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Pregunta al pediatra: ¿Cómo pasar del biberón al vaso?

Actualizado April 5, 2023 - 3:22 pm

Probablemente hayas escuchado que cuando tu bebé tiene entre seis y nueve meses, es el momento de empezar a dejar el biberón. Pero, como muchos padres, es posible que sientas cierta aprensión por este nuevo paso en el crecimiento y desarrollo de tu hijo.

Si tu pequeño hace gestos, grita o se pone a llorar cuando le ofreces un “vaso de niño grande”, respira hondo. Este tipo de protestas son totalmente normales. Al fin y al cabo, a los pequeños seres humanos les cuesta tanto como a nosotros abandonar los hábitos familiares.

Como todas las etapas de crecimiento por las que pasará tu hijo, ésta requiere paciencia y tiempo. Pero hay muchas buenas razones para no ceder cuando tu hijo te pida el biberón.

Pediatras y dentistas insisten en las ventajas de capacitar al niño para beber en vaso a la hora de comer, reduciendo gradualmente el número de tomas de biberón. Lo ideal es que esta transición comience alrededor de los 6 meses, cuando le des a tu hijo un vaso por primera vez. Después irás reduciendo poco a poco el número de tomas de biberón, hasta completar la transición entre los 12 y los 18 meses.

Dejar que los niños tomen el biberón durante más tiempo puede provocarles:

Saltarse las comidas. Los pequeños que toman biberones durante el día no suelen tener hambre a la hora de comer. Esto puede significar que ingieren menos fibra y nutrientes ricos que están en alimentos sólidos. Si le tienes que rogar a tu hijo para que coma, los biberones pueden ser la causa.

Alcanzar un peso poco saludable. Para muchos niños, los biberones se convierten en suplementos de comidas y bocadillos ricos en calorías, lo que conduce a la obesidad infantil. Los pediatras señalan que la obesidad temprana sienta las bases para problemas de peso (y salud) más adelante.

Desarrollar caries. Las caries de la primera infancia, a veces llamadas “caries del biberón” o de los dientes de leche, aparecen cuando los dientes del niño están constantemente bañados en leche, leche de fórmula, jugo u otras bebidas. Los pequeños que toman biberón hasta el segundo año también pueden tener problemas de alineación de los dientes e incluso retraso en el habla.

Resistirse aún más. Los niños pequeños se aferran aún más al biberón mientras más pasa el tiempo. Esto puede desencadenar una importante lucha de poder entre tu hijo y tú, por lo que empezar pronto es el camino más saludable para ambos.

American Academy of Pediatrics recomienda ofrecerle un vaso a tu hijo cuando empiece a comer alimentos sólidos, normalmente alrededor de los seis meses. Puedes usar un vaso “de entrenamiento” con tapa u ofrecerle un vaso con popote. Algunos niños prefieren beber en un vaso abierto sin popote, y eso también está bien.

Los vasos de entranmiento solo deben usarse mientras los pequeños están aprendiendo. Lo más saludable es que los niños beban en un vaso abierto a partir de los dos años. (Si tu hijo tiene una enfermedad crónica, diferencias físicas o muestra signos de retraso en la motricidad fina, pídele a tu pediatra que te ayude a hacer un horario que se ajuste a sus capacidades). Cuando tu hijo use un vaso de entrenamiento, llénalo solo con agua fluorada sin jugo ni azúcar.

Deja el biberón poco a poco. Cuando empieces el destete, dile a tu hijo que puede beber del biberón durante las comidas. Elimina gradualmente el biberón en otros momentos, sobre todo en las siestas o a la hora de dormir. Prepárate para consentirlo más, ponerle canciones o cuentos antes de dormir para que se sienta tranquilo, pero que aprenda a calmarse sin biberón.

Darle a tu hijo agua simple en biberón entre comidas y luego pasar a agua sola en vasos o vasos de entrenamiento puede ayudarle en la transición. Empieza a ofrecerle un vaso a tu hijo a partir de los seis meses. Llévale uno a la mesa con su plato y anímalo a probarlo. Empieza poniéndole leche de fórmula o leche materna en el vaso, lo que ya esté tomando. (Esto le resultará más natural que empezar con agua.) A medida que vaya entendiéndole, puedes llenarle el vaso con agua simple también durante las comidas.

Observa los progresos de tu hijo y felicítalo.

Si tu hijo se resiste, investiga un poco. Tal vez no tenga sed cuando le ofrezcas agua a la hora de comer, y no pasa nada. Dale el ejemplo de buenos hábitos bebiendo agua cuando coman juntos. Si parece que necesita un poco más de atención, no te contengas. “¡Vaya bebiste un sorbo! ¡Buen trabajo! Me encanta verte beber de tu vaso de niño grande”.

Infórmales a los cuidadores, niñeros, abuelos, hermanos y amigos que tu hijo está adquiriendo una nueva habilidad. Los demás cuidadores deben seguir la misma rutina para que tu hijo pueda avanzar.

El destete con biberón puede ser complicado, por lo que conviene conocer algunas de las dificultades a las que a veces se enfrentan padres y cuidadores. Aquí tienes algunos consejos adicionales.

- Ofrece vasos sobre todo a la hora de comer. Los pequeños que llevan sus vasos todo el día como si fueran mantas de seguridad pueden beber demasiado (y necesitar cambios de pañal más frecuentes). Si tu hijo tiene sed, ofrécele un poco de agua sola, pero luego aparta el vaso y recuérdale que estará ahí cuando llegue la hora de comer.

- Confía en que tu hijo se tranquilice por sí mismo sin biberón. Los problemas temporales de sueño pueden convertirse en serias dificultades si cedes a las protestas de tu hijo y le ofreces el biberón a la hora de dormir. Crea una nueva rutina saludable en la que tu pequeño pueda acurrucarse contigo, escuchar un cuento o música suave y quedarse dormido. Un chupón también puede ayudar.

- Ofrécele bebidas saludables. El agua sin gas es la bebida más sana para tu hijo, y el flúor del agua de la llave ayuda a prevenir las caries.

- La leche y los jugos contienen azúcares naturales que aportan calorías adicionales y aumentan el riesgo de caries, así que ofrécele raciones pequeñas. Evita las bebidas con azúcar añadido, sobre todo las carbonatadas, que dañan el esmalte dental.

- Cuando tu hijo pase al vaso abierto, coloca uno cerca del lavabo o del dispensador de agua para que pueda servirse él mismo. Ayúdale a practicar con el grifo o la válvula del dispensador y elogia sus progresos.

Si no has usado ningún biberón, puedes seguir una rutina de destete que siga muchos de los mismos pasos. Introduce un vaso lleno de leche materna alrededor de los seis meses de edad y reduce poco a poco el número de sesiones de lactancia de varias al día a una y luego, con el tiempo, a ninguna.

Ten en cuenta que tu hijo puede tomar leche materna de un vaso mientras tú quieras proporcionársela. Las sesiones de lactancia se irán convirtiendo gradualmente en sesiones de acurrucamiento para darle a tu hijo confort físico y cariño, como lo hacías cuando le dabas pecho.

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