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Trabajadores autónomos de Nevada cansados de esperar por sus beneficios de desempleo

Han sido meses de espera.

Y para miles de contratistas independientes y trabajadores autónomos, así como para aquellos que agotaron sus beneficios de desempleo justo antes de que la economía se hundiera, no hay otra opción que esperar un poco más.

“Nunca me he sentido tan desamparado en toda mi vida”, expresó Carlton Collins, de 76 años.

El nativo de Las Vegas está preocupado por el estrés de los reclamos no respondidos que exacerban su presión arterial alta.

Y teme no recibir sus pagos mientras esté vivo para usarlos.

Mientras tanto, las facturas se acumulan.

Collins perdió su trabajo en Lyft el 14 de marzo e inicialmente solicitó los tradicionales beneficios de desempleo. Se enteraría semanas después que no calificaba para los beneficios tradicionales y que en cambio era elegible para la Pandemic Unemployment Assistance (PUA), el programa de beneficios para trabajadores de su tipo.

La ley federal CARES, promulgada el 27 de marzo, creó la oportunidad de que los trabajadores independientes solicitaran por primera vez el pago por desempleo bajo la PUA. Los trabajadores independientes y contratados de Nevada podían comenzar a solicitar la asistencia el 16 de mayo, seis días después de que el estado introdujera una disposición federal que otorgaba a los trabajadores 13 semanas adicionales de beneficios de desempleo si llegaban al máximo de sus beneficios a partir del 1º de julio de 2019.

Mientras que alrededor del 74 por ciento de los 106 mil 667 solicitantes de la PUA elegibles habían recibido pagos hasta el 19 de junio (un aumento del 58 por ciento de la semana anterior), Collins se encuentra entre los casi 28 mil nevadenses hasta el 19 de junio que aún no habían recibido pagos, según datos del Departamento de Empleo, Capacitación y Rehabilitación (DETR, por su sigla en inglés).

El Departamento de Trabajo de Estados Unidos reportó el jueves 29 mil 441 reclamos iniciales de PUA en Nevada para la semana que terminó el 20 de junio, un aumento de cuatro mil 721 con respecto a la semana anterior.

“Patrón de retención”

Collins no ha sido capaz de presentar más de un reclamo de PUA desde que el programa se abrió, afirmó. Mencionó que el sistema sigue rechazándolo y pidiéndole que lo intente de nuevo en dos semanas, pasan dos semanas y nada cambia.

“Me crié para trabajar para ganarme la vida, serví en el Ejército, le he dado al gobierno todo lo que me han pedido, pero es como si estuviera en el aeropuerto en un patrón de retención. Me tratan como un número en vez de como un ser humano”, expresó.

El único reclamo que ha presentado está listado con asuntos no resueltos y sin asuntos pendientes. Las llamadas al centro de llamadas también han sido frustrantes, señaló Collins. El centro de llamadas no puede atender su reclamo más allá de algunas preguntas básicas, subrayó.

Cuestionó si se dio prioridad a los reclamos anteriores y por qué otros que solicitaron después de él recibieron sus beneficios.

En su última conferencia de prensa del viernes como directora del DETR (antes de renunciar al cargo), Heather Korbulic dijo que el departamento estaba trabajando para reducir los reclamos con asuntos pendientes “tan rápido como fuera posible”.

“Tratamos cada reclamo en el orden en que fue recibido”, detalló Korbulic. Añadió que algunos reclamos tienen más problemas o son más complicados que otros.

Joe Junio, de 32 años, se quedó sin trabajo el 6 de marzo, y un representante del DETR le dijo desde el principio que podría no tener derecho a los tradicionales beneficios de desempleo. Tenía un formulario W2 para su trabajo de taxista, pero no cumplía con otros requisitos laborales, comentó Junio, de North Las Vegas. Trató de solicitar el PUA pero le fue complicado acceder a su cuenta en EmployNV.

Sus repetidas llamadas telefónicas dieron pocos resultados, y aún así no pudo acceder a su cuenta. Sin ella, no puede realizar ninguna solicitud de la PUA.

Fue un proceso “muy frustrante” de llamadas repetidas al DETR y, en las raras ocasiones en que logró entablar contacto, obtuvo pocas respuestas a su situación, comentó Junio.

“Cada vez, era sólo ‘doot, doot doot’”, expuso.

Era la primera vez que solicitaba beneficios, y se las arreglaba con sus ahorros y el cheque de estímulo de la Ley CARES.

Hasta el jueves, cuando se despertó con una carta en el correo de DETR informándole que era, de hecho, elegible para los beneficios tradicionales de desempleo, activó su tarjeta de débito de desempleo y recibió su tan esperada financiación.

“Estoy sorprendida”, escribió en un mensaje de texto el jueves por la mañana.

PEUC

Otro programa de beneficios para la pandemia ha sido un salvavidas para Dannie Spencer, de 75 años, residente de Las Vegas.

Spencer dijo que está “muy, muy agradecida” por sus 13 semanas adicionales de pago por desempleo después de un despido en agosto. Sus beneficios de desempleo terminaron en enero, pero solicitó y recibió beneficios adicionales bajo el programa Pandemic Emergency Unemployment Compensation financiado por el gobierno federal. El Departamento de Trabajo reportó siete mil 195 reclamos de PEUC en Nevada para la semana que terminó el 6 de junio, 514 más que la semana anterior.

Pero también está enojada y preocupada, preguntándose qué pasará cuando esas 13 semanas terminen. Tiene 75 años y está tratando de evitar los espacios públicos para protegerse del COVID-19, apuntó Spencer.

“¿Qué hay de nosotros? ¿Se supone que no hagamos más?” cuestionó.

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