Storm Area 51: 5 años después, ¿pudiera volver el Alienstock?
Ahora que el festival Alienstock, nacido del Storm Area 51, llega a su quinto aniversario, los organizadores del evento inaugural están estudiando la posibilidad de que los fans de los extraterrestres vuelvan a visitarlo.
En 2019, una simple publicación en Facebook realizada por Matty Roberts, quien reside en California, hizo que miles de personas expresaran su interés en asaltar las puertas del Área 51.
La idea era reunir al mayor número posible de personas en la puerta trasera del Área 51 a las 3 a.m. del 20 de septiembre de 2019, para intentar entrar en la misteriosa instalación en busca de constancia de la existencia de extraterrestres.
Tras llamar la atención de todo el mundo antes del “asalto” planeado, surgieron múltiples eventos a partir de la idea, con dos en zonas rurales de Nevada, Rachel (Alienstock) e Hiko (Area 51 Basecamp), y uno en el centro de Las Vegas. El gigante cervecero Anheuser-Busch incluso fabricó una edición limitada de latas Bud Light con temática alienígena, distribuidas en Nevada y los estados vecinos, para celebrar la ocasión.
En lugar de un gran evento, potencialmente peligroso, en la puerta trasera del Área 51, alrededor de 100 personas se presentaron en las primeras horas del 20 de septiembre de 2019 para el “asalto” planeado. Muchos de los asistentes llevaban disfraces relacionados con extraterrestres y el espacio, creando más una oportunidad de redes sociales para los asistentes que un intento real de irrumpir en el Área 51. Resultó ser una decisión inteligente, porque funcionarios encargados de hacer cumplir la ley estaban presentes en la puerta y a la distancia, justo después de la puerta, asegurándose de que nadie cruzara la línea.
¿El regreso de Alienstock?
Pat Travis, madre de Connie West, dueña del Little A’Le’Inn, dijo que esperan celebrar otro Alienstock el año próximo. Según los registros de la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos, el Little A’Le’Inn sigue siendo titular de la marca Alienstock.
“Estamos intentando conseguir financiación y todo lo demás para organizar otro, quizá el año próximo”, dijo Travis al Review-Journal durante una entrevista telefónica el jueves.
Para conmemorar el quinto aniversario, un pequeño grupo de unos 25 asistentes a Alienstock se reúne este fin de semana en el Little A’Le’Inn.
“Lo han estado haciendo todos los años desde entonces (Alienstock)”, dijo Travis.
Lo desconocido
La posibilidad de que miles de personas convergieran en un pequeño pueblo desértico tuvo a los funcionarios del área en 2019 preocupados por la infraestructura y el bienestar de los que pudieran asistir. También provocó que los condados Nye y Lincoln declararan un estado de emergencia antes del evento.
Eric Holt, administrador de emergencias del Condado Lincoln, donde está ubicada Rachel, dijo que después de enterarse por primera vez de la publicación en Facebook, él y el condado no le prestaron mucha atención. Pero cuando la publicación empezó a cobrar fuerza, con más de un millón de “me gusta”, los dirigentes del condado empezaron a pensar que algo pudiera ocurrir.
“Cuanto más se extendió y captó la atención nacional, se convirtió en una situación en la que era como, ‘Hombre, ¿esto va a ocurrir realmente?’”, dijo Holt.
La incertidumbre de lo que pudiera ocurrir fue lo más difícil para los funcionarios del Condado Lincoln en la planificación del acontecimiento. Dado que la población del condado es muy pequeña, no contaban con los recursos necesarios para hacer frente a una gran afluencia de personas, ya fuera del Storm Area 51 o de otro tipo.
Incluso después de que Roberts y otros se retractaran de la posibilidad de asaltar las puertas y se centraran más en organizar un festival llamado Alienstock, solo para retirarse más tarde para el evento de Las Vegas, Holt dijo que el daño ya estaba hecho y que tenían que planificar para lo desconocido.
“Cuántos de ellos vendrán realmente, cuántos no”, dijo Holt. “Así que se hizo difícil y establecimos estos puntos de activación sobre si veíamos una cierta cantidad de tránsito de antemano … estábamos realmente solo lanzando dardos, solo tratando de darle sentido”.
Holt ocupaba el cargo de administrador de emergencias del condado desde hacía apenas un año en el momento del movimiento Storm Area 51 y dijo que fue su primer gran evento del cual ocuparse. “Lo hicimos lo mejor que pudimos”.
Más de una docena de agencias acabaron estacionadas en un puesto de mando a unas 15 millas del Little A’Le’Inn, donde se celebraba Alienstock, y a unas 25 millas del Centro de Investigación Alienígena en Hiko, donde tenía lugar el Area 51 Basecamp. Entre el puesto de mando principal y otros más pequeños situados cerca de los dos sitios, en el momento de mayor actividad había 350 miembros de las fuerzas del orden y personal de emergencias.
Lo que ocurrió en el desierto
Durante los tres días que duró Alienstock, varios miles de personas se dieron cita en el Little A’Le’Inn y en las 30 hectáreas circundantes, y la mayoría de los asistentes acamparon en tiendas de campaña, en sus autos o en casas móviles.
El evento contó con camiones de comida, vendedores y pequeñas bandas, que se presentaron principalmente en un escenario de madera construido por los asistentes. El festival fue todo un éxito gracias al carácter comunitario de los participantes.
“Creo que todos trabajaron juntos… y eso lo hizo increíble”, dijo Travis. “Todavía miramos atrás y nos preguntamos cómo lo hicimos”.
El evento Area 51 Basecamp en Hiko, en el Centro de Investigación Alienígena, había contratado al aclamado DJ Paul Oakenfold para que se presentara y tenía grandes esperanzas de que hubiera una gran multitud. Después de que solo unas cuantas docenas de personas disfrutaran de la actuación de Oakenfold la primera noche del evento, la segunda noche fue inicialmente cancelada, pero luego se llevó a cabo como un evento gratuito, en lugar de cobrar la entrada original de $51.
Un evento costoso
La monumental tarea para el pequeño y rural Condado Lincoln acabó costando $200,000, tras las esperanzas iniciales de que el Estado sufragara hasta la mitad del costo.
“Hicimos un seguimiento de todos nuestros costos, el Estado ayudó a enviar algunos recursos para la planificación y para ayudar a coordinar otros recursos que solicitamos”, dijo Holt. “Al final del día, cuando reunimos el paquete y lo enviamos al estado, en última instancia el gobernador y el comité interino de finanzas terminaron denegando nuestra solicitud”.
Esa cantidad supuso un duro golpe para el presupuesto del Condado Lincoln. Holt calificó la situación de “difícil” y dijo que, viendo en retrospectiva, si tuvieran que hacerlo todo de nuevo, habría planificado el evento de la misma manera, ya que había muchas incógnitas.
“Fue duro que lo rechazaran a posteriori”, dijo Holt. “Lo hemos superado y cinco años después nos va bien y solo tenemos que seguir adelante”.
Si West aprieta el gatillo y planea organizar otro Alienstock en el futuro, Holt dijo que los funcionarios del Condado Lincoln probablemente no aprobarían que se produjera, después de los costos incurridos por el evento de 2019.
El Condado Nye, que alberga una puerta separada del Área 51, actuó con cautela y movilizó cuadrillas en caso de que se reunieran grupos en su lado de la mítica zona. El Condado Nye gastó $393,924 en manejar el posible resultado del Storm Area 51, de los cuales nada fue suplementado por el estado.
“El costo para el condado fue incremental y no de una sola vez”, dijo el portavoz del Condado Nye, Arnold Knightly, en un correo electrónico. “El dinero se repuso a los departamentos de seguridad pública afectados a través del aumento del presupuesto de los fondos de contingencia. No hubo recortes directos en el personal o los servicios, pero algunos puestos pueden haber quedado sin cubrir como resultado”.
‘Algo que preferiría olvidar’
Ahora semi-retirado, Frank DiMaggio, productor de eventos, junto con Roberts y el grupo Hidden Sound LLC, ve en retrospectiva la locura y desearía que nunca hubiera sucedido, especialmente con las secuelas que condujeron a una demanda presentada por West.
DiMaggio afirma que West se puso en contacto con ellos para pedirles ayuda con Alienstock y, tras comprobar la falta de infraestructura en la localidad rural de Rachel, le advirtieron que no lo hiciera, alegando problemas de seguridad. Cuando DiMaggio y Roberts trasladaron sus planes al centro de eventos de Las Vegas, ambas partes se enfrentaron en los tribunales.
“Es algo que probablemente preferiría olvidar en este momento”, declaró DiMaggio al Review-Journal. “Fue una larga batalla legal… Yo solo seguí la corriente. No he escuchado nada de Matty Roberts ni de Brock Daly, los dos tipos que lo dirigían. Desaparecieron”.
Tras exponer sus preocupaciones sobre la celebración de Alienstock en Rachel, DiMaggio, Roberts y Daly llegaron a un acuerdo con el centro de eventos Downtown Las Vegas Events Center para celebrar un evento patrocinado por Bud Light, bautizado como Bud Light Area 51 Celebration.
“Fueron 11,000 personas con un aviso de nueve días de antelación”, dijo DiMaggio. Fue enorme para ese tipo de evento, desde luego, pero en medio del desierto, como un mini Burning Man”.
Las dos partes resolvieron su pleito a favor de West, y parte de la sentencia establecía que todas las partes implicadas debían mantener la confidencialidad del resultado.
Tras el éxito del evento de Las Vegas, DiMaggio y su cuadrilla tenían planes de organizar eventos similares en otras ciudades de Estados Unidos, pero meses después de la locura alienígena inicial, comenzó la pandemia del coronavirus, que detuvo el impulso creado por el evento inicial.
“Teníamos 17 eventos reservados y todos se cancelaron”, dijo DiMaggio. “El COVID le quitó toda la gracia”.
