerrar el caso, según los registros.
La documentación sobre el amianto es pertinente para el litigio en curso sobre el incendio del Alpine, ya que los residentes que se vieron obligados a abandonar sus pertenencias durante el incendio no han sido autorizados a recogerlas desde entonces (principalmente debido a la investigación penal en curso, pero también a causa de la preocupación por la exposición al amianto).
Teri Williams, vocera de la OSHA de Nevada, confirmó en febrero que la agencia había abierto un tercer caso contra Orozco tras el incendio. Eso es porque una de las seis personas que murieron fue Don Bennett, un hombre de mantenimiento que vivía y trabajaba en la propiedad.
Williams aseveró que la agencia está trabajando con la policía local y otras agencias gubernamentales “para llevar a cabo una investigación exhaustiva”.
Hasta el viernes, no se han emitido nuevas violaciones de la OSHA de Nevada, y no se han presentado cargos criminales.
En una declaración por correo electrónico, el Fiscal de Distrito del Condado Clark, Steve Wolfson, enunció en febrero que su oficina se reúne regularmente y se comunica con la policía de Las Vegas sobre la investigación criminal.
“La investigación está en curso y está avanzando hacia su conclusión”, comunicó en la declaración.
Desde el incendio, ocho propiedades vinculadas a Orozco y Ayala han sido puestas a la venta en línea: tres hoteles y un conjunto de tríplex y cuatro complejos.
Los hoteles estaban incluidos en la lista como un paquete de 5.5 millones de dólares, pero también se están considerando ventas individuales, según el anuncio. El paquete de edificios divididos fue listado como un paquete de 1.5 millones de dólares.
David Howes, el agente inmobiliario que se encarga de las ventas, se negó a responder a las preguntas sobre los listados, en su lugar dirigió las preguntas a Gentile, el abogado defensor de Orozco.
El abogado declinó múltiples solicitudes de entrevistas para este reportaje e ignoró las preguntas de un reportero del Review-Journal del Centro Regional de Justicia la semana pasada.