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¿A dónde para el agua del río Colorado? Los científicos por fin lo han descubierto

Los científicos han descubierto que el heno destinado a alimentar a los animales de granja usa una proporción abrumadora del agua del río Colorado en el suroeste del país.

Muchos habitantes del sur de Nevada conocen bien los problemas hídricos del Oeste. Las Vegas depende casi por completo del agua del Lago Mead, el mayor embalse del país alimentado por el río, que últimamente ha rondado mínimos históricos.

Un nuevo estudio publicado el jueves establece una evaluación más definitiva de cómo se usa el agua del río, confirmando las sospechas que los científicos del agua han mantenido durante décadas. Solo una fracción del agua del río llega a lo que se conoce como el delta del río Colorado, donde fluiría de forma natural sin intervención humana.

“Hemos podido construir una imagen mucho más holística y completa de adónde va a parar toda el agua”, afirma Brian Richter, autor principal del estudio y presidente de la organización mundial de educación sobre el agua Sustainable Waters. “La agricultura de regadío consume unas tres veces el volumen de todas las ciudades e industrias juntas”.

Los científicos descubrieron que el cultivo más sediento es la alfalfa y otros forrajes que alimentan a las vacas, que representan el 46 por ciento del total del agua usada del río. La agricultura en general usó más de la mitad.

El consumo en ciudades como Las Vegas ha seguido una tendencia a la baja debido a tácticas como el “dinero por hierba” y los programas de conversión de fosas sépticas en alcantarillado. Esto se refleja en los datos, ya que el consumo municipal de agua es del 18 por ciento.

Una parte menor del agua se pierde por evaporación en embalses como el Lago Powell y el Lago Mead y lo que se conoce como “evapotranspiración”, o pérdida de agua a la atmósfera y al suelo.

La agricultura de Nevada palidece en comparación con las vastas y exuberantes tierras de cultivo del Imperial Valley de California o de Yuma, Arizona. También se concentra principalmente en las zonas más rurales del estado que dependen del bombeo de aguas subterráneas en lugar del agua del río.

Aun así, Nevada tiene casi 668 mil acres de tierras de regadío, según el Censo de 2022 del Departamento de Agricultura de Estados Unidos. También se están haciendo esfuerzos para que el cultivo de alfalfa sea más eficiente.

Los datos podrían informar las negociaciones

Las cifras llegan en un momento clave de la historia del río.

Los estados de la cuenca del Colorado se disputan cómo redistribuir el agua del río entre ellos, y el cambio climático está empeorando la sequía. Por ello, estos datos son útiles para establecer un conocimiento de referencia, afirmó Jonathan Overpeck, decano de la Escuela de Medio Ambiente y Sostenibilidad de la Universidad de Michigan.

“Esto facilitará mucho las cosas a los negociadores”, dijo Overpeck, que no trabajó en el estudio.

Richter, autor principal del estudio, explicó que el momento de la publicación era intencionado para que los dirigentes estatales dispusieran de la mejor información posible para tomar decisiones sobre los próximos 20 años.

“Es necesario establecer un tope o un límite al volumen total de agua usada para usos humanos”, dijo Richter. “Tendremos que trabajar dentro de los límites de la naturaleza”.

Corresponde a los dirigentes que atienden a los 40 millones de personas que dependen del río averiguar cómo avanzar.

Sarah Porter, directora del Centro Kyl de Política del Agua de la Universidad Estatal de Arizona, dijo que el estudio se basa en lo que los científicos del agua llevan mucho tiempo deduciendo, pero que las soluciones al uso agrícola del agua tienen que ser matizadas.

En el Oeste, los agricultores suelen tener los derechos más antiguos para usar el agua de los ríos y muchos de ellos cultivan durante todo el año, dijo Porter, que no participó en el estudio. Si no plantan alfalfa, podrían dedicarse a otros cultivos.

Una reducción de la agricultura también podría afectar a las economías de todo el suroeste, donde es la principal industria, dijo.

“A veces, estudios como este alimentan una especie de narrativa simplista”, dijo Porter. “Pero es complicado”.

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