‘Más que un maestro’: Alumnos homenajean a querido maestro en servicio conmemorativo

Estudiantes, maestros y padres rindieron homenaje el domingo a un querido maestro de Periodismo de una preparatoria en Henderson que murió el mes pasado.

Eric Johnston, maestro de Inglés y Periodismo en Green Valley High School durante 15 años, murió el 26 de julio tras sufrir dos embolias.

Durante su estancia en la preparatoria, Johnston supervisó el periódico estudiantil y la publicación del anuario.

Bajo su tutela, el InvestiGator –llamado así por la mascota Gator de la preparatoria– dominó los Premios de Periodismo de Secundaria del Review-Journal. Este año, el periódico de la escuela obtuvo los premios al mejor periódico y al mejor sitio web de noticias, así como ocho primeros puestos en categorías como redacción de artículos, fotografía e ilustración y diseño de la primera página.

Johnston también tuvo tiempo de entrenar golf, básquetbol y softball en varios momentos de esos quince años.

Oradores que intervinieron en el acto conmemorativo del domingo compartieron recuerdos sinceros que arrancaron risas y lágrimas al público.

El público, que llenaba la mitad del gimnasio, escuchó atentamente el discurso de apertura del director Kent Roberts.

Johnston nunca quiso hablar de sí mismo, dijo Roberts.

“Nunca habló de sí mismo ni de lo que hacía. Siempre hablaba de sus alumnos”, dijo Roberts. “Quería apasionadamente que los estudiantes y los atletas tuvieran éxito, que fueran buenos seres humanos y buenos ciudadanos”.

Incluso en el hospital, Johnston mantuvo su sentido del humor, dijo Roberts.

“Todavía estaba bastante sedado, pero sin duda estaba mentalmente bien”, dijo. “Insistió sin descanso a uno de sus enfermeros, un caballero muy amable y templado llamado Albert, para que le diera agua, cosa que a Albert no se le permitía hacer”.

“En algún momento del día, pidió un poco más, pero ya estaba al límite, momento en el que trató de involucrarme en una especie de conspiración para que le diera más agua”, dijo Roberts, provocando las risas del público.

Billy Hemberger, amigo y colega entrenador de Johnston, subrayó lo mucho que Johnston disfrutaba con su trabajo y viendo a sus alumnos prosperar y crecer.

“Siempre me ha asombrado que fuera tan humilde por ser un maestro tan duro, pero lo era, y lo era porque estaba muy orgulloso de lo que estaban haciendo, del trabajo que estaban realizando y de la dedicación que todos mostraban por algo que le apasionaba tanto”, afirmó Hemberger.

Inspiración para una nueva generación de maestros

Victoria Rodríguez, de 22 años, y Tyler Bonnett, de 20, se sintieron motivados para enseñar después de tener a Johnston como maestro.

“Era más que un maestro. Era una figura paterna. Fue un mentor. Él es la razón por la que voy a la escuela para enseñar”, dijo Rodríguez, una exmaestra sustituta en Green Valley High School que ahora es maestra en una escuela privada en el valle de Las Vegas.

“Era una persona excelente. Ayudó a formar nuestras vidas y se preocupó por nosotros más allá de solo en el aula. Se preocupaba por lo que hacíamos después”, dijo Bonnett, quien estudia Educación Secundaria en el College of Southern Nevada.

“Él vio algo en mí y creyó en mí, y él es una de las razones por las que quiero ser educadora”, dijo Bonnett. “Si puedo llegar a ser la mitad de maestro que fue él, lo consideraré uno de los mayores logros de mi vida.

“Lo extraño muchísimo”, añadió. “Tuve esta increíble experiencia personal con él y, aun así, de alguna manera no soy especial”.

Bonnett señaló que muchas otras personas presentes en el memorial habían tenido experiencias similares.

“Yo solo fui uno de las docenas de estudiantes a los que él cambió la trayectoria de sus vidas”, dijo. “El hecho de que pueda decir todas estas cosas sobre él y solo ser uno de muchos, es realmente increíble para cualquier educador, pero especialmente para el señor Johnston”.

Todo el dinero recaudado de un GoFundMe para la familia de Johnston ayudará a la familia de Johnston mientras se ocupan de sus gastos al final de su vida.

A Johnston le sobreviven su exesposa, Brittany Johnston, sus tres hijos Bailey, Blair y Milo, y dos perros, Luna y Luca.