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Batalla judicial empaña la emoción de la Fórmula Uno

Detrás del atractivo del regreso de la Fórmula Uno (F1) a Las Vegas, se está llevando a cabo una lucha legal de alto riesgo sobre quién tiene el derecho a promover la carrera internacional.

El drama judicial podría empañar la emoción creada por el tan anunciado anuncio de convertir a Las Vegas en la cara del circuito mundial de carreras en Estados Unidos en 2023, tras 40 años de ausencia.

La Fórmula Uno celebra carreras anuales de autos de alta potencia en casi dos docenas de países como Mónaco, Arabia Saudita, España, Australia, Francia e Italia. Este año se celebran dos carreras en Estados Unidos, una en Miami y otra en Austin, Texas.

Pero antes de que se celebre la carrera de Las Vegas, los organizadores podrían tener que lidiar con el litigio que enfrenta a un emprendedor tecnológico de Miami vinculado al Strip con la Fórmula Uno y la megacompañía de medios de comunicación y entretenimiento que la posee. Atrapados en medio del litigio están la Autoridad de Convenciones y Visitantes de Las Vegas (LVCVA, por su sigla en inglés), financiada por impuestos, y su empresa de publicidad, con conexiones políticas.

Hay acusaciones explosivas por ambas partes, que han contratado a despachos jurídicos muy caros de Nevada para proteger sus intereses.

El empresario de la tecnología, Farid Shidfar, que ayudó a dar forma a la marca del complejo Cosmopolitan cuando se inauguró en el Strip en 2010, se ve como el no favorito en la lucha, enfrentándose a lo que él llama “avaricia e intimidación corporativa” del gigante Liberty Media Corporation, que es el propietario de la F1.

Liberty Media y la Fórmula Uno sostienen en documentos judiciales que Shidfar y su empresa han hecho “amenazas infundadas” y “exigencias de pagos multimillonarios”.

En Las Vegas, está previsto que los autos pasen con estrépito por los emblemáticos complejos turísticos iluminados con luces de neón en Las Vegas Boulevard, entre Spring Mountain Road y Harmon Avenue, y que una parte se extienda hasta Koval Lane, al este del famoso Strip.

Las autoridades calculan que el Grand Prix podría atraer a 170 mil visitantes y aportar hasta mil millones de dólares a la economía local la semana de la carrera nocturna, en noviembre de 2023. Todavía no se ha fijado ninguna fecha oficial.

Preparando el camino para la carrera

Shidfar le dijo al Review-Journal que él y su socio, el ex asambleísta de Las Vegas Chad Christensen, pasaron 11 años preparando el camino para el anuncio de la semana pasada de traer la carrera aquí, pero no reciben ningún crédito de Liberty Media, con sede en Colorado, por sus esfuerzos.

“Hicimos todo lo posible para que esto sucediera”, dijo Shidfar, de 52 años. “No hay duda de que somos la fuerza motriz del evento. Dedicamos una gran cantidad de tiempo y recursos a organizarlo”.

Christensen añadió: “Cuando (Liberty Media) compró la Fórmula Uno, nunca tuvieron intención de hablar con nosotros. Su forma de hablar con nosotros fue abofetearnos con una demanda y apartarnos del camino. Quieren aplastarnos con su cartera”.

Shidfar, cuyo padre ya fallecido, fue director general de Honda en Irán y posteriormente viceministro de Asuntos Económicos y Finanzas del país, tiene experiencia en el trato con famosas marcas de entretenimiento. Trabajó durante años en Los Ángeles para la consultora global Accenture, ayudando a empresas como Disney, MGM, Sony Pictures y Hilton Hotels a mejorar sus estrategias empresariales, según su biografía en internet.

Dijo que también fundó el servicio de reuniones digitales rundavoo.com y que actualmente maneja las operaciones en Estados Unidos de KEO World, una empresa de financiación de pequeñas empresas con sede en Miami.

Shidfar afirma en los documentos judiciales que llegó a un acuerdo con Bernie Ecclestone, antiguo director general de la Fórmula Uno, para promover la carrera de Las Vegas. Tiene una carta que Eccelstone le envió en abril de 2013 en la que le indicaba que firmaría un contrato que convertiría a Shidfar en promotor del evento. Ecclestone dejó la F1 después de que Liberty Media la adquiriera en 2017.

Tanto Shidfar como Christensen, de 52 años, dijeron que reunieron a lo largo de los años a los líderes políticos, empresariales y comunitarios necesarios para hacer realidad la idea de la carrera. También se contactó con diseñadores de pistas, vendedores, ejecutivos de casinos y directores generales de otros sitios de F1 de todo el mundo.

En enero de 2014, Shidfar y Christensen presentaron los documentos de constitución de una sociedad de responsabilidad limitada, P2M Motorsports, para promover la carrera.

Pero en los documentos judiciales, Liberty Media argumenta que P2M nunca obtuvo un acuerdo válido para promover la carrera y que la F1 no se comprometió con la empresa.

“A medida que avanza el litigio, la F1 y Liberty Media mantienen esa posición”, dijo en una entrevista Amanda Yen, una de las abogadas que representan a las empresas.

Liberty Media, que también es propietaria de los Atlanta Bravez, Sirius XM y Live Nation Entertainment, presentó una demanda contra P2M Motorsports hace un año en el Tribunal de Distrito del Condado Clark. P2M Motorsports presentó una contrademanda. El caso ha ido avanzando lentamente, pero se espera que se caliente ahora, con la recopilación de declaraciones y otras pruebas en las semanas previas a un juicio el 7 de febrero de 2023.

Los abogados de Liberty alegan en la demanda que P2M Motorsports hizo “demandas extorsivas” por millones de dólares de la Fórmula Uno e interfirió en los tratos del deporte con la Autoridad de Convenciones y Visitantes de Las Vegas y R & R Partners, la empresa de marketing de la LVCVA desde hace tiempo.

“Como resultado directo de la interferencia intencional de P2M”, decía la demanda en marzo de 2021, “las posibles relaciones contractuales de la Fórmula Uno con LVCVA, R & R y otros terceros se han visto frustradas, causando como mínimo el retraso, y potencialmente la cancelación, de los planes para una carrera de Fórmula Uno en Las Vegas, y haciendo que la Fórmula Uno incurra en daños sustanciales en una cantidad que se probará en el juicio”.

Sin embargo, tras la presentación ante el tribunal, la Fórmula Uno siguió adelante con los planes de la carrera y continuó trabajando con la LVCVA y R&R. Steve Hill, presidente y director general de la LVCVA, asistió a la conferencia de prensa de la semana pasada y elogió la asociación.

Una portavoz de la LVCVA dijo que la agencia pública no comenta los litigios pendientes.

Como parte de su misión de atraer visitantes y convenciones al Strip, la LVCVA se ha centrado mucho en ayudar a la ciudad a atraer a equipos deportivos profesionales, como los Vegas Golden Knights y los Raiders de Las Vegas, y a grandes eventos deportivos como el Súper Tazón.

R & R Partners ha estado ahí para apoyar esos esfuerzos. La empresa, con su director general Billy Vassiliadis, también se ha forjado una reputación a lo largo de los años como creador de reyes en la política de Nevada, ayudando a elegir a los gobernadores, senadores de Estados Unidos y otros cargos estatales y locales.

Liberty alega fraude

En su demanda, los abogados de Liberty alegan que P2M convenció fraudulentamente a la LVCVA y a R&R para que firmaran en 2017 acuerdos confidenciales de no divulgación que les impedían hablar de planes estratégicos para la carrera con otras partes, incluida la Fórmula Uno, sin el permiso de P2M.

Tanto la LVCVA como R&R Partners presentaron el año pasado documentos judiciales para intervenir en la demanda de Liberty y conseguir una orden judicial que invalide los acuerdos de confidencialidad.

Los organismos alegan que se enteraron de que P2M Motorsports no era el promotor oficial de la carrera F1 en Las Vegas y que la empresa les hizo firmar los acuerdos con engaños.

“Por lo tanto, no debe permitirse que P2M use los acuerdos confidenciales de no divulgación como barrera para impedir que la LVCVA y la Fórmula Uno organicen una carrera de categoría mundial y aporten millones de dólares en beneficios económicos a esta comunidad”, escribieron los abogados de la LVCVA.

Shidfar negó haber intentado impedir que la Fórmula Uno viniera a Las Vegas.

Y su abogado de Las Vegas, Michael Cristalli, llamó a las acusaciones de fraude contra Shidfar en relación con los acuerdos de no divulgación “una afirmación sin fundamento” y sin pruebas.

“No he hecho nada más que proteger nuestra propiedad intelectual, que ahora están usando”, dijo Shidfar. “Nos están obligando a litigar, en lugar de trabajar con nosotros en un camino a seguir. Eso es mucho menos costoso que remunerarnos por el esfuerzo que realizamos”.

Dijo que la carrera tiene potencial para convertirse en “la joya” del circuito de la F1. “Esto es algo grande para Las Vegas”, dijo. “Nos metimos en esto con mucha intención”.

Shidfar afirma que él y Christensen elaboraron un costoso plan de “movilización” a lo largo de la pasada década, en el que se esbozaba todo lo que había que hacer antes de anunciar la carrera.

Su esfuerzo se describe en la contrademanda legal de su empresa contra Liberty Media y la Fórmula Uno preparada por Cristalli.

La contrademanda incluye referencias a cartas de apoyo del ex gobernador de Nevada, Brian Sandoval. Se cita al ex gobernador en una carta de febrero de 2011, en la que dice que su oficina respaldó y apoyó “con entusiasmo” el trabajo de Shidfar y Christensen.

Cristalli también incluyó en la reconvención una carta del 17 de enero de 2018 del entonces presidente de la Comisión del Condado Clark, Steve Sisolak, en la que respaldaba el esfuerzo. Ese mismo año, Sisolak fue elegido gobernador.

Su carta decía en parte: “Mi circunscripción y yo, en colaboración con P2M (Farid Shidfar y Chad Christensen), hemos trabajado mucho durante los últimos años en la planificación y la concesión de una serie de carreras de F1 para Las Vegas. Creemos que esta posibilidad será muy positiva para nuestra comunidad. También creemos que Las Vegas sería una sede extraordinaria para la F1”.

Christensen dijo que hay pocas dudas sobre el importante papel que él y Shidfar desempeñaron en el impulso de la carrera de Las Vegas.

“Todos en el estado saben que fue nuestro esfuerzo”, dijo Christensen. “Fuimos nosotros los que educamos a la LVCVA para que entendiera cómo llevar esto a cabo”.

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