Escuelas de Chicago y otras más del país se plantan ante medidas migratorias
febrero 23, 2017 - 12:48 pm
CHICAGO (AP) — Mientras los educadores de todo Estados Unidos se plantean si la campaña de persecución de inmigrantes llegará a las puertas de sus aulas, los directores de escuela en Chicago han recibido una orden sencilla: no permitan la entrada de agentes federales de inmigración sin una orden judicial.
La postura de las Escuelas Públicas de Chicago (CPS, por sus siglas en inglés), el tercer distrito escolar más grande del país, es de las más audaces por ahora entre los distritos que han anunciado medidas para proteger a personas que puedan estar en el país sin permiso de residencia.
Todavía se desconoce cuánto interés mostrará el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE por sus siglas en inglés) en las escuelas durante la presidencia de Donald Trump. Aunque no hay mucho que puedan hacer las escuelas para detener a los agentes que lleguen con órdenes judiciales, sus declaraciones pretenden calmar al menos en parte los temores de las nerviosas comunidades inmigrantes.
En distritos como Chicago, donde casi la mitad de los 381.000 estudiantes son hispanos, se teme que las autoridades migratorias puedan detener a los padres en el exterior de la escuela y a los niños dentro.
“Mi hijo de 9 años está disgustado porque sabe que algunos de sus amigos en la escuela y su padre son indocumentados, y tiene miedo, y pregunta: ¿Voy a volver a verlos?”, explicó Gabriela Barajas, que llegó a Estados Unidos de forma ilegal cuando era niña pero puede permanecer en el país amparada por un programa federal lanzado en 2012. “Cuando le hablé (de lo que estaba haciendo el CPS) aplaudió, se puso muy contento”.
Alma Sigala, inmigrante y que tiene una hija en el distrito escolar, dijo que el alivio no es sólo para los niños, sino para los padres. “Una vez los padres están dentro de las escuelas se sentirán más a salvo, como que están protegidos en cierto modo”, dijo Sigala.
La decisión de Trump de ampliar el espectro de candidatos a la deportación respecto a los que se habrían visto afectados durante el gobierno de Obama ha avivado la preocupación de que haya familias divididas en todo el país.
En su nota del martes a los directores de Chicago, la responsable de escuelas públicas, Janice Jackson, les instó no sólo a mantener fuera a los agentes de inmigración sino a evitar compartir con los agentes información del expediente de cualquier alumno y a trazar planes para la posibilidad de que se detenga a los padres mientras sus hijos están en la escuela.
“Para ser muy claros, el CPS no proporciona asistencia al ICE en el cumplimiento de la ley federal civil de inmigración”, escribió Jackson.
Directores de todo el país han redoblado sus esfuerzos para que los alumnos se sientan respaldados, dijo JoAnn Bartoletti, directora ejecutiva de la Asociación Nacional de Directores de Escuelas Secundarias.
En Siracusa, Nueva York, la junta escolar aprobó una medida este mes que requiere que las escuelas nieguen la entrada a gentes del ICE hasta consultar con el superintendente. En Salt Lake City, Utah, el distrito escolar debatió el martes una resolución. El gobernador de Connecticut recomendó el miércoles a los distritos escolares del estado que deriven a los agentes del ICE al superintendente. Y en la Ciudad de Nueva York, los directores recibieron instrucciones de no permitir la entrada a agentes de inmigración sin autoridad legal.
Las últimas recomendaciones del gobierno de Trump mantienen políticas de la era Obama para limitar las acciones en “lugares sensibles” como escuelas. Aunque esas guías indican que los agentes deberían en general evitar las detenciones en esos lugares, no impiden a los agentes reclamar documentos o ejecutar citaciones.
Jim Bever, un director de Indiana que forma parte de la junta de la Asociación Nacional de Directores de Escuelas Secundarias, dijo que intentaría disuadir a las autoridades migratorias de acceder a los estudiantes y a sus expedientes, pero que los administradores escolares de todo el país trabajan un poco a ciegas y que es probable que los agentes encuentren reacciones dispares.
Algunos expertos señalaron que es improbable que se ponga a prueba a los administradores.
Mark Krikorian, director ejecutivo del Center for Immigration Studies en Washington, D.C, que defiende un control más estricto de la inmigración, dijo que las escuelas no parecen tener motivos para alarmarse y que las políticas del CPS y otros distritos parecen en su mayor parte para “presumir”.
Las nuevas recomendaciones incluyen entre sus prioridades el arresto de inmigrantes que abusen de prestaciones públicas, lo que según Krikorian podría incluir comidas escolares gratuitas o de precio reducido.
“Podría muy bien afectarles, pero de nuevo, eso no tiene nada que ver con los terrenos escolares”, dijo. “No es como si el ICE fuera a entrar y decir, ‘Suelta esa papa, chico”’.