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Juzgarán al acusado de disparar al oficial Shay Mikalonis

El hombre de 20 años acusado de disparar y herir gravemente al oficial de policía de Las Vegas, Shay Mikalonis, al final de una manifestación de “Black Lives Matter” en el Strip, será juzgado, dictaminó una jueza el jueves.

La decisión de la jueza de paz, Melanie Tobiasson, llegó después de aproximadamente siete horas de testimonio de más de 10 testigos durante una audiencia preliminar. Entre los testigos convocados a declarar estaban siete oficiales de SWAT que respondieron al tiroteo del 1º de junio en las afueras de Circus Circus.

“Garantizo que cada uno de los oficiales que escuchó ese segundo disparo tuvo visiones o pensamientos sobre el 1º de octubre de 2017, en el que alguien estaba disparando desde arriba”, mencionó Tobiasson, refiriéndose al tiroteo masivo en el festival de música de la Route 91 Harvest, durante el cual un hombre armado abrió fuego en el recinto del concierto desde una suite del piso 32 en Mandalay Bay.

Edgar Samaniego, que está detenido en el Centro de Detención del Condado Clark con una fianza de un millón de dólares, se enfrenta a cargos de intento de asesinato y agresión con un arma mortal. Los fiscales han dicho que después del tiroteo del oficial, Samaniego disparó al menos tres rondas más desde el Travelodge, un motel al otro lado de la calle de Circus Circus.

El oficial de SWAT de Henderson, Eric Nielsen, el primero en testificar en el caso, comentó que la “información inicial” indicaba que el disparo había venido de una posición elevada.

“Ahora entiendo cómo se siente la gente que ha sido desplegada en el extranjero”, dijo. “No deseo que ese sentimiento que tuve ese día recaiga sobre nadie, ni mi peor enemigo; no saber dónde está la amenaza potencial”.

Uno por uno el jueves, los siete oficiales de SWAT subieron al estrado, pintando un cuadro de una escena caótica que recuerda el tiroteo masivo de 2017.

“Definitivamente es algo que está en el fondo de tu mente, algo en lo que piensas”, comentó la oficial de SWAT de Las Vegas, Kerry Kubla.

Según los oficiales, después de que Mikalonis fue disparado, la gente corría en todas direcciones, escondiéndose debajo de los coches; y los oficiales respondieron al tiroteo con la mentalidad de que “podría ser un ataque de francotirador debido a todos los edificios que nos rodean”, agregó el oficial de SWAT de Las Vegas, Alex Gonzáles.

“Estábamos bastante nerviosos de que alguien pudiera tener un terreno elevado sobre nosotros”, añadió Gonzáles. “Ya sabíamos que habían disparado a un oficial, pero nadie pudo identificar de dónde vino el disparo o cuántos sospechosos teníamos”.

El testimonio de los oficiales de SWAT también marcó la pauta de lo que los fiscales mostrarían más tarde en el tribunal antes de descansar su caso: fragmentos de video que captaron los movimientos del sospechoso desde que se registró en el Travelodge alrededor de las 9:20 p.m. hasta que fue detenido por los oficiales del SWAT unas cinco horas más tarde.

El jueves por la tarde, los fiscales llamaron a su último testigo: el veterano detective de homicidios del Departamento de Policía Metropolitana, Cliff Mogg, cuyo testimonio se centró en las imágenes, que según él fueron recogidas por las cámaras de seguridad del Travelodge, Circus Circus, Encore y Battlefield Las Vegas.

El video reproducido el jueves incluía el momento exacto en que Mikalonis, de 29 años, recibió un disparo en la cabeza.

En el video en blanco y negro, Mikalonis, que estaba esposando a un individuo, se desplomó al suelo. Acababa de llegar a la escena y salió de un vehículo patrulla momentos antes de que le dispararan, según Mogg.

“¡Oh, Dios!”, exclamó Tobiasson mientras veía a los oficiales realizar RCP a Mikalonis. En el video, se puede ver a un oficial presionando el pecho de Mikalonis, arriba y abajo, arriba y abajo, arriba y abajo.

Mientras tanto, Samaniego permaneció quieto en su asiento mientras el video se reproducía en varias pantallas de la sala.

Los fiscales comentaron que la bala perforó la columna vertebral de Mikalonis y se alojó en el lado derecho de su cara. El oficial está paralizado del cuello para abajo y se espera que quede conectado a un respirador de por vida.

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