El reciente aumento de casos de COVID-19 ha abrumado a los investigadores de salud pública del Condado Clark, que ahora se ven obligados a priorizar quiénes de los que dan positivo serán notificados por una llamada telefónica y entrevistados sobre sus contactos.
El esfuerzo por proteger a los nevadenses del sur del nuevo coronavirus se ha disparado al cielo.
El 18 de junio, Las Vegas Sands Corp. actualizó su plan de salud y seguridad para pedir a los jugadores y espectadores de juegos de mesa que se abstengan de fumar o vapear.
Boyd Gaming Corp. despidió al menos a dos mil 500 empleados de Nevada, ya que el número de visitas a Las Vegas está muy por debajo de los niveles pre-pandémicos.
El ex jefe de MGM Resorts, Jim Murren y su esposa, han puesto a la venta su finca de casi 13 mil pies cuadrados.
Al COVID-19 se le puede sumar otro peligro este verano, el calor, haciendo a las personas vulnerables más susceptibles a enfermedades y a la muerte.
En una reunión maratónica el jueves por la noche, los administradores del Distrito Escolar del Condado Clark (CCSD) aprobaron un plan para reabrir las escuelas este otoño con la advertencia de que los detalles adicionales sobre cómo hacerlo volverían ante la junta.
Mientras los legisladores se reunieron en una sesión especial el miércoles para considerar cómo cerrar una brecha en el presupuesto estatal de 1.2 mil millones de dólares, el Gobernador Steve Sisolak declaró que una segunda sesión especial para considerar preguntas de política “extraordinarias”, podría surgir pronto.
“El hecho de no portar un cubrebocas en el trabajo será motivo de despido”, dicta un mensaje interno del director general de Caesars, Tony Rodio.
