Fontainebleau es el mayor proyecto hotelero de EE.UU., pero no será el mayor del Strip
Elevándose sobre el Strip norte, el Fontainebleau Las Vegas no solo lleva mucho tiempo en proyecto, sino que es con diferencia el mayor hotel que se está construyendo en el país.
Pero como recordatorio de la intensa competencia que hay aquí, varios otros casinos-resort de Las Vegas Boulevard pueden albergar más huéspedes.
Con sus más de tres mil habitaciones, el Fontainebleau es el hotel más grande, en número de habitaciones, que se está construyendo en Estados Unidos. El segundo más grande es un proyecto de 1,600 habitaciones cerca de San Diego, según Lodging Econometrics.
Está previsto que Fontainebleau abra en el cuarto trimestre de este año y, según el número total de habitaciones, será el noveno hotel más grande de Las Vegas, según cifras de la Autoridad de Convenciones y Visitantes de Las Vegas.
Prácticamente todo el sector turístico de Las Vegas está sobredimensionado, no solo los buffets o las yardas de slushies. Decenas de millones de personas la visitan cada año, abarrotando aceras, restaurantes, clubes nocturnos, centros comerciales, salones de convenciones y, por supuesto, casinos, que recaudan miles de millones de dólares anuales en apuestas.
Las Vegas cuenta también con algunos de los hoteles más grandes del mundo, y los operadores de complejos turísticos y otras empresas despliegan regularmente nuevas formas de captar la atención y el dinero de los turistas.
‘Más allá del lujo tradicional’
Los promotores del Fontainebleau, de 67 pisos, ya revelaron planes para un distrito comercial de lujo y un amplio espacio para convenciones, y es casi seguro que anunciarán más características a medida que se acerque su inauguración. Pero, en general, ¿cómo competirá en el abarrotado mercado turístico de Las Vegas, en constante evolución?
“Creemos que Las Vegas está preparada para algo fresco, nuevo y emocionante que responda a los deseos del viajero de lujo moderno”, escribió por correo electrónico Brett Mufson, presidente y director ejecutivo del complejo.
La marca Fontainebleau existe desde hace siete décadas, dijo, y su equipo espera atraer a un “público global” que esté familiarizado con el nombre y busque “algo más allá del lujo tradicional”.
Los promotores están “creando un atractivo programa de fidelización y desarrollando un programa de adquisición para hacer crecer nuestra base de datos” de clientes, pero eso es “solo una pieza del rompecabezas”, dijo.
Entre otras cosas, Mufson destacó el diseño del complejo, sus restaurantes, su “vibrante vida diurna y nocturna” y sus ofertas de salud y bienestar, así como su ubicado frente al nuevo West Hall del Las Vegas Convention Center, de mil millones de dólares.
“Creemos que los visitantes ansían la innovación y el refinamiento que ofrecerá Fontainebleau, y eso impulsará las visitas”, dijo.
También entrarían por fin en un proyecto largamente aplazado y con una historia tumultuosa.
Una montaña rusa
Jeffrey Soffer, promotor inmobiliario de Florida, adquirió el hotel Fontainebleau de Miami Beach en 2005, que data de la década de 1950, y ese mismo año presentó los planos para el hotel de Las Vegas Boulevard.
Comenzó las obras en 2007. Pero el pujante mercado inmobiliario de Las Vegas no tardó en desplomarse, la economía implosionó y su proyecto quebró en 2009.
El multimillonario Carl Icahn adquirió el rascacielos inacabado en 2010 por unos 150 millones de dólares y, tras dejarlo prácticamente intacto, lo vendió en 2017 por 600 millones de dólares al promotor Steve Witkoff y sus socios.
Witkoff rebautizó el proyecto con el nombre de Drew Las Vegas, pero suspendió la construcción en marzo de 2020, cuando Las Vegas cerró rápidamente por temor al brote de coronavirus.
En un momento de círculo completo, Soffer, fundador de la inmobiliaria Fontainebleau Development, readquirió la propiedad en febrero de 2021 en asociación con el ala inmobiliaria del conglomerado Koch Industries de Kansas.
Cambiaron el nombre del complejo, reanudaron la construcción y anunciaron en diciembre que habían conseguido un préstamo de 2,200 millones de dólares para terminar el proyecto de unas 3,700 habitaciones, que cuenta con unos 3,800 trabajadores de construcción.
Se mire por donde se mire, el Fontainebleau es un proyecto enorme y, como los habitantes de la zona llevan tiempo observando, forma parte del horizonte de Las Vegas desde hace años, aunque aún no haya abierto sus puertas.
