¡Manos a la obra!
noviembre 21, 2019 - 11:30 am
Un grupo de representantes de La Fundación Smartd Asociación Civil, estuvo de visita, el miércoles 20 de noviembre de 2019 en esta ciudad, así como en Los Ángeles, California, para realizar una cordial invitación a la comunidad local a sumarse al proyecto “Transformando Vidas”, un centro comunitario que trata de dignificar a personas en situación de calle.
María Guadalupe Soto Nava, “Lupita”, como es conocida entre sus amigos más cercanos manifestó a El Tiempo que “tenemos una agenda precisa y la cual contempla la difusión de nuestro sueño, un proyecto tipo centro comunitario que permitirá desarrollar nuestros programas de ayuda de manera satisfactoria. En este centro se dará asistencia médica, alimentaria, psicológica y se abrirá una oportunidad para que los adultos y jóvenes de la comunidad que se encuentran sin hogar aprendan a leer, escribir, o que aprendan algún oficio que les permita cambiar ese estilo de vida”.
En esta ocasión Lupita estuvo acompañada de Claudia Vizcarra y Socorro Ramírez, así como de la presidenta de la Federación Duranguense de Nevada, Margarita Chaidez Martínez.
“Nosotros somos un grupo multidisciplinario de voluntarios. Convencidas de que la asociación es bien dirigida por el Padre Cuco López (párroco del Nuevo Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe) y con el empeño de transformar vidas y familias”, externó Soto Nava.
El sacerdote es bien querido en el municipio de Tepehuanes, ya que fue párroco en la región hace años.
“El proyecto fue concebido por el Padre Cuco y nosotros nos sumamos con alegría, porque compartimos sus anhelos de transformar vidas por medio de la capacitación y el desarrollo de habilidades y destrezas; para que hombres y mujeres, jóvenes y niños, salgan adelante”, precisó Soto Nava.
El grupo de voluntarias realizó una visita a sus connacionales en las principales ciudades de los los Estados Unidos, como Las Vegas, por ejemplo, para solicitar ayuda; “para invitarlos a sumarse al sueño de la construcción de este centro de capacitación, para que en él se puedan albergar los talleres de capacitación”, acotó Socorro Ramírez, destacando que “ya hemos venido trabajando con indigentes de la zona, que es una área vulnerable y marginal”.
Por otro lado, Claudia Vizcarra abundó que “servimos desayuno y comida, en ocasiones hasta para 150 personas, y los que se quedan, les damos un taller de carpintería. En el grupo hay cinco personas de readaptación social y 10 personas que desean aprender a ser independientes. La intención es reconstruir el tejido social, poco a poco, por medio de la dignificación de las personas sin hogar”.
En la ciudad de Los Ángeles recibieron mucha solidaridad de la comunidad, no solo duranguense, sino de toda la gente. “En el fondo ellos también comparten el sueño del Padre Cuco, sus donaciones harán posible que la edificación del centro comunitario sirva y reintegre a la sociedad a grupos vulnerables. Esto empezó hace cinco años y por medio de Smartd AC, (que es una entidad sin afán de lucro), y se hizo posible llegar a un acuerdo para que –con toda la transparencia necesario en este tipo de proyectos- los donativos se hagan por medio de Canela Charity, una organización asentada en Evans City, Filadelfia. Cualquier donativo se puede hacer por medio de Canela, anotando que es para el proyecto Durango”, explicó Socorro Ramírez.
El Padre Cuco, vía telefónica externó para los lectores de El Tiempo, desde Durango que “estamos muy contentos con la labor, me complace escucharlas, aprovecho para comentar que es necesario unirnos, estamos cerca. Saludos desde Durango, México, una nación con una gran cultura; parte de nosotros es la fraternidad y nunca hemos abandonado a los Estados Unidos, porque Estados Unidos nunca nos ha abandonado a nosotros. Nos sentimos hermanos, no solo por la frontera, sino por todo lo que representa estar juntos”.
Sobre el proyecto de la construcción del centro explicó que “el objetivo no es darles, sino enseñarles a que desarrollen su potencial humano. A la comunidad de Las Vegas les pido que, así como tienen unos recuerdos hermosos de su pueblo, nosotros tenemos parte de su corazón acá, no los hemos olvidado, estamos hermanados en la distancia. Gracias porque sus añoranzas son fuente de inspiración y trabajo para todos nosotros”.