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Un año después de las protestas en Las Vegas, algunos siguen enfrentándose a cargos y traumas

Christopher Peterson y su esposa embarazada asistieron a decenas de protestas en Las Vegas el año pasado para documentar las acciones de la policía y los manifestantes tras el asesinato de George Floyd por la policía de Minneapolis el 25 de mayo.

Su designación como observadores legales les convertía en figuras de autoridad cuyo testimonio podría utilizarse posteriormente en los tribunales como partes neutrales. Pero el 30 de mayo, la segunda noche de las protestas en Las Vegas, Peterson y varios otros observadores legales recibieron gases lacrimógenos, fueron detenidos y recibieron citaciones acusados de bloquear una carretera.

“Me detuvieron estando en un lugar en el que se me había indicado que estuviera, sin hacer nada malo, sin molestar a nadie, simplemente tomando nota de lo que ocurría allí”, comentó. “Si yo fui detenido, sospecho que otras personas en circunstancias similares fueron detenidas cuando no estaban haciendo nada malo y no eran un peligro para nadie”.

De las 240 personas fichadas en el Centro de Detención del Condado Clark por cargos relacionados con las protestas entre el 29 de mayo y el 2 de octubre, cuatro todavía se enfrentan a un cargo por no dispersarse o por provocar una alteración del orden público en el Tribunal de Justicia de Las Vegas, según los registros de fichajes y los documentos judiciales. De esos cuatro, ninguno tenía casos anteriores en el Tribunal de Justicia.

Peterson, ex defensor público del Condado Clark, se unió a la American Civil Liberties Union of Nevada (ACLU) como abogado en abril. Dijo que aunque la ACLU no está involucrada en ninguno de los casos restantes, tener un caso pendiente durante un año debe pesar sobre esos acusados.

“La conducta de la policía fue vergonzosa”

La ACLU sigue manteniendo una línea telefónica a la que los manifestantes detenidos pueden llamar para que les pongan en contacto con un abogado que se encargue de sus casos de forma gratuita. Entre ellos se encuentra el abogado defensor Jonathan MacArthur, quien dijo que todos los casos que tomó pro bono han sido desestimados, excepto sus propios cargos de peatón en una calzada e interferencia con un vehículo, que serán discutidos de nuevo el 7 de junio en el Tribunal Municipal de North Las Vegas.

“Nadie llega a juicio”, aseveró MacArthur de los clientes que representó en el Tribunal de Justicia. “Todos son desestimados. El (fiscal del distrito) los tacha porque la conducta de la policía fue vergonzosa”.

La oficina del fiscal de distrito del Condado Clark declinó múltiples solicitudes de comentarios sobre los cargos y las desestimaciones.

En una reciente entrevista con el Review-Journal, el alguacil Joe Lombardo recordó la conducta policial durante las protestas del pasado verano, que calificó de sin precedentes en el valle.

“Nos fuimos poniendo al día confirme pasaba el tiempo”, dijo. “Cometimos algunos errores y aprendimos de ellos. Surgió la palabra ‘kettling’, los observadores legales y cuál es su papel en una manifestación. Aprendimos que teníamos que adaptarnos al igual que la comunidad tenía que adaptarse para tener éxito”.

Lombardo agregó que uno de los mayores cambios desde el pasado mes de mayo es que los agentes se dirigen ahora a los organizadores de las manifestaciones con antelación y les preguntan por qué protestan y en qué dirección van a marchar, y les ofrecen sugerencias para mantener al grupo seguro y dentro de sus derechos legales.

Manifestantes detallan sus lesiones

Jameelah Lewis reveló que no ha conducido por Flamingo Road desde el 29 de mayo cuando la joven de 24 años se dirigía a su coche en Flamingo y Koval Lane tras la primera noche de protesta. Lewis estaba de pie con otras tres mujeres cuando, según dijo, un grupo de agentes se acercó y detuvo a las cuatro.

“Me aventaron al suelo”, dijo. “Se me cayeron los lentes de la cara. El agente me dijo que dejara de resistirme y yo le dije: ‘Me van a romper los lentes, por favor’. Incluso me di cuenta después de que se me raspó parte del esmalte de los dientes”.

Lewis ingresó en la cárcel del condado acusada de no dispersarse. Su caso fue desestimado el jueves después de casi un año.

“Hay una razón por la que algunos de estos casos siguen abiertos”, mencionó antes de que su caso fuera desestimado. “Creo que la razón por la que siguen intentando presentar cargos contra mí es porque querían disuadirme de protestar”.

Dos agentes resultaron heridos esa noche, y la policía declaró en su momento que se arrestaron entre 30 y 40 personas, pero los registros de fichaje mostraron que 80 personas fueron ingresadas en la cárcel del condado esa noche por cargos de no dispersarse, resistencia a un agente o declaración falsa a un agente de policía.

Kenny Fawkes, de 29 años, recordó su experiencia del 29 de mayo, cuando se encontraba a unos 30 pies de la línea policial antes de que un grupo de agentes se abalanzara sobre él. Fawkes dijo que se rompió el codo cuando los agentes intentaron detenerlo.

“Muchos de ellos parecían querer hacer daño a la gente”, dijo Fawkes sobre los agentes en las protestas del verano pasado. “Definitivamente vi mucha agresión no provocada en las detenciones, siendo tan agresivos que soltaban sus armas y dejaban caer sus placas. Fue realmente desorganizado”.

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