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Derrame de subproducto de tequila ensucia embalse mexicano y mata peces

AYOTLÁN.- Cuando Jesús Solís notó que las aguas del embalse donde había pasado toda su vida comenzaban a oscurecerse y un olor a podrido se apoderaba de él, se apoderó del miedo. En pocas semanas, esas preocupaciones iniciales se confirmaron cuando decenas de miles de peces muertos flotaron hacia la superficie, aparentemente víctimas de un derrame de desechos de destilación de tequila en una fuente de agua en el oeste de México.

El pescador de 44 años observó durante días cómo el pez que había ayudado a criar y del que dependía para obtener ingresos se derrumbaba a lo largo de las orillas del embalse de San Onofre en el estado de Jalisco.

Las autoridades determinaron que millones de litros de un residuo conocido como vinaza creado en la destilación del tequila se derramaron en el arroyo Las Animas que desemboca en el embalse. Jalisco es el corazón de la industria del tequila de México. Alrededor del 40% de la tierra cultivada industrialmente del estado está cubierta por el agave azul que se usa para hacer tequila.

El desastre ambiental ha sacudido a los residentes de Ayotlán, quienes temen que las aguas contaminadas puedan representar una amenaza para sus cultivos y devastar su cooperativa pesquera local cuyas familias han perdido su inversión en acuicultura y se han quedado sin ingresos.

Orión Flores, director de Atención a Conflictos Socioambientales de la agencia de protección ambiental del estado de Jalisco, dijo que se habían sacado del embalse de 60 a 80 toneladas de peces muertos. Agregó que la extinción podría continuar durante días porque allí había una importante acuicultura.

Aldo Castañeda Villanueva, profesor e investigador especializado en manejo del agua en la Universidad de Guadalajara, dijo que “podrían pasar años” hasta que se sane el pequeño embalse. El tiempo que tarde en volver a su estado anterior dependerá del clima, la prevención de derrames adicionales y la cantidad de lluvia que se necesitará para diluir la contaminación.

Dijo que los derrames contaminantes de residuos de tequila eran comunes, pero que rara vez aparecían en los titulares. Recordó un caso de 2011 en el río Tuxcacuesco que provocó la muerte masiva de peces. Una tesis de un estudiante de la Universidad de Guadalajara determinó que la vinaza de las destilerías y las aguas residuales fluía desde el río Tonaya hacia el Tuxcacuesco.

En lugar de cosechar sus peces, Solís y los demás pescadores de su cooperativa pasaron los últimos días de noviembre recogiéndolos con una excavadora prestada por la ciudad. Tilapia, mojarra, carpa y charales plateados se enterraban en fosas con cal para combatir el potente hedor a pescado podrido.

“Fue un momento realmente difícil ver que todos nuestros ahorros, nuestra vida, iban a esos pozos”, dijo Solís, recordando cómo desde los ocho años empezó a pescar con su padre. “Me sentí tan triste entonces, tan impotente, con tanta ira”. Ahora le preocupa lo que hará su familia sin su única fuente de ingresos.

Mauricio Bando, otro pescador, está aguantando porque tomó parte de sus ganancias para abrir una pequeña tienda. Ahora vender bocadillos y productos básicos le permite alimentar a su esposa y sus cuatro hijos.

“Esto no me da mucho porque es pequeño, pero al menos sobrevivo”, dijo el hombre de 43 años.

El derrame de octubre también dejó sin trabajo a su padre y a su hermano. “Nuestra vida cambió por completo”. Su padre de 74 años ahora vende tazas para café en la ciudad, mientras que su madre y su hermano cosechan maíz.

La agencia estatal de medio ambiente, la oficina de desarrollo territorial, la comisión estatal de aguas y la fiscalía ambiental dijeron este mes que monitorearían regularmente el agua del embalse y del arroyo para determinar qué podría ayudar en su limpieza. También abrieron investigaciones para determinar la responsabilidad del derrame.

Flores, funcionario estatal, dijo que el daño no era irreparable. Dijo que la vinaza de tequila afecta los niveles de oxígeno en un cuerpo de agua y provoca la muerte de peces.

En los próximos días, el estado traerá equipos para eliminar las malas hierbas en el agua que también pueden reducir los niveles de oxígeno, informó Flores. También se está estudiando el agua del embalse para determinar si es segura para el riego de cultivos.

La investigación sobre el derrame aún se encuentra en sus primeras etapas, pero algunas autoridades estatales y residentes de Ayotlán culpan a una empresa que trata los desechos de la industria productora de tequila de la zona. La planta fue cerrada a fines de septiembre luego de que una inspección reveló que una de sus lagunas que contenían vinaza tenía una ruptura en una de sus paredes, dijo Flores.

Carlos López de la Cruz, jefe de proyectos de sustentabilidad del Consejo Regulador del Tequila, dijo que el responsable de la contaminación en el embalse “no es una empresa (destiladora) de tequila”. Dijo que la planta supuestamente culpable tenía un permiso de las autoridades para tratar los desechos.

Agregó que la industria está invirtiendo en plantas de tratamiento y formas de compostaje de vinaza.

“El daño es irreparable y grave”, dijo el alcalde de Ayotlán, Rodolfo Hernández. El alcalde culpa directamente a la planta de tratamiento de aguas residuales de Altos por el derrame. Las llamadas a la planta para hacer comentarios no fueron respondidas.

Castañeda Villanueva, investigadora, acotó que no fue un hecho aislado. “La mayoría de los productores de tequila en todo Jalisco y creo que en todo México buscan licencias para que su vinaza pueda ser enterrada, en terrenos supuestamente controlados, pero la verdad es que muchos lo que hacen no es más que enfriarlo, y luego verterlo en ríos, embalses, el mar”.

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