La carrera por convertir a Nevada en la capital del litio
CONDADO ESMERALDA - Navegar por el sinuoso camino de tierra que pronto podría ser pavimentado para autos autónomos en Rhyolite Ridge es una tarea fácil para Bernard Rowe. Conoce bien el paisaje prehistórico y prevé mejor que nadie su inminente y dramático cambio.
Rowe, geólogo y director general de la empresa minera australiana Ioneer, es uno de los líderes al frente de la revolución del litio en Nevada. Desde 2016, él y su empresa han invertido más de 172 millones de dólares en la obtención de permisos para un proyecto en el Condado Esmeralda, en el centro de Nevada, unas 65 millas al suroeste de Tonopah.
“Tienes que usar tu imaginación”, dijo Rowe a Las Vegas Review-Journal, con antiguas montañas multicolores detrás de él que se formaron a partir de volcanes que alguna vez estuvieron activos. “Pero mira a tu alrededor: Básicamente todo aquí tiene litio y boro, pero está por debajo de nosotros”.
Hace unos 6 millones de años, Rhyolite Ridge estaba bajo el agua. Un lago de unos mil pies de profundidad se secó con el tiempo, dejando tras de sí un suelo denso en litio y boro. Es uno de los dos yacimientos similares del mundo.
El proyecto de Ioneer es una de las más de 80 propuestas de minas de litio que están estudiando los ambientalistas, muchas de las cuales se están abriendo paso a través de un largo proceso de concesión de permisos, teniendo en cuenta la disminución de las aguas subterráneas disponibles y los posibles efectos sobre la fauna.
El Review-Journal visitó recientemente el sitio para saber más sobre lo que pudiera estar en juego.
El potencial sin explotar del litio
El litio, que se usa en las baterías de los vehículos eléctricos, encaja en la transición hacia las energías limpias de la administración de Biden, tal vez mejor expuesta a través del préstamo condicionado del Departamento de Energía, el primero de su clase, de hasta 700 millones de dólares para el proyecto de Ioneer.
Nevada pudiera estar en el centro de ese cambio.
El litio de Rhyolite Ridge también es de alta calidad: Funcionarios de la empresa afirman que pudiera producir 22 mil toneladas de litio al año, lo que equivale a la cantidad necesaria para unos 370 mil autos eléctricos. Según Chad Yeftich, vicepresidente de Desarrollo Corporativo y Asuntos Externos de Ioneer, en la zona autorizada hay litio suficiente para 50 millones de autos eléctricos.
Empresas mineras como Ioneer esperan crear una cadena de suministro nacional de litio en Estados Unidos. El país produce menos de un dos por ciento del litio mundial, a pesar de contar con más del 3 por ciento de las reservas mundiales, según el Instituto de Investigación Energética.
Aunque en las últimas décadas ha habido interés por desarrollar minas en Nevada, solo una ha superado el exhaustivo proceso de obtención de permisos: Silver Peak, de Albemarle, cuyas operaciones están al otro lado de la cordillera.
¿Muerte por flores silvestres?
En muchos sentidos, la llamada fiebre del litio de Nevada no es en absoluto una carrera.
Hay muchos obstáculos burocráticos que un proyecto minero puede tardar más de una década en superar para garantizar que no causará riesgos significativos a los habitantes, la fauna y las cuencas hidrográficas circundantes.
Las ambiciones mineras de Ioneer se han visto sofocadas en gran medida por el alforfón de Tiehm, una flor silvestre en peligro de extinción que solo puede crecer en el suelo de la zona, denso en litio y boro.
Rowe, de Ioneer, dijo que el plan de explotación minera ha evolucionado para no causar “ningún impacto directo” a la planta, aunque alteraría alrededor del 20 por ciento de lo que el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos ha designado como hábitat crítico.
En enero de 2023, la Oficina de Gestión de Tierras multó a Ioneer por invadir este hábitat. El 22 de febrero, durante una visita para los medios, funcionarios de la empresa acompañaron a los periodistas por parte de esa zona.
Los yacimientos del estado suscitan un gran interés en todo el mundo, como demuestra el hecho de que Forbes declarara a Ioneer “Minero Moral” en una de sus portadas de febrero por intentar minimizar el impacto en la planta.
Patrick Donnelly, director del Centro para la Diversidad Biológica de la Gran Cuenca, lleva años enfrentado a la empresa por lo que él y muchos botánicos consideran una actitud poco estricta en la conservación de la planta.
La pequeña flor florece de color amarillo en los meses más cálidos del verano. Para Donnelly, la lucha por preservarla forma parte de un esfuerzo por evitar un desastre mayor que pudiera acabar con decenas de miles de especies en todo el mundo.
“Seguimos sacando piezas de la torre Jenga con cada extinción”, dijo. “En algún momento, la torre Jenga colapsará, y no sabemos cuándo será. La crisis de la extinción se está produciendo aquí mismo, en Nevada, y el alforfón de Tiehm es el ejemplo”.
La proyección actual para la alteración del hábitat sigue siendo atroz, dijo Donnelly, y el centro tiene planes para llevar la lucha de nuevo a los tribunales si eso no cambia, lo que pudiera causar más retrasos.
“Con mucho gusto los demandaré por perder el 20 por ciento del hábitat crítico”, dijo. “Y sin duda ganaremos”.
Los problemas de agua de un minero
La revolución del litio en Nevada se complica por una realidad del estado: es el más seco del país y los derechos para bombear agua subterránea pueden ser difíciles de conseguir.
En la extracción de litio y boro, Ioneer ha anunciado su objetivo de reciclar alrededor del 50 por ciento del agua usada en el proceso, capturando vapor y condensándolo de nuevo para destilar los minerales hasta su forma más pura.
Ioneer, que ha comunicado a las agencias federales que tiene asegurada toda el agua que necesita para el proyecto, planea construir una tubería hasta el sitio para bombear agua subterránea del valle circundante de Fish Lake. Ya hay una cantidad indeterminada de agua subterránea disponible en el sitio, pero la empresa dice que es demasiado pronto para saber cuánta habrá.
La empresa puede bombear 484 acres-pies, unos 157 millones de galones, gracias a un contrato de arrendamiento con un agricultor cercano. El dueño del rancho White Mountain, Brad Brown, que no quiso hacer comentarios para este reportaje a través de su agente consultor, vendió los derechos de su granja para bombear esa agua del acuífero a lo largo de 10 años.
Esto significa que Ioneer tiene en cuenta al menos una parte de su posible presión sobre el acuífero, cada vez más escaso, al optar por usar una cantidad de agua que Brown habría usado de todos modos.
Brown es uno de los muchos agricultores que pueden optar por desviar sus derechos de agua temporalmente a proyectos mineros en lugar de participar en programas estatales diseñados para retirarlos permanentemente y reducir el bombeo excesivo.
Pero lo que Brown dio a Ioneer es solo una fracción de la cantidad de acres-pies de agua que pueden ser necesarios para llevar a término el proyecto: en su punto álgido, necesitaría 4 mil 100 acres-pies al año, o mil 300 millones de galones.
Aunque Rowe no quiso revelar cuánto pagó su empresa por los derechos de agua del rancho, dijo que Ioneer negoció una tarifa justa. A través de un representante, la compañía también se negó a compartir de dónde proviene el resto de los derechos de agua, pero dijo que ha estado en negociaciones con múltiples titulares de derechos desde 2017.
“Cada titular de derechos de agua ha solicitado confidencialidad”, escribió la compañía.
Opinión pública sobre el alcance
En general, los habitantes del Condado Esmeralda han considerado el proyecto como un motor económico necesario para una zona rural.
El llamado proceso de “alcance público”, en el que se invitó a organizaciones y habitantes a comentar la propuesta, culminó con un reporte final en marzo.
“Tener una mina cerca de tu comunidad es lo mejor que te puede pasar”, dijo Dave Shaddrick, presidente de la Coalición de Exploración Minera de Nevada, que expresó su apoyo al proyecto de Ioneer. “Cuando llega una mina, se crean empleos, se ayuda a los chicos a ir a la universidad, se pagan los estudios. Es un beneficio tremendo para la comunidad”.
Una persona anónima expresó su preocupación por si la mina afectaría al agua de los pozos domésticos de los que dependen los habitantes cercanos, pero los dirigentes de la empresa dijeron al Review-Journal que no prevén ninguna conexión entre su bombeo y los pozos.
A lo largo del proceso, el grupo de supervisión minera Great Basin Resource Watch ha expresado su preocupación por el lago de la mina y lo que se conoce como “instalación de almacenamiento de mineral gastado”, según el director ejecutivo John Hadder.
Los lagos de mina son relativamente comunes en Nevada. Una vez que un proyecto minero ha superado su vida útil, el agua brota del acuífero y lo llena. El plan actual de la mina propone que tenga 170 pies de profundidad.
Sin embargo, Hadder dijo que no está claro si el de Ioneer será un lago de pozo de “flujo continuo”, que permitiría que el agua contaminada pasara a través del acuífero en lugar de que el agua se evaporara.
El permiso de contaminación del agua concedido por el Estado a Ioneer dice que su evaluación de riesgos ha tenido en cuenta cualquier impacto a largo plazo, y la empresa afirma que el lago de la mina será exclusivamente evaporativo y no de flujo continuo.
El permiso también dice que la instalación de almacenamiento de mineral gastado no drenará ninguno de los residuos altamente tóxicos que acumulará, sino que se evaporarán. Aun así, Hadder sigue preocupado por el revestimiento que supuestamente impedirá cualquier vertido de residuos.
“¿Estamos hablando de acumular líquido durante 50 años, 150 años? ¿Cuánto tiempo?”, dijo Hadder. “¿Habrá dinero disponible para pagar eso? ¿Y qué pasa si se produce una falla catastrófica?”
El futuro extractivo de Nevada
Una vez que el proyecto en su forma inicial esté completamente autorizado, los funcionarios de Ioneer dicen que tienen intención de ampliarlo. Pero antes, esta versión del proyecto debe someterse a una revisión medioambiental en la que habrá más oportunidades para los comentarios del público.
En general, los dirigentes del estado de Nevada han dado pocos indicios de que la producción de litio o su regulación sean una prioridad.
El Centro para la Diversidad Biológica suele ser la primera organización en criticar los proyectos de litio que considera perjudiciales, pero incluso está de acuerdo en que podría haber un futuro para la producción en Nevada, si se hace de forma sostenible.
A principios de febrero, presentó una carta al Comité Permanente de Recursos Naturales del estado, que estudiará la propuesta del centro para elaborar un proyecto de ley que obligue a los investigadores a estudiar los recursos de litio del estado y a los dirigentes a poner en marcha un proceso de reglamentación estatal para dar prioridad a los permisos que tengan menos impacto en el medio ambiente.
“Suponiendo que los nevadenses no quieran sacrificar todo el estado para extraer litio, tiene sentido una planificación proactiva para la producción de litio de menor riesgo”, escribió el centro.
Se espera que el comité debata la propuesta del centro en una de sus próximas reuniones y decida posteriormente si desea patrocinar un proyecto de ley para el periodo de sesiones legislativas de 2025.