Irregularidades en las facturaciones afectan a la Facultad de Odontología de la UNLV
enero 23, 2020 - 11:04 am
Irregularidades en las facturaciones de la facultad de odontología de la UNLV pudieron haber dado lugar a que los pacientes y las compañías de seguros recibieran facturas excesivas de miles de dólares, según muestran los nuevos documentos. Pero la escuela se ha negado a revelar los detalles de una investigación de facturación completada y financiada públicamente.
A los pacientes del antiguo dentista de la UNLV, Phillip Devore, se les facturó por extracciones dentales quirúrgicas costosas tres veces más a menudo que por extracciones simples, lo cual, según los datos de Medicaid, estaba muy por encima de la norma para Nevada, según un análisis del Review-Journal de los datos de la UNLV.
La escuela le pagó a un bufete de abogados 366 mil dólares para investigar las prácticas de facturación de la Facultad de Odontología que dirigía Devore, pero se ha negado repetidamente a hacer públicos los resultados, según muestran los registros.
Los datos que se remontan al año 2012 y otros registros también plantean preguntas sobre las facturaciones en la UNLV a otros dentistas de la facultad, incluyendo algunos pacientes a los que se les facturó tanto una extracción quirúrgica como una simple extracción del mismo diente.
En entrevistas con media docena de ex empleados, la mayoría de los cuales habló con la condición de mantener el anonimato, se descubrió que las irregularidades en las facturaciones eran ampliamente conocidas y que la decana de la facultad de odontología, Karen West, que desde entonces ha dejado la facultad, debió haberlas detenido.
“Acabo de escuchar algunos problemas sobre facturaciones inapropiadas”, comentó Charles Hatley, un profesor asociado que mencionó que su contrato no fue renovado el año pasado. “Eso es algo de lo que la decana debió de haberse ocupado. Era su responsabilidad”. Hatley enseñó en la facultad y fue parte de la práctica fraudulenta.
En junio de 2019, la UNLV le proporcionó al Review-Journal datos que mostraban inicialmente que Devore sólo había realizado dos extracciones quirúrgicas y unas 500 extracciones simples en sus cuatro años en la facultad.
Pero después de que el Review-Journal solicitara datos de facturación detallados, un análisis encontró que la escuela le facturó a los pacientes y al seguro de Devore por al menos 790 extracciones quirúrgicas y unas 270 extracciones simples entre 2014 y 2017, cuando se marchó.
En promedio, una extracción simple le cuesta al paciente, o a la compañía de seguros, unos 42 dólares, mientras que una extracción quirúrgica cuesta en promedio 113 dólares y algunas superan los 300 dólares. El número de extracciones quirúrgicas y sencillas realizadas en Nevada es más o menos el mismo, según muestran los datos de Medicaid y de la mayoría de los colegas de Devore.
Más de 400 mil dólares de los casi 600 mil dólares que Devore pagó en 2017 provinieron de las facturas de los pacientes, según los registros.
Devore, quien ejerce en privado en Las Vegas, indicó en una entrevista que sabía muy poco sobre las prácticas de facturación de la facultad y solo proporcionó sus gráficos al Departamento de Facturación. Repetidamente afirmó que solo facturaba por las operaciones que realizaba.
“Yo no codifiqué nada en absoluto”, aseguró Devore. “El simple hecho de proporcionar un buen servicio era suficiente para generar muchos ingresos”.
La facultad de odontología recibe casi 70 mil pacientes al año, y muchos de ellos son indigentes o tienen bajos ingresos.
Los datos de las facturaciones se produjeron después de la controversia sobre la reutilización por parte de Devore de los estribos de curación de un solo uso, los pagos injustificados a uno de los mejores dentistas de la facultad y la falta de publicación de la investigación del bufete de abogados sobre las prácticas de facturación de la institución educativa.
La actual decana de la facultad de odontología de la UNLV, Lily García, no aceptó una entrevista, pero la vocera Cindy Brown emitió un comunicado alegando que García está “revisando todos los procesos y operaciones comerciales”.
“La Facultad de Odontología cumple con Medicaid y trabaja estrechamente con la agencia de atención de salud administrada del Estado de Nevada para que Medicaid mantenga esa posición”, decía la declaración. “La UNLV solicita a cualquier paciente que crea que se le ha cobrado de más, que se ponga en contacto con la Facultad de Odontología para hablar con el defensor del paciente para que pueda ser revisado”.
West, la ex decana que se retiró en junio de 2019 y tomó un lucrativo trabajo como presidenta de la Asociación Estadounidense de Educación Dental, no respondió a las repetidas llamadas y correos electrónicos en busca de comentarios.
Investigación oculta
En 2017, la facultad contrató a Dentons y anunció que el bufete de abogados investigaría la reutilización de los estribos de curación por parte de Devore.
Pero una carta compromiso fuertemente redactada obtenida por el Review-Journal muestra que Dentons se centró en las prácticas de facturación de la Facultad de Odontología.
“Entendemos que la representación implicaría la realización de una investigación y auditoría privilegiadas de ciertas alegaciones hechas por un denunciante interno (es decir, un empleado) con respecto a ciertas prácticas de codificación, facturación y atención al paciente del Plan de Prácticas Dentales de la Facultad (“Faculty Dental Practice Plan”, o FDPP) en la facultad de odontología de la UNLV”, decía un documento adjunto.
La facultad redactó inicialmente toda la carta compromiso, pero publicó partes de ella en respuesta a las peticiones del Vicepresidente de Asuntos Jurídicos y Consejero General del Review-Journal, Benjamin Lipman.
La facultad también se ha negado repetidamente a proporcionar cualquier información sobre lo que Dentons encontró en su revisión, citando el privilegio abogado-cliente.
Devore ordenó que la facultad debe dar a conocer el informe de Dentons y hacer pública cualquier información que no revele la información del paciente.
“Creo en la transparencia total”, enunció. “Todo lo que hicimos allí debió haberse hecho correctamente. Si algo se hizo incorrectamente, se deben pagar reembolsos si se debe dinero”.
Costos de extracción quirúrgica
El antiguo personal cuestionó el número de extracciones quirúrgicas que Devore realizó en su práctica, señalando que era fácil cambiar una extracción simple por una quirúrgica para que la facultad pudiera cobrar tres veces más.
En la UNLV, Devore reveló que recibía el 40 por ciento de todos los honorarios cobrados después de los gastos de laboratorio, lo cual es estándar para los dentistas de la facultad. A sus pacientes y a su seguro se les facturaron hasta 193 mil dólares por unas mil 300 extracciones quirúrgicas en los cuatro años que trabajó en la facultad, según los registros.
Al eliminar las facturas duplicadas del mismo paciente y diente, la facultad facturó a los pacientes de Devore y a sus compañías de seguros más de 114 mil dólares por 793 extracciones quirúrgicas y más de 27 mil dólares por 273 extracciones simples, según los registros.
Devore aclaró que trasladó muchos de sus casos difíciles en su práctica privada a la facultad.
“Lo único que se me ocurre es que hice la mayoría de los casos complejos, por lo que como resultado hubo un mayor porcentaje que se hizo quirúrgico”, explicó.
Otras facturaciones cuestionables
Los registros que el Review-Journal obtuvo también muestran que la escuela facturó a un paciente de Devore por una corona que el paciente nunca recibió.
“A partir de ahora el doctor Devore ya no está, así que tendremos que encontrar un médico y también coordinación con la oficina de negocios debido a que el seguro está siendo facturado por servicios no prestados”, mostró el registro del 2017, que tenía el nombre del paciente redactado.
Y en 2015 y dos veces en 2017, Devore facturó por conductos radiculares molares (que a menudo son los más costosos) en dientes que no eran molares, muestran los registros.
Devore señaló que no estaba al tanto de esos problemas y que se quedó “atónito” al escucharlos.
La antigua gerente de operaciones de Devore, Denise Fisher, agregó que nunca vio a Devore hacer nada inapropiado en la UNLV.
“Me resulta difícil creer que se lo vayan a cobrar”, dijo.
Presión para pagar más
Las facturas de otros dentistas de la UNLV también plantean interrogantes.
Sarah Goldstein, residente de Las Vegas, comentó que le notificaron que necesitaba que le extrajeran tres dientes durante una visita a la UNLV en 2018, y que el personal le indicó que serían extracciones quirúrgicas que costarían unos 200 dólares por diente.
Goldstein, quien paga atención dental de su propio bolsillo porque Medicare no la cubre, afirmó que sabía que necesitaba extracciones sencillas y se resistía a pagar las extracciones quirúrgicas de mayor costo.
“No soy dentista, pero sabía que eran extracciones simples y dije que la mayoría de los dentistas cobran entre 80 y 90 dólares por una extracción simple, así que nos comprometimos con la factura que me dieron”, señaló Goldstein.
Su factura incluía al doctor George McAlpine y a K. Minor, como los dentistas de los procedimientos, de acuerdo con los registros que ella proporcionó. Minor es una asistente dental llamada Kayla Minor, revelaron las fuentes.
“El único dentista que vi fue Kerry Davis, y cuando llegué a casa reconocí que ninguna de las facturas lo mostraba (a él) como la persona que había realizado el servicio”, aclaró.
Dentadura por el gerente de la oficina
En la última cita de Goldstein, el 10 de julio de 2018, la factura muestra que L. Welch estaba creando su dentadura completa.
Había una tal Leshel Welch que trabajaba en la facultad de odontología en ese momento, pero ella no es una dentista licenciada; tampoco estaba en una lista de asistentes dentales que la escuela está obligada a proporcionar a la Junta de Examinadores Dentales de Nevada.
Davis dijo que Welch manejaba la práctica y no realizaba ningún tratamiento. “No sé por qué su nombre está en ella,” señaló Davis en una entrevista telefónica. “Yo hice todo el trabajo”.
Davis, quien desde entonces ha dejado la facultad para ejercer la práctica privada, dijo que tuvo que facturar bajo el nombre de McAlpine porque en el momento de los procedimientos de Goldstein, no estaba acreditado para estar en los planes de seguro.
Debra Shaffer-Kugel, quien hasta este mes era la directora ejecutiva de la Junta de Examinadores Dentales de Nevada, informó que aunque los asistentes dentales y los higienistas pueden facturar bajo el nombre de un dentista, las facturas deben reflejar quién hizo el trabajo.
“Los estados de cuenta de los pacientes, sin importar el método de pago, deben reflejar con precisión quién proporcionó el tratamiento, el método que se llevó a cabo y la tarifa del procedimiento o procedimientos”, escribió en un intercambio de correos electrónicos. “Incluir los nombres de otros dentistas como parte del estado de cuenta en sí mismo no se consideraría una violación”.
Shaffer-Kugel fue despedida el 17 de enero de su puesto en la junta después de que una investigación del Review-Journal cuestionara la supervisión de la junta de dentistas y encontrara conflictos éticos entre los miembros de la junta.
Cerca de dos docenas de pacientes de Devore fueron facturados por una extracción simple y quirúrgica en el mismo diente, y hubo casi 100 casos de facturación por diferentes procedimientos en el mismo diente para otros dentistas de la facultad.
La vocera de la UNLV, Brown, dio a conocer en una declaración que las facturas pueden cambiar.
“La Facultad de Odontología puede facturar a la compañía de seguros, que envía la factura a la escuela para obtener una copia de una radiografía u otra información”, señaló la declaración de Brown. “La factura entonces se enviará de nuevo al seguro (y tal vez al paciente por el nuevo saldo). Las compañías de seguros o los pacientes también podrán recibir varias facturas que representan un solo cargo si el saldo sigue sin pagarse”.
Una de las más grandes compañías de seguros dentales, Delta Dental, rechazó hacer comentarios.
Devore dijo que debería haber una investigación de las facturaciones aunque sospecha que todas serán errores de papeleo.
“Me gustaría averiguar por qué se facturó de esa manera”, concluyó.