México busca indemnización para madre de joven asesinado por un agente fronterizo de EE.UU en 2012
mayo 20, 2016 - 10:43 am
En octubre de 2012, José Antonio Elena Rodríguez, de 16 años, murió en territorio mexicano luego de recibir alrededor de 10 disparos por la espalda, por parte del agente Lonnie Ray Swartz desde territorio estadounidense.
“México apoya el derecho de la madre del connacional a demandar, ante tribunales estadounidenses, una indemnización por la trágica muerte de su hijo. Actualmente, el agente responsable está siendo procesado en Estados Unidos por cargos de homicidio en segundo grado”.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE, cancillería mexicana) informó a través de un comunicado que el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto presentó un escrito Amicus curiae ante una Corte Federal de Apelaciones en California, por “el caso del menor José Antonio Elena Rodríguez, muerto en 2012 por disparos de un agente de la Patrulla Fronteriza desde territorio estadounidense, cuando la víctima se encontraba en Nogales, Sonora”.
El comunicado añade que el gobierno mexicano ya le ha manifestado en otras ocasiones a Estados Unidos que le preocupa profundamente el uso desproporcionado de la fuerza por parte de agentes de control migratorio de ese país.
Amicus curiae es un escrito en el que un tercero ofrece su opinión en la materia objeto de proceso.
En el mismo sentido y sobre el mismo caso fue presentado otro documento Amicus curiae ante el tribunal por Human Rights Watch (HRW).
“El agente de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos que causó la muerte de un adolescente mexicano que no estaba armado, al dispararle por la espalda desde el otro lado de la frontera, no debería quedar impune si se determina que los disparos se efectuaron de forma ilegítima”, reza la comunicación del organismo que defiende los derechos humanos.
En octubre de 2012, José Antonio Elena Rodríguez, de 16 años, murió luego de recibir 11 disparos por la espalda, por parte del agente Lonnie Ray Swartz.
“Un menor que estaba parado en la vía pública y no tenía un arma no puede haber supuesto una amenaza inmediata para el agente Swartz, que se encontraba detrás de un vallado fronterizo, a 40 o 50 pies por encima del nivel de la calle”, añade el comunicado de HRW, que finalmente llama a Estados Unidos a recordar que las fronteras entre los países no son zonas de excepción, por lo que el país no debe permitir que queden impunes los abusos que allí ocurren.