Joven mexicana ayuda a mujeres con reconstrucción de areola
El cáncer de mama es una difícil enfermedad que miles de mujeres tienen que enfrentar durante su vida, pero esto no solo afecta su salud física y mental, también repercute en el estado anímico de sus familiares. De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), anualmente más de 200,000 mujeres en Estados Unidos podrían ser diagnosticadas con este tipo de cáncer.
“Provengo de una familia de sobrevivientes de cáncer de mama, desde mi abuela, mi mamá y mi tía. Mi abuela murió joven, a los 42 años. Mi madre tuvo cáncer tres veces, gracias a Dios ahora está bien, pero le quitaron una porción del seno, luego la mama y el ganglio derecho, y finalmente le quitaron la otra mama y parte del pectoral. Fue un proceso que viví con ella, ha sido traumático y me ha marcado la vida”, comentó Nicte Medrano Solís durante una conversación con El Tiempo.
Nicte es una joven mexicana que se especializa en micropigmentación y tatuaje estético, desde hace tres años ha radicado en Las Vegas y parte de su “sueño americano” ha sido tener su propio negocio, NM Brows &Lashes, con el cual ha podido ayudar a la comunidad.
“Desde hace seis meses, una vez al mes he estado ofreciendo gratuitamente la reconstrucción de areola para sobrevivientes de cáncer. Este tipo de tatuajes se les realizan a mujeres que han sufrido una mastectomía radical en una o ambas mamas. Una vez que el cirujano haya reconstruido las dos mamas nosotros reconstruimos la areola de una forma hiperrealista que parece en 3D”, acotó Medrano.
Este trabajo estético puede ser muy costoso, por tal motivo, Nicte decidió obsequiarlo a mujeres de bajos recursos por medio de una organización dedicada a la concientización sobre el cáncer de mama. En otros casos, ha ofrecido este mismo trabajo a precio accesible.
“He notado mucha inseguridad (en las pacientes), sienten que pierden su feminidad. Los senos son parte de nuestro cuerpo y es una amputación que desgraciadamente ellas sufren, el no tener un pezón es un trauma. Hacer esto es un cambio total, se sienten con más confianza”, dijo Medrano.
De acuerdo con la especialista, el proceso inicia con una medición de la anatomía de la persona, se revisa que ambos pezones estén asimétricos y que la paciente esté conforme con la simetría y el tamaño, posteriormente se elige un color de acuerdo al tono de piel.
“Usualmente no se necesita anestesia porque con el proceso quirúrgico nuestra piel pierde sensibilidad. Si la persona es muy sensible, aplico varias veces gel. Hacemos el pezón y las pequeñas glándulas que están alrededor, se ve muy hiperrealista”, explicó Medrano.
Al ver el resultado final, ¿Cuál es la reacción de las pacientes?
“Noto felicidad, la confianza vuelve a ellas, se impresionan porque parece un pezón de verdad”, respondió Medrano.
Una vez concluido este trabajo estético, la especialista procede a colocar un parche y sugiere a las pacientes que al día siguiente se laven dicha área con jabón neutro para evitar cualquier tipo de infección.
“Se puede aplicar vitamina A y B para mantener la hidratación por dos semanas. Tienen que venir a un retoque al mes para perfeccionar el trabajo”, concluyó Medrano.
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