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Cinco asuntos relacionados con el agua en el sur de Nevada a tener en cuenta en 2024

Fue solo hace 18 meses cuando el comisionado de la Oficina de Recuperación advirtió que el sistema del Río Colorado estaba en peligro de colapso a menos que se promulgaran reducciones de uso de agua al por mayor - recortes mucho más grandes de las que el sistema ha visto nunca.

La escasez de agua y la demanda en la cuenca del río Colorado requerirán reducciones en el uso de agua de entre dos y cuatro millones de acres-pies en 2023 para preservar los “niveles críticos” en el Lago Mead y el Lago Powell, según declaró la comisionada Camille Calimlim Touton al Comité de Energía y Recursos Naturales del Senado a mediados de junio de 2022.

El máximo responsable del agua en Las Vegas lo expresó de otro modo:

“Estamos a 150 pies de que 25 millones de estadounidenses pierdan el acceso al río Colorado, y el ritmo de disminución se está acelerando”, dijo a la comisión John Entsminger, director general de la Autoridad del Agua del Sur de Nevada (SNWA).

Avancemos hasta finales de 2023.

La madre naturaleza, las acciones colectivas de los gobiernos estatales y locales y el gasto federal se combinaron para hacer de 2023 un buen año para la principal fuente de abastecimiento de agua del sur de Nevada: el Lago Mead y el sistema del río Colorado.

La mejora más evidente fue el exceso de nevadas en gran parte del Oeste el pasado invierno, que ayudó a que el lago ganara más de 20 pies de profundidad. Esto dio tiempo a las autoridades a seguir buscando soluciones de cooperación para reforzar una cuenca hidrográfica que no puede abastecer a los millones de personas que dependen de ella para su subsistencia debido a nuestro clima mucho más seco.

El año pasado fue un breve respiro, según coinciden casi todos los expertos en agua.

Los crecientes retos de millones de estadounidenses que viven con un suministro de agua cada vez menor no han desaparecido ni mucho menos.

Los acontecimientos del 2024 repercutirán en nuestra agua. He aquí cinco cuestiones a las que prestar atención:

1. Nevadas muy por debajo del año pasado

A diferencia del invierno pasado, las nevadas en la cuenca que alimenta el Lago Mead están por debajo de lo normal este invierno. Hasta ahora, eso significa que estamos de vuelta a la norma casi todos los años desde el cambio de siglo.

El deshielo invernal en 2023 fue un 145 por ciento superior a lo normal. Combinado con un menor uso del agua río abajo, el agua de escorrentía permitió que el Lago Mead se llenara al 34 por ciento y el Lago Powell al 37 por ciento. Meses antes, los dos principales embalses habían descendido a un 25 por ciento de su capacidad, poniendo en peligro la producción de energía de la presa de Glen Canyon en el Lago Powell.

El resto del invierno está por llegar, pero si las nevadas vuelven a ser inferiores a lo normal, la escorrentía no cubrirá la demanda.

2. Revisión de las reglas para operar el río

La Oficina de Recuperación y las numerosas entidades implicadas están revisando las normas que regulan el uso del agua del río Colorado desde hace décadas.

Las directrices actuales, establecidas en 2007, expiran a finales de 2026, pero más de dos décadas de sequía que han reducido drásticamente los caudales de agua “plantean riesgos inaceptables para el funcionamiento rutinario de las presas de Glen Canyon y Hoover”, según un documento revisado publicado en octubre.

Se espera que las nuevas directrices entren en vigor lo antes posible. Operar con directrices actualizadas permitirá tomar decisiones más inteligentes sobre el uso del agua.

3. Gasto federal

La Ley Bipartidista de Infraestructuras aporta más de ocho mil millones de dólares para ayudar a financiar mejoras y eficiencias en los sistemas hídricos durante los próximos cinco años.

En resumen, la administración Biden está utilizando un doble enfoque: (1) pagar a diversas entidades para que usen menos agua comprando sus derechos de agua, y (2) destinar millones a programas de mejora y modernización de los sistemas hídricos.

Pagar a las entidades para que no extraigan el agua a la que tienen derecho, combinado con proyectos de restauración y conservación medioambiental, debería aumentar los niveles de agua en el Colorado.

4. Estados que trabajan juntos

Tras varios meses de inacción ante la petición del gobierno federal de junio de 2022 de llegar a un acuerdo sobre reducciones récord en el uso del agua, los tres estados de la cuenca baja -Nevada, California y Arizona- desarrollaron un plan durante 2023 para conservar tres millones de acres-pies para 2026, lo que supone un descenso del 14 por ciento en todo el suroeste. En otoño, los tres estados ya habían ahorrado un millón de acres-pies, según Bronson Mack, director de divulgación de la Autoridad del Agua del Sur de Nevada.

Un anuncio hecho a mediados de diciembre fue solo un ejemplo. Varios organismos acordaron reducir el consumo de agua en 634 mil acres-pies durante los dos próximos años. Entre ellas figuran el Distrito Imperial de Riego, el Distrito de Aguas del Coachella Valley, Quechan Indian Tribe, el Distrito de Riego de Palo Verde, el Distrito de Aguas Bard y el Distrito Metropolitano de Aguas del Sur de California.

El enfoque de trabajo conjunto incluye aprender del éxito de los demás y adoptar algunas de las mejores prácticas.

El sur de Nevada lleva décadas reciclando la inmensa mayoría del agua que consume. California está adoptando ahora esta práctica, quizá comunidad por comunidad.

El 18 de diciembre, los organismos reguladores de California aprobaron nuevas reglas para que las agencias de aguas reciclen las aguas residuales y las devuelvan a las tuberías que llevan el agua potable a los hogares, escuelas y empresas.

Es un gran paso para un estado que lleva décadas luchando por garantizar fuentes fiables de agua potable para sus más de 39 millones de habitantes. Y supone un cambio en la opinión pública sobre un tema que hace tan sólo dos décadas provocó reacciones que echaron por tierra proyectos similares.

“Esto refleja los avances realizados en el reciclaje y la reutilización del agua en las últimas décadas, así como la mayor comprensión del público de la administración del agua y la necesidad de maximizar los suministros de agua de una manera segura y sostenible”, dijo Mack de SNWA. Como el sur de Nevada sigue reciclando y reutilizando casi todas sus aguas residuales tratadas procedentes del uso de agua en interiores, conocemos de primera mano el valor del reciclaje del agua para ampliar las reservas de agua”.

Mack señaló que SNWA se ha asociado con sus homólogos de California para desarrollar un programa de reciclado de agua a gran escala que reutilizará las aguas residuales tratadas en California que actualmente se vierten al océano. El nuevo proyecto de normativa californiana sobre reciclado de agua respalda este proyecto.

“Como socio del proyecto, Nevada recibirá acceso a recursos hídricos adicionales procedentes de la asignación de agua de California del Lago Mead. Así pues, este proyecto de reciclado en California tiene un beneficio directo para los habitantes del sur de Nevada”, dijo Mack.

5. Boulder City usa el agua

A petición de Boulder City, SNWA está realizando un estudio de viabilidad sobre las opciones de reutilización de las aguas residuales tratadas en la comunidad.

Durante más de 50 años, la ciudad ha usado agua del Lago Mead antes de tratarla ligeramente y bombearla a estanques de evaporación. La comunidad usa entre un millón y 1.5 millones de galones al día antes de perderlos en la atmósfera, en lugar de reciclarlos como hacen otras entidades gubernamentales del sur de Nevada, que envían unos dos millones de galones al día a través del Las Vegas Wash de vuelta al Lago Mead. Cada galón que vuelve al lago permite al sur de Nevada usar otro galón del lago.

Se supone que los responsables de Boulder City tomarán una decisión tras la publicación de los resultados de viabilidad y adoptarán medidas para usar su agua de forma más eficiente. Hace años, la SNWA dijo que pagaría los cambios, pero los funcionarios de Boulder City no pudieron ponerse de acuerdo sobre un plan de acción.

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