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Condena jueza a prisión a pareja de Las Vegas por la muerte de su hijo discapacitado

Una jueza condenó el miércoles a una pareja de Las Vegas a una prisión estatal por abuso y negligencia infantil en la muerte de su hijo discapacitado de 14 años que pesaba solo 22 libras cuando murió.

Kristin y James Bush fueron llevados esposados después de que la jueza de distrito Carolyn Ellsworth les ordenara cumplir al menos 28 meses y hasta 120 meses tras las rejas. El caso criminal contra la pareja comenzó en 2017, dos años después de la muerte de Evan Bush.

Ellsworth reprendió a la pareja por no asegurarse de que Evan y su hermano discapacitado, Michael, recibieran la atención médica que necesitaban, a pesar de que contaban con los medios económicos para hacerlo, y en un momento dado tenían un seguro médico que les cubría a ellos pero no a los dos niños.

Durante una de las visitas que los Servicios de Protección de Menores del Condado Clark hicieron a la casa de los Bush, uno de los niños estaba sucio por no haberse bañado durante mucho tiempo, tenía los labios agrietados y los dientes cariados, dijo el juez.

“Este es uno de los casos más preocupantes que he escuchado”, dijo Ellsworth antes de pronunciar la sentencia. “Nunca he visto a alguien tan vulnerable como he visto en este caso”.

Evan y Michael nacieron con raras condiciones genéticas que afectan a sus funciones cerebrales, según los registros judiciales.

Evan padecía el síndrome de Joubert, en el que el cerebro no se desarrolla, afectando al equilibrio y la coordinación de la persona.

La oficina del forense del Condado Clark dictaminó que la muerte del niño no constituía un homicidio, concluyendo que falleció a causa de una torsión del intestino, pero el dictamen también citó la desnutrición como factor contribuyente.

Los fiscales alegaron que los padres de Evan no lo alimentaban lo suficiente, lo que provocó su desnutrición. Cuando Evan tenía cuatro años y dos meses, pesaba 27.5 libras. Diez años después, cuando tenía 14, pesaba aún menos: solo 22 libras.

Michael, de 23 años, tiene un defecto de nacimiento conocido como polimicrogiria perisilviana bilateral, un trastorno neurológico asociado a una discapacidad intelectual. Está confinado en una silla de ruedas y necesita cuidados y terapia en casa.

La vicefiscal jefa del distrito, Dena Rinetti, dijo que los padres no establecieron atención médica para Evan y Michael desde 2006 hasta 2012.

“Tomaron la decisión consciente de no hacer nada”, le dijo Rinetti a la jueza.

Rinetti también criticó a los Servicios de Protección de Menores por no haber gestionado mejor los casos de los niños.

Ambos acusados fueron declarados culpables de un cargo cada uno de maltrato infantil, negligencia o puesta en peligro con daños corporales sustanciales, un delito grave.

Ellworth accedió a su petición de ofrecer una declaración de Alfred, en la que no admitían la culpabilidad, sino que aceptaban los hechos del caso tal como los presentaba la fiscalía, dijo Jack Buchanan, abogado de la pareja.

Buchanan trató de argumentar a favor de la libertad condicional o de la suspensión de la pena, diciendo que Michael debió tener a sus padres en casa para que le proporcionaran cuidados y apoyo.

“No son personas horribles”, dijo Buchanan. “No creemos que la prisión sea apropiada”.

Dado que la pareja se dirige a la cárcel, la abuela de Michael será su cuidadora en el hogar familiar, dijo Buchanan.

Kristin Bush dijo a Ellworth en el tribunal que Michael “ha tenido una familia muy, muy cariñosa” y que no querían que le ocurriera nada en caso de que los enviaran a la cárcel.

“Nuestra familia ha sido destruida por esto”, dijo.

James Bush, que no es el padre biológico de los niños, dijo que “fueron muy bendecidos por tener a estos niños” y que “le rompería el corazón [a Michael]” si no pudieran estar en casa con él.

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