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Feligreses se reúnen en iglesia de Las Vegas para la misa de Pascua

Decenas de coches llenaron una parte del estacionamiento de la Iglesia Internacional de Las Vegas el domingo por la mañana como parte de una misa de Pascua, marcando una nueva forma de reunirse en la era del coronavirus.

Un grupo de personas se asomó por una pared para ver desde sus patios, y más coches aparcaron en un estacionamiento desbordado en otro lado de la iglesia ubicada en 8100 Westcliff Drive. La misa se transmitió por radio para que la gente la escuchara desde el interior de sus vehículos.

La reunión casi no ocurre. Los planes de la iglesia para la misa se alteraron el miércoles cuando el Gobernador Steve Sisolak firmó una directiva prohibiendo la reunión de 10 o más personas en los lugares de culto. La orden incluye específicamente la prohibición de los servicios de iglesias de cualquier tipo.

El pastor Paul Marc Goulet se reunió el jueves con otros líderes religiosos y con la concejal de Las Vegas, Victoria Seaman, para hablar en contra de la orden del gobernador.

Seaman dijo que recibió una llamada del fiscal de la ciudad el jueves por la noche. Según ella, se permitió que la misa continuara siempre y cuando la gente se quedara en sus coches y no se pasaran artículos entre ellos. Dijo que más tarde habló con el alguacil del Condado Clark, Joe Lombardo.

Cuando se le preguntó el domingo si estaba involucrado en dejar que la iglesia celebrara la misa en autos, Lombardo respondió: “Con las directrices que se piden, vi la habilidad de mezclar el distanciamiento social con la habilidad de cumplir con los parámetros establecidos por el Gobernador”.

Los feligreses tocaron sus bocinas para aplaudirle a la banda que llenó el escenario frente a la iglesia, y levantaron las manos durante la oración.

Gloria Sawyer comentó que nunca se había perdido una misa de Pascua, y que este domingo no fue diferente para ella.

“No hay nada como estar cerca del pueblo de Dios, para mí”, declaró Sawyer.

Pam Dunleavy agitó una colorida bandera de un convertible. Dunleavy, parte del grupo de baile de la iglesia, dijo que asistió por lo que el Señor significa para ella, también agregó que entendía la directiva del gobernador.

“Pero si podemos hacer algo como esto de forma segura, donde todos cumplimos las órdenes y nos quedamos en nuestros coches y nos mantenemos alejados de los demás, entonces los asistentes a la iglesia deberían poder reunirse de nuevo como lo hicieron hoy”, concluyó.

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