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Los ‘químicos para siempre’ en el agua de Nevada podrían amenazar la salud pública

Los productos químicos cancerígenos en el suministro de agua de Nevada podrían estar aquí para quedarse.

Pero varios organismos gubernamentales están atacando el problema, especialmente con nuevas regulaciones y 10 millones de dólares en fondos otorgados por la Agencia de Protección Ambiental (EPA).

Los PFAS, o sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas, son sustancias químicas usadas para resistir el calor, el aceite, las manchas y el agua en una amplia gama de productos, desde muebles hasta envases de alimentos y utensilios de cocina. No se descomponen fácilmente y pueden acumularse, o bioacumularse, en el organismo de las personas y en el medio ambiente con el paso del tiempo, pudiendo causar problemas de salud como cáncer o problemas de tiroides.

La normativa definitiva de la EPA sobre PFAS en el agua potable es la primera de este tipo que se aplica en todo el país. Es el paso final de un esfuerzo federal para empezar a abordar estos llamados “productos químicos para siempre”, que han alarmado a los químicos y activistas de la justicia ambiental durante años.

“El agua potable contaminada con PFAS ha asolado a comunidades de todo el país durante demasiado tiempo”, declaró en un comunicado el administrador de la agencia, Michael Regan, quien añadió que la normativa salvará vidas y protegerá la salud a largo plazo de los jóvenes.

¿Qué pasa en Nevada?

Nevada no tiene ninguna industria que fabrique productos con PFAS, según la División de Protección Ambiental de Nevada. En general, los estados de la costa este con fábricas que sí elaboran este tipo de productos han encontrado concentraciones más elevadas en su agua potable.

La Legislatura estatal prohibió en 2021 los PFAS en las espumas contra incendios, una conocida fuente de contaminación. También exigió a la División de Protección Ambiental que elaborara un “Plan de Acción sobre PFAS”, que se publicó en 2022.

Un cambio significativo desde entonces ha sido la realización de más pruebas a nivel estatal. Solo seis pozos de aguas subterráneas analizados por la División de Protección Ambiental de Nevada y la EPA superaban la nueva normativa, según Andrea Seifert, jefa de la Oficina de Agua Potable Segura.

Uno de ellos se encuentra en Las Vegas.

La Asociación de Usuarios de Agua de Hillcrest Manor suministra agua a unos 120 hogares de la ciudad, algunos de los pocos que dependen del bombeo de agua del subsuelo en lugar de abastecerse de agua potable del Lago Mead. Uno de sus pozos analizados este año presentaba niveles superiores a los estándares de agua potable, lo que obligó a la asociación a notificarlo a los residentes por correo y a iniciar el proceso de sustitución de uno de los depósitos de agua afectados.

La presidenta de la asociación, Tricia Pintar, que rápidamente tuvo que convertirse en experta en PFAS, dijo que cree que las sustancias químicas probablemente procedían de la sustitución del sistema de agua - sus dos pozos se alimentan del mismo acuífero subterráneo, pero solo uno estaba contaminado.

“Nos sorprendió”, afirma Pintar. “No teníamos ni idea”.

No hay motivo de alarma en Las Vegas

En general, Las Vegas está en buena forma. El agua del sur de Nevada también ha estado constantemente por debajo de los umbrales detectables desde que la autoridad del agua de la región comenzó a realizar pruebas para detectar las sustancias químicas en 2008, dijo Eric Dickenson, investigador de la autoridad del agua.

Sin embargo, los PFAS siguen representando una amenaza emergente para la salud pública si no se monitorean exhaustivamente, dijo.

Parte del esfuerzo regional es la investigación. Dickenson y otros científicos de la autoridad del agua han elaborado un nuevo estudio para ayudar a identificar las fuentes más generalizadas de contaminación química permanente en el sur de Nevada.

En el estudio, que aún no ha sido revisado por expertos, se tomaron muestras de zonas a lo largo del Las Vegas Wash, que transporta aguas residuales tratadas al Lago Mead. Establecieron que al menos el 48 por ciento de los PFAS proceden de las aguas residuales, y una parte de ellos puede proceder también de un aeropuerto de la zona.

“Lo difícil de los PFAS es que engloban unos cinco mil tipos de compuestos”, explica Dickenson. “Es difícil definir una huella dactilar o una fuente concreta”.

Más datos, más claridad

Yeongkwon Son, investigador del Instituto de Investigación del Desierto y profesor de la Universidad de Nevada, Reno, que no participó en el estudio, dijo que entender de dónde provienen los productos químicos podría ser útil para limpiar las áreas donde se han acumulado antes de que la lluvia los traslade al Las Vegas Wash.

Son publicó un estudio en 2021 en el que se examinaban las sustancias químicas presentes en las aguas de todo el estado, y fue uno de los primeros en centrarse en la contaminación por PFAS en Nevada. En el futuro, la autoridad del agua podría intervenir y tratar el agua en busca de PFAS, pero eso aún no es necesario, según los estándares finalizados el 10 de abril.

“Ahora que sabemos lo que ocurre en todo Nevada, podemos empezar a debatir planes para reducir esos contaminantes y proteger no solo a los seres humanos, sino también el medio ambiente”, dijo.

Seifert, de la Oficina de Agua Potable del estado, les pide a todos los nevadenses investigar de dónde procede su agua y ver si hay resultados de muestreo por encima de los estándares.

Además, hay medidas que los propietarios pueden tomar para proteger el agua de su familia, como instalar filtros de carbón activado y filtros de ósmosis inversa.

“Hablen con sus médicos, sobre todo si les preocupa su salud personal en relación con ello”, dijo.

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