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Futuro del lago Mead sigue sin aclararse mientras las negociaciones se caldean

Actualizado March 20, 2024 - 11:24 am

La jefa de negociadores del río Colorado no encuentra plausible la propuesta de la otra parte de recortes de agua en toda la cuenca después de 2026, dijo a los reporteros el martes.

Cuando se trata de actualizar cómo se asigna el agua del río Colorado, los estados de la cuenca alta –Colorado, Nuevo México, Utah y Wyoming– se han visto envueltos en una batalla divisiva con la cuenca baja, compuesta por Nevada, California y Arizona.

Ambas partes están de acuerdo en que el “déficit estructural”, es decir, los 1.5 millones de acres-pies de agua que se pierden por evaporación y transporte, debe traducirse en recortes por parte de los estados de la cuenca baja. Sin embargo, el principal punto de desacuerdo radica en si los estados de la cuenca alta también deben soportar el peso de los recortes más allá del déficit estructural.

Estados como Colorado están a merced de la acumulación de nieve y del cambio climático para determinar la disponibilidad de agua, dijo Becky Mitchell, comisionada del río Colorado en el estado de Colorado. Esto dista mucho de lo que ocurre en un estado como California, que goza de mayor seguridad gracias al lago Powell y al lago Mead, los dos mayores embalses del país.

Los estados de la cuenca alta han calculado que sufren una escasez de agua de 1.2 millones de acres-pie, en promedio, debido a la pérdida de agua por el cambio climático.

“En resumen, nuestros usuarios de agua no tienen seguridad o certeza en su suministro de agua porque tienen que vivir en vivo con lo que la Madre Naturaleza les proporciona cada año”, dijo Mitchell. “En cambio, tenemos contratistas de la cuenca baja a los que se ha proporcionado un alto nivel de certidumbre en las entregas de agua y, a su vez, han agotado el lago Mead”.

Continuarán las tensas negociaciones

Las observaciones de Mitchell son algunas de las primeras declaraciones públicas que ha hecho cualquier negociador de la cuenca alta desde que este mes se presentaron las propuestas tan dispares a la Oficina de Recuperación.

Hay otros matices que diferencian las dos propuestas, como la cantidad de agua del lago Powell que se verterá en el lago Mead, que suministra alrededor del 90 por ciento del agua del sur de Nevada.

El grupo de Mitchell quiere basar la salida de cada año en los niveles del lago Powell el 1 de octubre de cada año, mientras que los estados de la cuenca baja esperan basarse en el contenido de más de un solo embalse.

John Entsminger, negociador jefe de Nevada y gerente general de la Autoridad del Agua del Sur de Nevada, declaró el martes al diario Las Vegas Review-Journal que los estados de la cuenca baja están analizando con más detalle la propuesta de la cuenca alta.

Haciéndose eco de las declaraciones que hizo en una conferencia de prensa a principios de marzo, Entsminger dijo que es vital que los recortes en el uso del agua se compartan en toda la cuenca.

Según Entsminger, el plan de los demás estados de basar solo las descargas del lago Powell en su contenido el 1 de octubre pudiera causar “acritud entre los estados”, ya que no tiene en cuenta todo el sistema.

Entsminger se mostró escéptico respecto a la cifra de la cuenca alta sobre la pérdida de agua existente, dijo.

“Nos han dicho lo mismo”, afirmó. “Nunca he visto datos que lo respalden”.

Tanto Mitchell como Entsminger afirmaron su compromiso de alcanzar un consenso de siete estados antes de que expiren las directrices actuales en 2026, aunque es casi seguro que un grupo de estados tendrá que transigir.

“Lo que yo pediría a mis homólogos de la cuenca baja es: No presenten un plan y esperen que lo firmemos solo por consenso”, dijo Mitchell. “Tenemos que elaborar un plan juntos, y creo que en la cuenca alta hemos sido claros sobre cuáles son nuestras expectativas y dónde están nuestros límites”.

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