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Consejos para ayudar a los niños a afrontar el estrés y la ansiedad por volver a la escuela

El final del verano suele significar el comienzo de un nuevo curso escolar, que trae consigo un montón de cambios como nuevas clases, una nueva escuela para algunos, nuevos maestros, nuevos compañeros y nuevas actividades extraescolares.

Estos cambios pueden ser estresantes y abrumadores. Pero la transición de vuelta a la escuela puede ser perfecta si se toman las medidas adecuadas.

Con la vuelta a la escuela de sus hijos, aquí tienes algunos consejos que te ayudarán a ti y a ellos a aclimatarse:

La importancia de las rutinas

Estos ajustes pueden significar un reto, y algo crucial que hemos aprendido desde que inició la pandemia hace más de tres años es que la interrupción persistente de la rutina de nuestros hijos es perjudicial para su bienestar socioemocional.

Las rutinas les dan a los niños una sensación de seguridad y control porque les proporcionan una hoja de ruta sobre qué esperar y cómo prepararse para lo que les espera.

Las investigaciones indican sistemáticamente que los niños que participan en rutinas diarias tienen mejores resultados académicos, un mayor desarrollo del lenguaje y un funcionamiento socioemocional significativamente mejor. Sin embargo, una rutina solo es eficaz cuando se sigue sistemáticamente y cuando los niños saben lo que se espera de ellos.

Aplicar rutinas antes del curso escolar es igualmente importante.

Herramientas de afrontamiento

Me gusta equiparar las herramientas de afrontamiento a las vitaminas para nuestro bienestar. Justo de la forma que tomamos vitaminas para mantener la salud y prevenir enfermedades, las herramientas de afrontamiento son vitales para el funcionamiento de nuestro bienestar mental.

He aquí algunos consejos para capacitar el bienestar mental de tu hijo y mejorar su salud mental:

La importancia del sueño: Dormir lo suficiente es esencial para mantener una buena salud mental. La falta de sueño puede provocar cambios de humor, irritabilidad y dificultad para concentrarse. Según las investigaciones, la falta crónica de sueño puede provocar problemas de salud mental generalizados, como ansiedad y depresión. American Academy of Pediatrics recomienda que los niños de seis a 12 años duerman de nueve a 12 horas cada noche y los adolescentes de 13 a 18 años de 8 a 10 horas.

Practica la atención plena: Intenta incorporar a tu rutina diaria técnicas de atención plena como la respiración profunda, la escritura de un diario, la meditación o el yoga. La atención plena es un estado mental que se consigue centrando la atención en el momento presente y reconociendo y aceptando con calma los pensamientos, sentimientos y sensaciones corporales. La atención plena ha demostrado su eficacia para reducir la ansiedad y el estrés.

Conexión social: La conexión con otras personas puede mejorar el estado de ánimo, reducir la soledad y crear un sistema de apoyo saludable. La conexión puede lograrse uniéndose a un grupo de apoyo, participando en actividades extraescolares en la escuela o poniéndose en contacto con un amigo.

Mantenerse activo: La actividad física regular puede mejorar el bienestar general. Encuentra una actividad que te guste, como yoga, andar en bicicleta o caminar, y dedica al menos 30 minutos al día a esa actividad.

Crear límites para el uso de las redes sociales: Monitorea la cantidad de tiempo que tus hijos pasan en las redes sociales, especialmente durante la semana escolar, cuando el uso debe ser más limitado.

Buscar ayuda profesional: Padres, si notan un declive en el funcionamiento de su hijo, como bajas calificaciones, aumento de comportamientos negativos en el entorno escolar, aislamiento, cambios de humor o alteraciones del sueño, esto puede indicar un problema subyacente, y se justifica el apoyo de salud mental. Los terapeutas pueden proporcionar orientación y apoyo para ayudar a su hijo a superar cualquier problema de salud mental.

Es importante recordar que todos tenemos salud mental y que, si invertimos en ella, podemos mejorar la calidad general de la vida de nuestros hijos y potenciar su capacidad para afrontar los retos que les plantea la vida.

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