Condenan por encubrir a narco a Rodrigo Vallejo, hijo de exgobernador Fausto Vallejo
septiembre 21, 2015 - 3:00 pm
Rodrigo Vallejo, el hijo del exgobernador de Michoacán Fausto Vallejo, fue condenado a 11 meses de prisión, acusado de encubrir al líder del cártel narcotraficante Los Caballeros Templarios.
Vallejo fue arrestado en agosto de 2014 tras difundirse varios videos en los que aparecía en relajadas reuniones conversando y tomando cerveza con Servando Gómez Martínez alias La Tuta, el exlíder de la banda que surgió tras la división de La Familia Michoacana.
Un juzgado federal en la capital “dictó sentencia condenatoria de 11 meses y siete días a Rodrigo Gerardo Vallejo Mora, al encontrarlo penalmente responsable de la comisión del delito de encubrimiento”, dijo el Consejo de la Judicatura Federal en un reporte difundido a la prensa.
El informe señaló que la sentencia responde a la negativa de Vallejo Mora a proporcionar información en la investigación contra los integrantes de los Caballeros Templarios, en especial sobre el paradero de Servando Gómez, quien fue detenido en febrero pasado.
En su primera declaración sobre el tema, el exgobernador Fausto Vallejo, quien había tenido que renunciar a su cargo por razones de salud, dijo que su hijo fue secuestrado por los Templarios, por lo que se vio obligado a hablar con La Tuta, un exprofesor de escuela que se convirtió en uno de los narcotraficantes más poderosos.
Las autoridades nunca acusaron al exgobernador de ningún delito, aunque varios de sus funcionarios fueron detenidos, incluido quien fuera su segundo en la administración estatal.
Michoacán, uno de los estados más pobres del país y clave para el trasiego y producción de marihuana y amapola, se convirtió en el primer desafío de seguridad para el presidente Enrique Peña Nieto en 2013, cuando surgieron milicias de autodefensa para combatir a los Templarios, quienes asolaron la región a fuerza de asesinatos, extorsiones y secuestros.
Las milicias ya han sido desmovilizadas y los Templarios se encuentran prácticamente desmantelados, con todos sus capos detenidos o abatidos.