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Argentina se corona campeón del mundo y Messi finalmente conquistó el máximo título del fútbol

LUSAIL, Qatar — Argentina doblegó 4-2 a Francia en una definición por penales y atrapó su tercer campeonato, pese a que Kylian Mbappé firmó el primer triplete en una final en 56 años.

Gonzalo Montiel convirtió el penal decisivo en la tanda desde los 11 metros tras un empate 3-3 al cabo de 120 minutos de una infartante final.

“¡Vamos Argentina la c… de tu madre (término soez) !. ¡Somos campeones del mundo!”, gritó Messi hacia la frenética masa de aficionados argentinos en el estadio Lusail”.

Argentina añadió una tercera estrella tras sus consagraciones en 1978 y 1986.

La Albiceleste es la primera selección de Sudamérica que se corona desde la victoria de Brasil en el torneo de 2002 en Corea-Japón.

“Nacimos para sufrir, vamos a sufrir toda la vida, pero esto no me lo voy a olvidar más”, dijo el volante Rodrigo de Paul. “Para ser campeones había que ganarle al último campeón y lo hicimos”.

Saber sufrir para ganar fue la premisa de Argentina en el torneo. En la final también.

Fue una paliza táctica de Argentina en el primer tiempo con un Messi estelar, pero el campeón defensor emergió de las tinieblas con el fuego de Mbappé.

En la que ha sido una constante durante todo el torneo, el equipo sudamericano no repitió equipo respecto al partido anterior. Lionel Scaloni, su joven entrenador de 44 años, esta vez sorprendió con el ingreso del Di María desde el arranque para un duelo de velocistas con Mbappé.

El futbolista de la Juventus de Italia, quien se había perdido la final del Mundial de Brasil 2014 por un desgarre, jugó pocos minutos en la fase decisiva de Qatar debido a una sobrecarga en el cuádriceps de la pierna izquierda. Al final, se estaba preparando para su última función con la selección.

Fue un arranque agresivo de Argentina, con sus volantes Rodrigo De Paul, Enzo Fernández y Alexis Mac Allister como leones hambrientos de toda presa de color azul. Hubo también una búsqueda constante de cambios de frente hacia Di María por izquierda a las espaldas de Jules Koundé.

En una de las tantas carreras del argentino, Dembelé le cometió una falta infantil en el área que sancionó de inmediato el árbitro polaco Szymon Marciniak.

Messi se paró en el punto de penal, cerró los ojos, respiró hondo y acarició la pelota con la zurda. La pelota, a media altura, entró como en cámara lenta al lado opuesto al que se había tirado Hugo Lloris, uno de los mejores arqueros del certamen.

La Albiceleste tomó la ventaja, tal como había sucedido en los seis partidos previos que jugó en Qatar.

Como niños en los potreros del país sudamericano, los argentinos se divirtieron en el patio trasero francés con una sucesión de toques antes del segundo gol. Nahuel Molina recuperó la pelota en campo propio y descargó en Messi. La Pulga jugó de primera para Julián Álvarez, que a su vez se combinó con Mac Allister. Ante la única resistencia de Dayot Upamecano, el volante del Brighton inglés tocó al medio del área para Di María.

Con la frialdad de un asesino, el delantero de 34 años definió de zurda. Fue su primer grito en Qatar.

Francia, la selección europea más dominante del siglo con un título en tres finales, se vio afectada por un virus gripal en la antesala del partido decisivo, que afectó a varios de sus jugadores más importantes como Upamecano, Raphael Varane y Adrien Rabiot.

En terapia intensiva, el técnico francés Didier Deschamps movió el banco, sacó a Dembelé, Antoine Griezmann y Oliver Giroud. El equipo recibió una dosis de energía a la ofensiva con Marcus Thuram, Randal Kolo Muani y Kingsley Coman.

Del lado argentino se hizo evidente una merma física. Scaloni sacó a Di María por Marcos Acuña, para conformar una línea de cinco que terminó desdibujando al equipo y costándole muy caro.

Y en el desconcierto argentino, Mbappé empezó su función.

A diez del final, batió a Emiliano Martínez de penal, sancionado por una falta de Otamendi sobre Kolo Muani. Un minuto después, al astro francés selló su doblete para un empate inimaginado.

Coman le robó una pelota en el medio al propio Messi en el inicio de una jugada ofensiva que terminó con una espectacular volea de Mbappé.

El capitán argentino tuvo la última palabra antes de bajarse el martillo de los 90 minutos con un zurdazo desde fuera del área frustrado por Lloris.

En el tiempo extra, Lautaro Martínez tiró un bombazo que despejó Lloris, pero como un duende apareció Messi para empujarla. El zaguero Upamecano la sacó de su propio arco, pero el árbitro señaló el gol.

Fueron los únicos goles que anotó el astro en las seis finales que disputó con su selección, entre mundiales y Copa América. Entre los muchos récords que quebró en Qatar, el Diez también se convirtió en el primer jugador en la historia del certamen en inflar las redes en primera ronda, instancia decisiva y final.

Con los títulos del mundo y Copa América, más los dos gritos en la final, Messi superó la producción futbolística del mismísimo Diego Maradona, que no pudo convertir en el único mundial que ganó en 1986 ni en la final de 1990.

Pero su equipo no pudo sostener la ventaja. El lateral Montiel despejó con el antebrazo en el área un remate de Mbappé que dio pie al penal que el propio delantero ejecutó para completar el “hat-trick”.

Antes de la tanda de penales, el arquero argentino salvó un disparo a quemarropa de Kolo Muani y luego un Martínez solitario en área francesa cabeceó desviado.

Cuando los reflectores de la final estaban preparados para Messi y Mbappé, el arquero “Dibu” Martínez se volvió el héroe de la película. Tras los dos penales del francés que no había podido atajar en los 90, el guardameta del Aston Villa se agigantó en el momento de la verdad y contuvo el disparo de Coman. Luego Tchouaméni falló el suyo.

Argentina esta vez fue contundente y no lo dejó escapar.

“Hoy estoy liberado”, dijo Scaloni. “Este equipo solo me causa orgullo, es todo de ellos”.

Fue la undécima final entre Sudamérica y Europa en la historia del torneo, con ocho triunfos para los primeros.

“Le quiero decir a la gente que disfrute porque este es un momento histórico”, resumió Scaloni.

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