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Puntos básicos de los planes médicos para ser un consumidor informado

En abril supimos que, durante los pasados siete meses, cerca de 13 millones de personas obtuvieron cobertura de salud en los nuevos Mercados de Seguros de Salud. De ese número, ocho millones compraron cobertura de salud, la mayoría con créditos impositivos creados para hacerles más asequible la compra. Muchas de esas personas no tenían seguro antes porque no podían costearlo o porque le habían rechazado cobertura debido a condiciones preexistentes. Habiendo ya dedicado tiempo a inscribirte en cobertura de salud, dedica un poco de tiempo a averiguar qué cubre el plan que escogiste, cuánto te va a costar usarlo, y los recursos a los cuales puedes recurrir si tienes preguntas. Si bien el seguro es uno de los productos más complicados que podemos comprar, también es uno de los más valiosos por las protecciones que nos debe brindar. Hasta las personas que ya tenían seguro y experiencia usándolo pueden beneficiarse de repasar sus puntos básicos. Por eso, voy a concentrarme en esos puntos esta semana.

En primer lugar, tu plan debe decirte lo que cubre. La información está contenida en un documento llamado “Resumen de Beneficios”. Dicho resumen indica el tipo de cuidado cubierto por el plan que escogiste y lo que te va a costar recibir el cuidado por encima de tu prima mensual. Aunque muchos planes pueden, y a menudo suelen, cubrir mucho más, la Ley de Salud de Cuidado Asequible requiere que cada plan ofrecido en el Mercado de Seguros Médicos cubra 10 Beneficios de Salud Esenciales, incluidas visitas a la sala de emergencias, cuidado prenatal, medicamentos recetados y más. El paquete de beneficios que debe ofrecerse por ley debe darles a los consumidores mayor confianza de que su seguro los cubrirá cuando lo necesitan.

En segundo lugar, como mencioné antes, el “Resumen de Beneficios” indica cuánto va a costarte un servicio por encima de la prima mensual que pagas para usar los beneficios cubiertos por tu plan. Estos costos adicionales generalmente se pagan como deducibles, copagos o coseguros. El deducible es una cantidad fija que tú debes pagar antes de que la aseguradora contribuya a tu cuidado. El copago, por su parte, es una cantidad que debes pagar antes de recibir un cuidado, y el coseguro es una porción de la cuenta que el consumidor paga junto con la aseguradora. Estos costos pueden ir acumulándose para muchas familias, y de hecho así pasa con frecuencia, y por eso debes prestar atención cuidadosa a los mismos para garantizar que le estás sacando el mayor provecho a tu seguro. Todo esto puede ser confuso, pero recuerda que con la Ley de Cuidado de Salud Asequible, por primera vez se limita la cantidad que las personas pagan de su bolsillo: en el caso de personas solas, el límite a pagar es $6,350 y en el caso de familias, $12,700.

Por último, y vale la pena recalcar este punto, el seguro es complicado. Con toda probabilidad vas a tener dudas en algún momento, ya sea sobre tu cobertura, costos, proveedores o alguna otra cosa. Quien mejor va a poder contestar tus preguntas es tu aseguradora. Es muy probable que tu aseguradora tenga disponibles documentos con información de cobertura detallada sobre servicios específicos, y si se los pides te los enviará. Si no entiendes esos documentos, comunícate con el departamento de ayuda al consumidor de la compañía para tu área. La información la puedes encontrar en tu tarjeta de seguro, las facturas que recibes y el sitio web de tu aseguradora.

Por abrumador que parezca, esto es muy importante. El seguro es esencial para garantizar que recibimos el cuidado que necesitamos, pero tenemos que entenderlo y saber cómo usarlo para que nos sea de beneficio.

Trece millones de personas más ahora tienen cobertura de salud. Llegar a conocer los puntos básicos de sus planes, como los aquí mencionados, les permitirá a estas personas convertir su nueva cobertura en protecciones reales para ellas y sus familias.

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