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La ayuda llegó para unos, mientras que otros aún esperan su seguro de desempleo

Miles de personas continúan solicitando beneficios de desempleo a cuatro meses del cierre causado por la pandemia de coronavirus en Nevada.

Cada día, frustrados nevadenses inundan las líneas telefónicas del Departamento de Empleo, Capacitación y Rehabilitación (DETR, por su sigla en inglés) buscando soluciones a sus demandas de beneficios pendientes. Los residentes han presentado 562 mil 486 nuevas solicitudes de beneficios de desempleo tradicionales este año hasta el 4 de julio. Todas menos 21 mil 652 de ellas han sido presentadas desde la semana que terminó el 14 de marzo, tres días antes de que el Gobernador Steve Sisolak ordenara el cierre de negocios no esenciales en un esfuerzo por frenar la propagación del nuevo coronavirus.

El Review-Journal ha hablado previamente con numerosos demandantes que tratan de navegar por el sistema de desempleo durante la pandemia. Desde entonces, algunos han recibido su paga, mientras que otros continúan su lucha por cobrar los beneficios.

Kate-Marie Stone

El 7 de mayo, Kate-Marie Stone se hizo pública en un reportaje publicado en este medio sobre sus problemas para obtener el subsidio de desempleo.

El 8 de mayo, Stone recibió una llamada telefónica del DETR.

“No sé si fue una coincidencia o qué”, mencionó.

Stone, una tramoyista de 38 años de edad que trabaja en espectáculos del Strip, presentó su reclamo de beneficios tradicionales en marzo y se unió al coro de personas que llaman diariamente al DETR tratando de averiguar por qué su reclamo estaba bajo revisión.

Anteriormente dijo que su familia de cuatro personas (que viven cerca de Henderson) tenían el dinero justo para cubrir sus cuentas, pero que “las compras se limitan”.

La llamada del 8 de mayo y los pagos de beneficios subsiguientes significaron que ella y su familia pudieron salir a comprar comida de nuevo, indicó Stone. Poco después del reportaje inicial, alguien se acercó al periódico y pudo conectarse con Stone para donarle alimentos.

“Terminamos siendo capaces de ayudar a otro vecino”, dijo Stone.

Elogió al agente del DETR que la llamó “absolutamente maravillosa”.

“Sólo intentan hacer su trabajo lo mejor que pueden en una situación realmente horrible”, señaló Stone.

Su principal preocupación ahora es que sus beneficios de desempleo se agoten en la segunda mitad de septiembre.

“¿Qué pasa entonces? Esa es la pregunta que tenemos en mente”, indicó.

Alexis Cossman

Todo lo que le tomó fueron cuatro meses de innumerables llamadas telefónicas a dos oficinas de empleo de diferentes estados y la dedicación de una empleada del DETR llamada “Nadine” para que Alexis Cossman recibiera sus beneficios de desempleo.

Cossman presentó un reclamo interestatal el 17 de marzo por los tradicionales beneficios de desempleo en Nevada. Se mudó a Las Vegas desde Columbus, Ohio, el verano pasado y fue despedida de sus trabajos durante el cierre estatal. Así comenzó un esfuerzo de ida y vuelta de un mes de duración en el que llamaría a los departamentos de empleo de Ohio y Nevada, tratando de averiguar por qué Nevada había dejado de recibir una vez más los salarios que Ohio le enviaba al DETR.

En una de sus llamadas telefónicas de fin de mes, se enteró del último inconveniente de su reclamo: Nevada finalmente recibió los salarios de Ohio, pero Ohio no devolvió sus salarios de Nevada con ellos. Nevada le dijo que llamara a Ohio para trabajar en su solicitud.

“Eso es más o menos lo que he estado haciendo todo este tiempo los últimos cuatro meses”, comentó Cossman en una llamada telefónica el 1º de julio.

Uno de sus dos trabajos la llamó para que volviera a trabajar durante los meses siguientes. Ella estaba de nuevo ganando un ingreso pero luchando por ponerse al día con sus cuentas, aseveró. Su coche fue embargado en junio.

El viernes, una agente del DETR llamada “Nadine” llamó a Cossman para decirle que había estado trabajando en su caso todos los días durante un mes y lo aclaró ese día, indicó Cossman.

Sus siete mil 200 dólares en atrasos salariales “finalmente” estuvieron disponibles el lunes, anunció Cossman. Pagó en efectivo para comprar un coche nuevo, un Mini negro.

“Perdí un mes (de beneficios) en el proceso”, dijo Cossman. “Pero al menos obtuve algo”.

Cheryl Butler-Adams

Cheryl Butler-Adams está llevando su batalla de beneficios a la corte.

La residente de Henderson, de 56 años, empezó a recibir sus beneficios en mayo y ahora está al día con su renta. Sin embargo, siente que aún le deben cinco semanas adicionales que el DETR está disputando.

“Presenté una petición en mayo porque no pude lograr que nadie por teléfono entendiera que me debían las cinco semanas de reclamos que no fueron pagadas”, dijo Butler-Adams.

Presentó una petición en el Tribunal de Distrito del Condado Clark el 19 de mayo pidiendo al tribunal que revisara una decisión tomada por la División de Seguridad del Empleo negándole las semanas de beneficios adicionales que había reclamado. Una vocero del DETR dijo que el Departamento aún no ha recibido la petición.

Ella estaba bajo licencia médica de su trabajo en una agencia de viajes debido a un hombro lesionado y solicitó beneficios de desempleo a partir del 14 de febrero. Inicialmente se le negó porque estaba de baja médica.

El trabajo de Butler-Adams la dio de baja después de que la pandemia golpeara a Nevada y lo hizo retroactivamente para que pudiera cobrar los beneficios de desempleo a partir de marzo. Sus beneficios comenzaron el 25 de abril, el día en que un médico le dio el visto bueno para que volviera a trabajar. Butler-Adams sostiene que envió por fax al DETR tres documentos de su médico anulando la fecha del 25 de abril y permitiéndole reclamar más semanas de beneficios en vano.

“Me sorprende que no lo entiendan”, expresó Butler-Adams.

Chris Clancy

Chris Clancy de Las Vegas era como casi todos los demás tratando de atender sus reclamos, llamando a la línea de Pandemic Unemployment Assistance (PUA) todo el día, todos los días.

Luego, su compañía telefónica cortó el servicio de su celular porque ya no podía pagar sus cuentas.

“No tengo absolutamente nada de dinero y no sé qué hacer”, escribió Clancy en un correo electrónico del 2 de julio.

No ha habido ningún movimiento de su solicitud de la PUA, el sistema de beneficios para los trabajadores autónomos y los trabajadores temporales desde que comenzó a presentar la solicitud en mayo. Recibió una tarjeta de débito hace un mes y medio con saldo cero, y tenía 16 semanas presentadas sin ningún tipo de pago a principios de julio.

El estado de su solicitud indica que tiene “otra elegibilidad para el programa” pero ha permanecido estancado desde el 22 de mayo.

“Todas mis semanas dicen que están ‘en progreso’ pero no ha habido ningún progreso y también indica que mi reclamo no está bajo revisión”, escribió Clancy.

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