‘El sistema le falló’: Familia quiere respuestas sobre muerte de preso en Nevada
La última vez que Gracie Hernández habló con su prometido, este le dijo que iba a ponerse en la fila para darse un regaderazo. El hombre con el que planeaba casarse, Antonio Talavera, cumplía condena en la Prisión Estatal de Ely.
“Me dijo que me quería”, dijo Hernández, recordando la llamada telefónica. “Fue un buen momento”.
Hernández no volvería a escuchar la voz de su prometido. Más tarde ese mismo día, Talavera fue asesinado a puñaladas dentro de la prisión.
Desde abril, Hernández dice que ha luchado por obtener respuestas sobre lo que le ocurrió, o cómo pudo suceder. Los esfuerzos de la exesposa y la hija de Talavera también han sido infructuosos.
Meses después, la familia de Antonio Talavera se ha quedado sin certificado de defunción. A pesar de sus esfuerzos, sus seres queridos dicen que no han podido obtener una imagen clara de lo que sucedió de la Prisión Estatal de Ely, el Departamento de Correccionales de Nevada, la Oficina del Alguacil del Condado de White Pine o la Oficina del Forense del Condado Clark.
“Todavía no puedo cerrar el caso”, dijo Hernández, que al igual que Talavera, vive en Reno.
Múltiples funcionarios dijeron que como la investigación sobre la muerte de Talavera está en curso, la información no puede ser divulgada en este momento.
La muerte ha llevado a sus seres queridos a cuestionar la seguridad de la Prisión Estatal de Ely. Pero William “Bill” Quenga, agente de Información Pública del Departamento de Correccionales de Nevada, dijo que no siempre es posible controlar la violencia dentro de los muros de la prisión.
“La prisión no es una residencia universitaria”, dijo Quenga.
La violencia en la Prisión Estatal de Ely está en el radar del Departamento de Correccionales de Nevada, según la agente de Información Pública Teri Vance. “Estamos trabajando para reducir la violencia”, dijo, añadiendo que no estaba preparada para hablar de los planes y procedimientos que se llevarán a cabo para ello.
En los últimos dos años, el departamento ha emitido comunicados de prensa por la muerte de siete personas en la prisión, tres de las cuales murieron en una pelea allí el 30 de julio.
El departamento se negó a hacer públicos los registros que incluían informes de los incidentes, informes de la investigación y grabaciones de vigilancia de los incidentes, alegando que los registros que se hicieran públicos “socavarían los derechos constitucionales de un acusado a un juicio justo”.
Estaba previsto que Talavera pudiera optar a la libertad condicional en julio de 2025. Tenía 38 años.
‘Un hombre cambiado’
Hernández recordó haber hablado con Talavera alrededor de la 1:30 p.m. del 16 de abril, el día de su muerte.
Según un informe de la Oficina Forense del Condado Clark facilitado al Review-Journal por la Oficina del Alguacil del Condado White Pine, Talavera fue “agredido” a las 2:13 p.m. Murió de múltiples puñaladas y se determinó que se trató de un homicidio.
El acta dice que la fecha del examen fue el 17 de abril. Al día siguiente, 18 de abril, es cuando el departamento emitió su comunicado de prensa sobre la muerte de Talavera.
Solo decía que había sido “declarado muerto”. No decía que Talavera había sido apuñalado, ni que la muerte se estaba investigando como homicidio.
Quenga dijo que su oficina nunca comparte las circunstancias de una muerte en sus comunicados de prensa porque la determinación no la hace el departamento, sino el forense.
“Yo no hablo con el forense”, dijo Quenga, explicando que a veces ni siquiera tiene conocimiento de la determinación tomada por la oficina forense.
Aunque la política del departamento ha sido solo anunciar que se ha producido una muerte, Vance dijo que incluir en un comunicado de prensa que una muerte se produjo en circunstancias sospechosas es “algo que pudiéramos considerar” en el futuro.
‘Las cosas se ponen locas’
Talavera había estado cumpliendo condena por robo con arma de fuego y posesión de arma de fuego por persona prohibida o exdelincuente, según consta en los registros. Hernández explicó que él tenía un cargo por delito grave en California.
Una denuncia por delito grave proporcionada por Hernández mostró que Talavera había sido condenado por delito grave de hurto mayor en California.
“Por sus cargos, no debería haber estado donde había asesinos deambulando”, dijo Hernández.
La Prisión Estatal de Ely, que es la “prisión de máxima seguridad del estado de Nevada”, según su sitio web, también alberga el corredor de la muerte masculino del estado.
Hernández dijo que recibió una carta de Talavera, que no leyó hasta después de su muerte, en la que expresaba su preocupación por su seguridad.
“Si me pasa algo ahí dentro, échale la culpa a los homeboys porque las cosas se ponen locas y a veces están drogados”, dice la carta. Hernández dijo que entendía que “homeboys” era una referencia a la pandilla de la prisión a la que estaba afiliado Talavera.
Recordó que Talavera le dijo que su afiliación a la pandilla era la razón por la que estaba detenido en la Prisión Estatal de Ely.
“Intentamos distribuir a nuestra población”, dijo Quenga. Explicó que cuantos más miembros de pandillas se juntan, más activa se vuelve una pandilla.
Sin embargo, el departamento también es consciente de que no se debe poner a miembros de pandillas enemigas en el mismo centro, explicó Vance. Esto significa que, por defecto, algunos miembros de la misma pandilla serán recluidos juntos.
“Estamos notando un pequeño repunte en la actividad de las pandillas”, dijo Quenga. Aunque el departamento intenta recabar información interceptando llamadas y consultando a los reclusos, dijo que “a veces simplemente no se puede controlar”.
“Mis hijos han nacido en la vida de la pandilla”, dijo Kristen Lovato, exesposa de Talavera y madre de sus cinco hijos. Dijo que fue una de las razones por las que ella y su exesposo tomaron caminos separados. Talavera había estado cambiando de rumbo alejándose de esa vida, dijo, pero “un poco demasiado tarde”.
“Hoy era un hombre cambiado con Gracie”, dijo Lovato. “Y me encantaba”.
En busca de respuestas
“A mi hija le costó mucho decírmelo”, dijo Lovato, añadiendo que fue de los últimos entre los seres queridos de Talavera en enterarse de su muerte.
Lovato recibió una llamada de la hija de Talavera, Serina Talavera, de 19 años, quien asumió la responsabilidad de ser la pariente más cercana de su padre.
Al principio, Lovato dijo que su hija solo preguntaba qué debe hacer una familia cuando alguien muere. Cuando Lovato le preguntó por qué preguntaba, Serina Talavera dijo que había recibido un llamado de la Prisión Estatal de Ely y que le habían dicho que su padre había muerto.
Hernández, Lovato y Serina Talavera se pusieron en contacto con un detective de la Oficina del Alguacil del Condado White Pine que había sido asignado al caso.
Cuando Lovato dijo que llamó por primera vez al detective Paul Bath, le informaron de que la muerte de su exesposo se había registrado como homicidio y que había otras dos personas implicadas.
Desde entonces, el detective no ha proporcionado más información, dijo la familia.
“Sé que los detalles son difíciles de aceptar, pero creo que necesitamos eso para seguir adelante”, dijo Hernández. “Y se nos niega eso”.
“Realmente no hay mucho que pueda decir sin meterme en problemas”, dijo Bath al Review-Journal. La investigación de la muerte de Talavera por parte de la Oficina del Alguacil del Condado White Pine sigue en curso.
Antes de que las personas implicadas puedan ser acusadas, la investigación tendrá que concluir y pasar a la Oficina del Inspector General, explicó Bath. Esta oficina se encarga de presentar investigaciones penales relacionadas tanto con las prisiones como con los presos.
Bath dijo que ha recibido cinco o seis llamadas telefónicas de los seres queridos de Talavera, que, según dijo, siempre devuelve en el plazo de una semana aproximadamente. “Sé que, como familia en duelo, eso probablemente no es suficiente”, dijo Bath. “Quieren respuestas ahora mismo”.
Aunque la Oficina Forense del Condado Clark y la Oficina del Alguacil del Condado White Pine confirmaron la causa de la muerte de Talavera, el capitán Todd Fincher de la Oficina del Alguacil dijo que no había más información que dar a conocer “debido a esto es una investigación de homicidio activa”.
Información desde dentro
Durante un intento de llamar a la prisión en busca de respuestas, Lovato dijo que logró comunicarse con una enfermera que trabajaba dentro de Ely. Aunque no quisieron compartir ninguna información, la enfermera le dijo a Lovato que, si quería respuestas, debía ver el sitio web Prison Writers.
Prison Writers es una organización sin ánimo de lucro cuya misión es dar a conocer las opiniones de las personas encarceladas sobre los problemas que les afectan.
“Creé Prison Writers hace casi 10 años con el objetivo específico de dar voz a los presos, porque literalmente no la tenían”, dijo Loen Kelley, fundadora de la organización.
El 20 de julio, un recluso de la Prisión Estatal de Ely (E.S.P.) llamado Gilbert Paliotta escribió a Kelley en una carta vista por el Las Vegas Review-Journal, diciendo que en abril había “presenciado otro asesinato” en la prisión.
“He sido rehén en la E.S.P. durante treinta (30) años y nunca la había visto tan violenta”, escribió Paliotta.
Paliotta también escribió un artículo en Prison Writers titulado “Los reclusos están muriendo en la Prisión Estatal de Ely, Nevada”.
Cuando Lovato visitó el sitio y vio la historia de Paliotta, creyó que estaba escribiendo sobre la muerte de su exesposo, ya que Paliotta hacía referencia a una muerte ocurrida en abril.
“Es bien sabido que aquí muere gente”, escribió Paliotta.
Vance dijo que el departamento necesita revisar las alegaciones específicas de los escritos de Paliotta antes de responder a ellas.
Traer a Talavera a casa
Serina Talavera se embarcó en la difícil tarea de intentar traer a su padre a casa.
“Solo empezaron a hablarme de la incineración”, cuenta Serina Talavera sobre las primeras conversaciones con la prisión. Ella y su madre, ambas residentes en Arkansas, se dirigieron a la Giddens Memorial Chapel de Las Vegas para intentar resolverlo.
El 26 de abril, el Estado emitió el permiso de cremación, según un correo electrónico enviado desde la capilla. El permiso fue la primera vez que se supo la hora de la muerte de Antonio Talavera, explicó Hernández.
Sus seres queridos explicaron que los intentos de obtener información de la oficina forense en persona fueron infructuosos. El 19 de agosto, la Oficina Forense del Condado Clark facilitó al Las Vegas Review-Journal una copia tachada de la autopsia de Talavera.
“Al día de hoy todavía no tenemos el certificado de defunción ni nada”, dijo Serina Talavera. “Pero sí tenemos las cenizas”.
Serina Talavera, Lovato y Hernández siguen buscando respuestas dentro y fuera de la prisión.
“Es difícil dormir por la noche sabiendo que nunca volverá a casa”, dijo Hernández. “El sistema le falló de muchas maneras”.
