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Escuelas privadas del Valle de Las Vegas reportan pocos casos de COVID

En los pasillos de la Secundaria y Preparatoria Faith Lutheran, los letreros en el suelo indican un flujo de tráfico en un solo sentido durante los periodos de paso y marcan seis pies de distancia social fuera de las aulas para que los estudiantes sepan dónde pararse antes de entrar.

Los letreros en todo el campus proporcionan otros recordatorios sobre el distanciamiento físico y las medidas de salud, incluyendo uno que dice “Mantente seguro. Por favor, guarda 6 pies de distancia”.

Las medidas pueden tener un efecto. La escuela privada más grande de Nevada, que tiene unos mil 900 estudiantes y un campus de 50 acres cerca del centro de Summerlin, no ha visto ningún caso confirmado de COVID-19 entre los estudiantes o empleados durante sus primeras seis semanas de clases.

Faith Lutheran trajo a sus 202 empleados de vuelta al campus a tiempo completo a finales de julio, y un nuevo año escolar para los estudiantes comenzó a mediados de agosto bajo un modelo híbrido.

Cerca de 850 estudiantes están en el campus en un día cualquiera, mientras que el resto sintoniza sus clases en vivo desde su casa usando Zoom. Cada cohorte viene al campus durante dos días y luego participa en la enseñanza a distancia durante dos días. Cerca de 250 estudiantes optaron por la enseñanza a distancia completa.

Aunque no ha habido un caso de COVID-19 en Faith Lutheran desde que la escuela reabrió, los funcionarios del instituto se mantienen vigilantes.

“Aún estamos en medio de una pandemia con un virus que se propaga rápidamente”, señaló el director ejecutivo de Faith Lutheran, Steve Buuck, en un reciente comunicado de prensa. “Si tenemos un caso positivo, nuestra enfermera escolar trabajará directamente con el Distrito de Salud del Sur de Nevada para determinar la dirección a seguir en la cuarentena, el rastreo de contactos y el seguimiento con los médicos para evaluación y el tratamiento”.

Como Faith Lutheran, algunas escuelas privadas del Valle de Las Vegas afirman que han visto pocos casos de COVID-19 (si es que hay alguno) desde que abrieron sus puertas en agosto a los estudiantes para clases presenciales. Las escuelas privadas están reportando casos al Distrito de Salud del Sur de Nevada y comunicándose con los padres, pero muchas escuelas no están revelando públicamente los números de casos en sus sitios web.

59 casos positivos

La vocera del Distrito de Salud del Sur de Nevada, Stephanie Bethel, mencionó que el distrito está colaborando con escuelas privadas sobre el COVID-19. Mencionó que el distrito no proporciona información de casos específicos por ubicación.

Sin embargo, un documento del distrito de salud obtenido por el Review-Journal titulado “Clark County Schools Reopening Summary” muestra que desde el 10 de agosto al 21 de septiembre, hubo 59 casos positivos confirmados de COVID-19 asociados con las escuelas: 35 entre los estudiantes, 18 entre los profesores y seis entre el personal. Ese recuento incluye el Distrito Escolar del Condado Clark, escuelas públicas chárter y escuelas privadas.

De los 59 casos positivos, 11 entre los estudiantes y ocho entre los empleados de la escuela involucraron “exposiciones a otros estudiantes o personal”. Dichas exposiciones resultaron en una cuarentena de 14 días para 418 estudiantes o empleados de la escuela adicionales.

“Todos los campus con casos de COVID-19 tienen aulas cerradas para desinfectar durante 24 horas”, según el documento.

Algunas de las escuelas privadas más grandes del área no respondieron a la pregunta del Review-Journal sobre cuántos casos de COVID-19 han tenido en lo que va del año escolar. Y una, Henderson International School, se negó a dar cifras, alegando que la política de la escuela prohíbe la divulgación de información personal de los estudiantes.

La Roman Catholic Diocese of Las Vegas, que cuenta con tres mil 497 estudiantes en siete escuelas primarias o secundarias y la Secundaria Bishop Gorman, ha sido notificada de nueve casos COVID-19 durante las seis semanas desde que las escuelas reabrieron.

De ellos, seis miembros del profesorado o del personal de un total de 234 han dado positivo, así como tres estudiantes, según los datos proporcionados por la diócesis.

En el Campus Educativo Dr. Miriam y Sheldon G. Adelson, una escuela judía diurna en el oeste de Las Vegas con unos 480 estudiantes desde preescolar hasta doceavo grado, sólo los profesores han informado de un diagnóstico positivo de COVID-19, mencionó el vocero, Matt Boland. Dijo que no podía dar detalles, pero que el número de casos ha sido bajo.

La Escuela Meadows de Summerlin, que cuenta con unos 880 estudiantes desde preescolar hasta el doceavo grado, no ha tenido ninguna prueba positiva en el campus desde el inicio del año escolar a mediados de agosto con clases presenciales a tiempo completo, confirmó el martes la vocera de la escuela, Lauren Walker.

Pero antes de reabrir, la escuela proporcionó pruebas COVID-19 para sus aproximadamente 150 miembros de la facultad y el personal. Dos resultaron positivos y fueron puestos en cuarentena en casa.

“Nunca estuvieron cerca de los estudiantes”, afirmó el director de la escuela, Jeremy Gregersen.

Mountain View Lutheran School, que tiene 115 estudiantes desde el jardín de niños hasta quinto grado y más de 50 en preescolar, abrió el 10 de agosto con clases presenciales a tiempo completo. Hasta el miércoles, la escuela no había visto ningún caso de COVID-19.

El director Kris Schneider dijo que está siendo deliberado en recordar al personal, padres y estudiantes que no se relajen.

“No podemos relajarnos en esto porque es cuando nos sentimos cómodos cuando podríamos tener problemas”, subrayó.

Menos gente en clase

Faith Lutheran se ha mantenido libre de coronavirus “gracias a los autoadministrados chequeos de salud diarios, a la higienización vigilante y al distanciamiento físico en la escuela”, según un comunicado de prensa de la escuela.

¿Qué es diferente en este año escolar?

“Definitivamente menos gente en las clases”, respondió Tatum Bowers, estudiante de preparatoria de Faith Lutheran, y agregó que usar un cubrebocas todo el día ha sido un desafío.

Bowers también dijo que la participación en las clases se ve totalmente diferente. Señaló que es difícil concentrarse mientras se conecta desde casa y siente que la atención de los profesores suele estar en los estudiantes que están allí en persona.

Pese a no tener una política para visitantes, incluyendo a los padres, los funcionarios de Faith Lutheran permitieron que el Review-Journal pasara una hora en el campus el jueves para observar en las aulas.

En una clase de historia mundial de primer año, unos 10 estudiantes estaban en el aula del profesor Joel Arnold. Los pupitres estaban orientados hacia la parte delantera del aula con más de seis pies entre ellos.

Durante la clase, Arnold le preguntó a sus estudiantes que miraban vía Zoom: “¿Cómo les va en casa? ¿Tienen sus micrófonos encendidos? ¿Denme un pulgar arriba?”

Brandon Buskirk estaba enseñando a los alumnos de sexto grado desde el fondo de su aula con una barrera de plástico improvisada rodeándolo. Su hija de dos años recibió un transplante de corazón hace más de un año y está inmunocomprometida.

“Sólo debo tener cuidado de no llevarle nada a casa”, comentó.

Buskirk dijo que el año escolar ha sido tranquilo hasta ahora, aunque fue una lucha durante las primeras dos o tres semanas para adaptarse a la tecnología. También dijo que estar en un aula físicamente con sus estudiantes es mucho mejor que enseñar virtualmente.

“A estos niños les encanta estar en clase”, señaló. “Necesitan estar en clase”.

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